Invaden ANP en Cuerámaro para dotar de material a ladrilleras en Abasolo
Manuel Arriaga
Cuerámaro.- En la comunidad de San Gregorio en el municipio de Cuerámaro se abrió un nuevo sitio de explotación de tierras dentro del Área Natural Protegida de la Sierra de Pénjamo. Justo a un costado del cerro del Bellaco, donde fue fusilado Francisco Xavier Mina, maquinaria pesada y tolvas extraían material pétreo que trasladan de manera posterior al municipio de Abasolo para atender la demanda de tierra de la industria ladrillera.
En los municipios de Cuerámaro y Pénjamo continúan sin intervenir las autoridades estatales y federales encargadas de la protección al medio ambiente, respecto a la explotación de tierras de cultivo para fabricar ladrillos en el municipio de Abasolo.
Incluso en la zona cercana a la comunidad San Gregorio ya fue instalada una trituradora de piedra que se aprecia desde la carretera, decenas de tolvas cargadas con tierra fértil salen a diario de esta zona para abastecer la demanda de materia prima de la industria del ladrillo en el vecino municipio.
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A finales de febrero del 2017, correo evidenció que en los municipios de Pénjamo y Cuerámaro se registra una explotación clandestina de tierra que se traslada a Abasolo para surtir la industria ladrillera, decenas de hectáreas de terrenos fértiles y de cultivo han sido explotadas sin control durante los últimos 10 años. Pese a que las autoridades municipales de Ecología clausuran frecuentemente los aprovechamientos, los responsables siguen utilizando maquinaria pesada, incluso durante el día.
En terrenos pertenecientes a las comunidades Corralejo de Hidalgo en Pénjamo y San Gregorio en el municipio de Cuerámaro, decenas de hectáreas de lo que una vez fueron terrenos fértiles de cultivo se han convertido en zonas áridas y de pastizales, a consecuencia de la explotación.
En tolvas, la tierra productiva es extraída del suelo y se transporta a Abasolo, donde se ubica la mayor industria ladrillera del estado. En Pénjamo y Cuerámaro existe la explotación de tierra desde hace más de 10 años, un problema que no han podido frenar las autoridades municipales, estatales y federales, encargadas de la protección del medio ambiente.
La triste realidad de la Sierra de Pénjamo
En el municipio de Cuerámaro continúan deforestándose terrenos dentro del área natural protegida de la Sierra de Pénjamo para la siembra de agave y en donde incluso se provocan incendios forestales para eliminar la maleza y los arbustos que cubren parte de la zona.
Las autoridades municipales, estatales y federales, poco han hecho para terminar con este problema que ha tenido un auge importante, durante los últimos 5 años.
La Sierra de Pénjamo forma parte de una región hidrológica de gran importancia como la Cuenca Lerma-Chapala, que genera una significativa recarga de los acuíferos Río Turbio y Pénjamo-Abasolo.Esta región cuenta con una amplia riqueza biológica representada en sus suelos, arroyos y cuerpos de agua.
Pese a los esfuerzos de los habitantes de las comunidades rurales de la Sierra de Pénjamo por mantener limpia el área natural protegida, siguen proliferando tiraderos clandestinos que atentan contra la riqueza natural del lugar.
Hace dos años, la Presidencia municipal de Pénjamo y los habitantes de las comunidades rurales de la Sierra de Pénjamo, implementar un programa de rescate de los recursos naturales, que contempló la eliminación de basura en los tiraderos clandestinos, dos de ellos situados muy cerca de la cabecera municipal.
Además, según el Coneval, más de la mitad de la población de este municipio vive en condiciones de pobreza, muchos viven en viviendas de adobe y piedras en la parte más alta del municipio, ahí donde el frío llega a ser casi congelante y donde tratan de mitigar los efectos de las bajas temperaturas.
De acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), hasta el 2010, en Pénjamo había 85 mil 325 personas pobres (el 67.5% del total de la población), de los cuales, 60 mil 484 presentaban pobreza moderada (el 47.9%) mientras que 24 mil 841 personas (el 19.7%), viven en condiciones de pobreza extrema.