Padres de niños asesinados en San Francisco no tienen ni para sepultarlos; solo jugaban afuera de sus casas
Los padres de los niños asesinados en San Francisco del Rincón contaron la tragedia de perder a sus hijos
San Francisco del Rincón, Guanajuato.- Alexander, de 11 años y José de Jesús, de seis, jugaban en la calle, la noche de este domingo, cuando murieron en medio de una balacera en San Francisco del Rincón que se dio afuera de sus domicilios
La calle Tamaulipas, de la colonia Morelos, aún tiene la marca de la violencia: una mancha de sangre afuera de las casas donde ambos vecinos vivían: a unos metros donde este lunes varios niños llegaban a estudiar en una primaria.
En ese mismo lugar, del municipio de San Francisco del Rincón, las familias de ambos menores vivieron la desgracia de perderlos, cuando las balas impactaron sus cuerpos.
Fueron los daños colaterales de una balacera más en este municipio. Un daño que sigue y ahora batallan, pues aseguran que no tienen ni recursos para darles sepultura.
La noche de este domingo, hombres armados que viajaban en una motocicleta dispararon, asesinando a ambos, e hirieron a Julio Núñez, padrastro de José de Jesús, quien es de oficio, lavacoches.
En entrevista, explicó que la noche de este domingo los pequeños estaban jugando con otros niños en la calle. Un día después busca la manera de darle sepultura, pues enfrenta problemas económicos.
"No tenemos el dinero como para solventar este gasto, entonces, eso sí pediría, si la gente nos ayudara con algo, se los agradecería mucho. Era un niño tremendo, normal. A pesar de su incapacidad, no lo paraban de andar para arriba y para abajo".
"Le gustaba mucho jugar fútbol. Quería una bicicleta para ahora reyes. Acá era estarle gritando, llamándole la atención, pero era bueno", dijo el padre de José de Jesús.
Juan José Ramírez, papá de Alexander de 11 años, quien como trabaja como cortador de calzado, explicó que él no se encontraba en el lugar cuando su hijo fue asesinado, pero pudo ver los videos del hecho.
Narró que los delincuentes llegaron en dos motos para consumar el ataque que se convirtió en desgracia para las familias.
"No hay seguridad aquí, porque siempre se les escapan. Él no tenía malicia. Yo fui a un mandado, y cuando regresé, vi la patrulla, estaban tirados y ya no pude hacer nada", dijo.
"Sí llegó la Guardia, pero no supimos después quién fue. Se escaparon los muchachos. Aquí yo vivo, y no veo la colonia tan segura porque han matado a varios", dijo.
LC
