Regreso de peces a la Laguna de Yuriria trae esperanza a pescadores
Guanajuato, México.- Para, Marco Antonio pescador de la comunidad, La Angostura, el ver la laguna de Yuriria, ya a un 50% de su capacidad, es vida, es trabajo. “Se secó la laguna, se terminó la pesca, de donde vivimos más de 600 familias, pero hoy gracias a Dios, regresa la esperanza de tener vida en la comunidad, porque teníamos que salir a otros municipios en busca de trabajo”.
Dijo que, en esta semana se aventuró a ingresar en su canoa a pescar en la laguna y afortunadamente en la primera ocasión logró sacar un poco más de 10 kilos de filete, que rápido le compró un comerciante que tiene su local en donde vende comida en la ribera de la laguna.
“En los últimos tres meses anduve trabajando en el campo, en lo que le llaman la espiga en tierras de cultivo del municipio de Jaral del Progreso. Me tenía que levantar a las 5 de la mañana, porque entraba a las 7 a trabajar y salía hasta las 4 de la tarde.
Por el trabajo que realizaba me pagaban 285 pesos diarios, era una joda, para muy poquita paga, era casi todo el día, porque llegaba a casa a las 6 de la tarde. Digo que es vida el agua en la laguna, porque el domingo entre a tender mis redes y el martes regrese y logre sacar para los 10 kilos de filete, por kilo pagan 100 pesos”, explicó.
Marco Antonio, este día (jueves) para las 11 de la mañana, llegaba en su canoa a la orilla de la laguna, era su segundo día de pesca y ya lo esperaba, Fernando, quien le apoya a filetear y también Froilán para comprarle el filete. “Creo van a salir otros 10 kilitos o menos”, dijo Marco Antonio.
Para José, Nicolás, Jaime, Renato, también pescadores, el ver que sacó pesca, los llenó de esperanza, porque significa trabajo. “Marco es prácticamente el primero que ingresa a pescar y que bueno que haya sacado pesca, nos alienta eso, porque ya llorábamos por la falta de trabajo”.
Consideraron que hay pesca, porque le están entrando peces de otras presas arriba de la presa Solís. “Esta ingresando agua a la laguna, por los desfogues de la presa Solís, por eso ha ido aumentado, poco, pero ahí la lleva, ya dicen que está al 50% y con la entrada de agua, está también la entrada de los peces, porque hay algunos de buen tamaño”.
José, dijo que, este miércoles ingresó también a la laguna a tender sus redes y este viernes ingresará a revisarlas, esperando pueda también tener la suerte de Marco.
“No fue nada fácil ingresar, porque como se había secado, creció mucha hierba, arbustos y aunque haya agua, no puedes meter el motor, porque se te jode, tienen que ir haciendo palanca con un carrizo o palo grande, ya cuando estás más en medio, donde hay poco más de profundidad, prende motor y a darle hasta el otro extremo, por donde ingresa el agua”.
Finalmente, los pescadores dijeron que, están a al espera de que autoridades de la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural, llegue para la siembra de 200 mil crías, “tuvimos una platica con ellos hace una semanas, cuando la laguna tenía un 30% de su capacidad y ya consideramos que es tiempo, ya tiene un buen nivel para que crezcan las crías”.
Contaminación de aguas residuales reduce pesca en presas
La contaminación principalmente provocada por la descargas de agua residuales a los cuerpos de agua de la región, ha originado una disminución drástica en la pesca, principalmente en presas, dónde se ha registrado la mortalidad de peces y otras especies por estos factores. Incluso por tema de salubridad, las personas que acostumbraban a pescar en estos cuerpos de agua ya no lo hacen, sabiendo que los pocos peces que habitan en las turbias aguas podrían estar contaminados.
Uno de estos cuerpos de agua es la presa de la comunidad Palo Alto de Abajo, donde hace más de una década Era uno de los lugares predilectos para la pesca en el municipio de Pénjamo. Personas de diversas comunidades así como de la propia cabecera municipal, acostumbraban a salir a pasear a este lugar y de paso, realizar la pesca de algunas especies para el consumo humano.
Peces restantes ya no son comestibles
Sin embargo y a consecuencia de la contaminación que genera la descarga de aguas residuales de las viviendas de la misma comunidad, las empresas cercanas e incluso los corrales de traspatio, los pocos peces que aún sobreviven al ese problema de contaminación ya no son aptos para su consumo.
Así lo confirmó Javier, un habitante de la comunidad y quién ha vivido en carne propia los cambios que ha sufrido la presa en los últimos años. “Las personas no entendemos que contaminamos todo lo que tocamos, no queremos ver el daño que nos hacemos a nosotros mismos”, precisó.
El penjamense recordó que hace más de 10 años, la pesca era una actividad redituable para las familias de la comunidad, por lo que, con la pérdida de la actividad también se perdieron fuentes de empleo. Aseguró que las autoridades municipales, estatales y federales, no han hecho lo suficiente para impedir la crisis ecológica que hoy se vive en la presa de Palo Alto de Abajo.
Recuerdo que tan solo en el mes de agosto de 2021, cientos de peces aparecieron muertos en el canal que alimenta la presa de la comunidad, el que recibe además la descarga de aguas negras de algunas empresas de la zona pero además, donde, dijo, vierten los desechos de los de drenajes de decenas de viviendas y saudas que operan en la región.
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