Presente por siempre Héctor Rosiles Paloblanco
Ana Lilia Ojeda Cobian
San Francisco del Rincón.- Presente por siempre Héctor Rosiles Paloblanco Director en Seguridad Ciudadana, Tránsito y Vialidad de San Francisco del Rincón, trascendió a la eternidad, y entre guardias de honor, el llanto, el silencio, balas de salva como la presencia de su equipo, le reconocieron.
Sus cenizas fueron resguardadas en velación desde la noche del 11 de diciembre, luego que el virus del COVID19 causara el duelo vivido con intensidad este 12 de diciembre.
Javier Casillas Saldaña, Presidente Municipal acompañado de su esposa e integrantes del Ayuntamiento, encabezaron la recepción en la Corporación que dirigió el Director de Seguridad Ciudadana Héctor Rosiles.
La esposa de Rosiles y su familia, recibieron la fotografía oficial del Director quien solía vestir su traje de gala en eventos relevantes, esta ocasión fue su fotografía oficial de la Administración 20018-2020.
“Estamos conmocionados, estamos con la familia, nos solidarizamos, ofrecemos nuestro aprecio y cariño para que Dios les conceda la fortaleza”, afirmó Casillas Saldaña, mientras elementos de Segurodad y Tránsito de San Francisco y Purísima del Rincón igualmente se solidificaron en los honores.
A nombre del equipo de trabajo Antonio Augurio González, reafirmó Héctor Rosiles Paloblanco llevaba tatuado en su corazón el alma y el orgullo policial, profesión que no todos comprenden, desde donde está en el nuevo mundo, será una guía, un guardián, por ello invitó a dejar de lado el dolor.
Mientras su familia abrazaba fuerte al esposo y padre que murió, en la ceremonia eucarística le siguieron sus amigos, sus compañeros, su compadre, sus jefes, y el Sacerdote les recordó, es un proceso que duele, la palabra muerte a algunos nos da miedo, otros no la queremos mencionar, confortó a su familia a tener la fe de que ahora se encuentra bajo la mirada Santa prometida.
Somos frágiles, nadie sabe cómo, cuándo afrontaremos esta realidad, parece que no hay remedio, ni vacuna para este dolor, el pequeño y único antídoto es rezar porque nos alimentará de esperanza… enfatizó gracias Héctor porque tenías cualidades que otros no tenemos.
AC