Recuerda doña Josefina su vida en el viejo Chupícuaro en Acámbaro
Doña Josefina recuerda varios detalles del estilo de vida en el viejo Chupícuaro. Foto: Lourdes Juárez
Acámbaro, Guanajuato Josefina Ramos Mora tuvo que abandonar su hogar donde nació a la edad de 12 años, era el año de 1949 cuando los habitantes del viejo Chupicuaro tuvieron que abandonar su localidad para trasladarse a lo que hoy se conoce como el Nuevo Chupicuaro esto por la construcción de la Presa Solís.
A 75 años del traslado del viejo Chupicuaro, Josefina quien nació un 11 de mayo de 1938 en aquel poblado, recuerda con gran lucidez que el lugar que estaba rodeado de agua la gente se dedicaba a la pesca, sembraban maíz, salían a cazar conejos, tlacuaches y ardillas para comer.
“De niña iba a visitar a mi tía a Tarandacuao para eso solo tenía que cruzar un pedazo del río y un puente, cuando llegamos aquí no había agua era seco y árido, el agua solo era de la calle de arriba para acá puro llano, todos nos enfermamos por el agua del pozo que era bombeada, había un doctor en Acámbaro que era naturista se llamaba Antonio, él nos dio unas tomas a los que nos enfermábamos, las manos nos temblaban y las quijadas se apretaban los primeros meses o años fueron difíciles para la gente”, relató.
Josefina recuerda que acarreaban el agua que sacaban con la bomba en cántaros de barro y se los cargaban en los hombros o cabeza otros llevaban botes o cubetas con agua. En el viejo pueblo estaban en medio del río y el arroyo cada casa tenía su pozo de donde sacaban el agua clarita, limpia, molían el nixtamal en el metate hacían tortilla hechas a mano, comían nopales con frijoles, los hombres de la casa se iban a matar conejos,, tlacuaches y ardillas lo que se guisa a con salsa.
Cuando se enteró del cambio sintió angustia, pesar; en una ocasión los llevaron a conocer el nuevo pueblo donde habían construido la escuela, pero les daba tristeza dejar su pueblo donde tenían todo, el nuevo Chupicuaro era seco había muchos mezquites solo se veía los caminos donde estaban los animales comiéndose la hierba comento Josefina.
Una de sus hermanas se murió al poco tiempo de haber llegado al nuevo Chupicuaro todos piensan que fue por el agua que les hizo daño. Cuando Vivian en el viejo pueblo les lavaban la ropa a los seminaristas en el río o arroyo recuerda que el agua le llegaba hasta las rodillas la ropa la tallaban en una piedra grande. La casa donde está el Museo Comunitario “Fray Bernardo Padilla” fue donada por el fray quien era hermano de la mamá de Josefina.
El cambio de los pobladores en el año de 1949 se dio por la construcción de la Presa Solís obra hidráulica cread apara el manejo de cuencas y agua en los cultivos Chupicuaro fue una de las 22 localidades que fueron desplazadas por la construcción.
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