Día de la Candelaria: tamales vuelan, feligreses dan gracias en León
León, Guanajuato.- Ya sea de San Francisco o del Barrio de San Juan, pero que sean tamales del Coecillo. Así lo han descrito leoneses que mantienen los puestos de tamales de esta zona entre sus favoritos. Antes del mediodía ya no había tamales. Es tanta la afluencia de gente que tuvieron en este Día de la Candelaria que esperarán a registrar más ventas por la noche.
Con pedidos por docena o personas que mandaron hacer hasta 300 tamales, así ha sido la venta de los tamaleros este 2 de febrero, Día de la Candelaria.
“Para todos hay”, dicen al referirse a que entre ellos no hay competencia.
En los jardines de San Juan y San Francisco se llenan taanto de habitantes como de turismo, al grado de permitir a los clientes elegir entre una gran variedad.
De rojo, verde, queso, azúcar, nuez, piña y hasta chocolate, los tamales que prepararon los vendedores del Coecillo este jueves, se terminaron antes del mediodía. Así como el atole blanco, champurrado, cajeta o nuez. Toda una vida entre hojas de tamal
Beatriz, vecina de la calle Fray Daniel Mireles, en el Coecillo, lleva toda su vida elaborando y vendiendo tamales, pues el negocio ha sido un legado heredado por su abuela.
“Desde mi abuelita que hacía tamales, ella vive en la calle Acapulco. En la kermés del Templo de San Juan, ahí inició todo. Su hija y sus nietos también le entran al negocio (…) para mi fueron las dos cosas: sí me gusta hacer tamales, pero también me tocó estar en esta familia trabajadora”.
La vendedora es una de las decenas de personas que instalan su carrito de tamales, aunque ella lo pone afuera de su casa, no en los jardines.
“Este año creo que nos fue mejor que el año pasado, nos pintó bien. Ahorita entregamos unos en la mañana, se fueron 300 tamales y para la noche vamos a entregar 200”, cuenta Doña Beatriz.
En la elaboración de los tamales se lleva entre seis y siete horas, por esta razón ella y sus hijas prefieren prepararlos un día antes. La vendedora acepta que al principio se le dificultó, pero con la práctica ya le resulta sencillo; reconoce que es una labor “pesada”.
Una tradición viva en León
Los vendedores coinciden en que la tradición de cumplir la apuesta de Reyes para dar tamales el Día de la Candelaria, permanece en León.
A pesar del aumento en el precio de los ingredientes como las hojas de tamal, la manteca, el chile, la masa y la carne, algunos comerciantes deciden mantener el precio para no perder clientes, entre ellas Beatriz, que aun los vende a $14 pesos.
Tres puestos instalados en los jardines de San Juan y San Francisco del Coecillo, tuvieron tan buenas ventas que terminaron antes de las 12 p.m. En el recorrido de Correo por la zona, los vecinos contaron que los comerciantes ya habían retirado sus carritos, pues se mantienen entre los favoritos de León. “Hasta se les hace fila”, comentan.
La venta de tamales no se acaba al mediodía, muchos vendedores regresan en la noche a los jardines de San Juan y San Francisco para ofrecer el platillo acompañado de un rico atole.
Se acaban los 2,000 tamales del 5 de mayo
Sí eres de León seguramente has escuchado hablar de los famosos tamales del 5 de mayo, en el centro. Este negocio tradicional se fundó en 1996, y desde entonces tiene tres sucursales: Expiatorio, Adolfo López Mateos y 5 de mayo.
Esta última sucursal es la más aclientada. Este jueves, minutos antes de las 11 a.m. cuando el joven despachaba, regresaba a los clientes con un “ya no tengo tamales”.
El vendedor cuenta este 2 de febrero hicieron 2 000 tamales y los terminaron antes del mediodía. La fila comenzó a las primeras horas de la mañana y “volaron” en manos de los leoneses que cumplieron sus apuestas y se llevaban de 20 o 30 tamales para sus compañeros de trabajo o su familia.
La tradición del Día de la Candelaria sobrevive a la adversidad económica, pues ante la inflación y el aumento de precio en los ingredientes hay quienes ya venden los tamales hasta en $18 pesos. Mientras otros los mantienen en $14, aunque sea en un tamaño más pequeño, pero con la intención de conservar clientes. Dentro de la religión católica, el Día de la Candelaria, se refiere a la purificación de la Virgen, que llevó candelas a la iglesia para que fueran bendecidas 40 días después de dar a luz al Niños Dios.
Presentan al templo al Niño Dios
Con devoción y fervor, cientos de fieles acudieron este 2 de febrero, Día de la Candelaria, a la celebración eucarística y presentación del niño Jesús en la Parroquia de San francisco.
La celebración eucarística fue presidida por Fray Erasmo Rodríguez Vega, O.F.M. quien en su homilía dijo que la fiesta de la presentación del Señor es también llamada la purificación de María, que es 40 días después de la celebración del nacimiento de Cristo.
Su origen inicialmente tuvo un carácter penitencial, porque para purificar su vida los fieles se acercaban al sacramento de la reconciliación llamado también como penitencia o confesión y para recordar la palabras de Simeón quien anunció que Cristo será luz para alumbrar a la naciones, por eso se hacían y se siguen haciendo las procesiones por las penas llamadas también candelas, por eso también se le llamó fiesta de la candelaria por el signo de la velas, de las candelas representando a Cristo Luz a Cristo que nos ilumina.
“Este 2 de febrero es la presentación de Jesús al templo, que es el rito que José y María hicieron al llevar a Jesús al templo, y que ellos como familia cumplen con esta ley; entonces, es recordar ese momento, de ahí viene esta historia, esta tradición que significa mucho para nuestro país y nuestro pueblo” menciono Fray Erasmo.
Recalcó que, para el pueblo mexicano, estas tradiciones han enriquecido con otros elementos como la colocación de un nacimiento en nuestros hogares para navidad y hoy se acostumbra a levantar la imagen del Niño Dios para llevarla al templo para que sea bendecida recordando que no podrán faltar las velas o las candelas