Virginia Flores mantiene viva la tradición desde hace 40 años en el arte de piñatas de Acámbaro

Acámbaro, Guanajuato.- Virginia Flores Ortega lleva 40 años realizando piñatas en el Mercado Sostenes Rocha de Acámbaro, ante la necesidad de sacar a sus hijas adelante un buen día decidió comenzar a realizar piñatas las cuales colocaba en su local, al paso del tiempo comenzó a tener encargos.

En todos estos años gente de municipios como León, Salvatierra, Jerécuaro, Tarandacuao y estados como Querétaro y hasta de la frontera han acudido a su local a comprar gran cantidad de piñatas en su mayoría se llevan más de 50. Hay gente que llega a su local a comprar desde una piñata hasta 70. “La gente con meses de anticipación me llaman o vienen a mi local a encargar sus piñatas, saben que tengo muchos pedidos por eso algunos desde junio o julio comienzan a decirme cuantas van a necesitar”.

En una ocasión al local de Virginia llego un señor que se llevó 180 piñatas el cual le comento que iba desde la frontera con Estados Unidos, así como el son varias las personas que acuden de otros lugares a comprar piñatas las cuales revenden en sus establecimientos otros las ocupan para adornar sus casas o para alguna celebración.

En el mes de marzo inicia comprando el material como periódico globos para comenzar a preparar las bolas que simulan las ollas donde se colocan los dulces o fruta, debe iniciar en ese mes para que el clima ayude a que se sequen, “llegando las lluvias no permite que se sequen las bolas, preparar el engrudo también lleva su tiempo y esfuerzo el costo de la harina y azúcar que le ponemos para que pegue cada día aumenta más el precio”.

Después de que tiene gran cantidad de bolas compra el papel mine gris que utiliza para la elaboración de los conos que simulan los picos de las piñatas, el papel de colores también lo empieza a cortar ya que cuenta con una gran cantidad de producto comienzo la elaboración de piñatas. Son meses de arduo trabajo el cual realiza con ayuda de una de sus hijas. Este año Virginia perdió gran parte de su trabajo a consecuencia de las lluvias, debido a que en el Mercado donde guarda su producto se mete el agua ocasionando esto que se mojara gran parte de sus bolas, “este año solo pude realizar 600 piñatas, varias bolas tuve que tirar debido a que se mojaron”.

La tradición de romper una piñata en las posadas o festejos no se ha perdido la gente continúa comprando este producto. Virginia vende a 45 pesos las piñatas a los dueños de dulcerías estos últimos las ofrecen a la población en 90 pesos. A diferencia de otros años este se le ha complicado conseguir el periódico con el que forra el globo para hacer las bolas. Las piñatas con ollas de barro solo las realiza sobre pedido.

“Hace 10 años me enfermé, me dio una embolia cuando me comencé a sentir mejor me vine otra vez al mercado a seguir haciendo mis piñatas, mis hijas me dicen que ya no puedo elaborarlas, pero no se estar sin trabajar además no puedo decirle a la gente que no les hago sus piñatas”.