Se satura el relleno sanitario de Huanímaro; ya no apoyaría a Abasolo y Pueblo Nuevo
Manuel Arriaga
Huanímaro.- El relleno sanitario regional instalado en Huanímaro, aquel que prometía ser el mejor del Estado en el manejo de los residuos sólidos y que fuera construido con recursos del extinto Consejo para el Desarrollo Regional, se encuentra saturado, podría dejar de recibir los desechos de Abasolo y Pueblo Nuevo municipios que no tienen basurero propio. La basura se apila por toneladas, ya no existe el manejo integral de los residuos sólidos, además, las bolsas de plástico invaden los árboles de la zona.
El relleno sanitario fue construido con recursos del extinto Consejo para el Desarrollo Regional, donde los municipios del Suroeste de Guanajuato unieron esfuerzos y dinero para conseguir tener en Huanímaro el mejor relleno sanitario de la entidad, al menos, esa era la promesa. Junto con las celdas de captación de basura, fue construida una nave industrial donde había equipo necesario para realizar el reciclaje y la separación de la basura, el equipamiento ya no existe, los trabajadores del basurero informaron que algunas empresas se llevaron la maquinaria para repararla hace algunos años y ya no la regresaron.
En un recorrido realizado por correo, se pudo constatar que los montones de basura superan ya los 6 metros de altura, en comparación con el nivel del suelo, los montículos de desechos se aprecian a simple vista desde la carretera estatal Huanímaro-Pueblo Nuevo, en el interior de las instalaciones, unos cuantos pepenadores tratan de aprovechar los desechos de valor, en su mayoría metales, plástico y cartón, algo que puedan comercializar.
De cerrar sus puertas, Huanímaro dejaría de recibir la basura de los municipios de Abasolo y Pueblo Nuevo, localidades que no cuentan con un basurero propio para la disposición final de los residuos.
Existe una propuesta de construir un nuevo relleno sanitario regional (en los municipios de Huanímaro o Abasolo), o, en su caso, de ampliar la capacidad del existente, pero las autoridades aún no han dado a conocer el avance de dichas gestiones.
Lo habían advertido
A principios del 2021 se dio a conocer que lucía obsoleto y rebasado; lo que se suponía que un día sería un modelo a seguir en el estado de Guanajuato, se ha convertido en un tiradero a cielo abierto que genera contaminación, además de que recibe también la basura proveniente de Abasolo y Pueblo Nuevo.
El relleno sanitario fue construido hace más de 15 años con la promesa de que sería un modelo a seguir en el estado de Guanajuato. Durante los primeros años, tenían maquinaria que permitió la separación de los residuos y el aprovechamiento de los mismos, pero desde hace más de 10 años se ha convertido más en un problema.
Este centro se encuentra convertido en un tiradero a cielo abierto, donde las celdas de captación de residuos sólidos han sido rebasadas, los montículos de basura se pueden ver desde la carretera, en la periferia del lugar, se genera además la contaminación por basura que es arrastrada por el viento.
Falta de atención en rellenos sanitarios
Huanímaro no es el único municipio que sufre de esta problemática, pues varias zonas en el estado se han visto afectados por la saturación de desechos o la falta de atención en los rellenos sanitarios.
Un caso a destacar es el de Salamanca, donde los vecinos y ejidatarios cercanos al relleno sanitario, denuncian una seria problemática de lixiviados que escurren del tiradero municipal, que con las lluvias se agudizó, pues los desechos líquidos llegan a otros caminos y se mezclan con lodos y charcos de agua.
Además, mencionaron que se sienten ignorados por las autoridades ya que no se han acercado para darle solución, o al menos para escucharlos.
Otro caso es el del relleno sanitario en Uriangato del cual la PAOT resolvió que no cumple con las normas, por lo que se le apercibió y tienen 30 días para atender 7 observaciones que se le hicieron de lo contrario se podría clausurar.
Eso tras una denuncia por parte de los habitantes de la comunidad de El Derramadero, mismos que bloquearon el paso al sitio y denunciaron que no cumple con la norma, además de que están en contra de la instalación de un crematorio.
Fue hasta finales de julio que se reanudaron las actividades en el lugar tras 50 días de suspensión de labores mientras se cumplimentaban las siete observaciones hechas por la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial (PAOT).
Mientras tanto, en el municipio de Tierra Blanca opera sin ningún tipo de control sanitario, sin separar residuos, con jaurías de perros invadiendo el lugar, y lleno de distintos animales de pastura muertos por la ingesta de plásticos provenientes del relleno.
Coincidiendo que el hedor, y la propagación de basura principalmente de material plástico se puede percibir y observar a gran distancia del relleno, esto al no haber un control adecuado para la recepción de residuos.