“¿Tú a quién buscas?”; Retratan el día a día de las buscadoras en México

Redacción

México.- El próximo 17 de febrero y hasta el 14 de marzo se llevará a cabo en la frontera norte de México la Brigada Internacional de Búsqueda, en la que familiares y seres queridos de diversos países se reunirán para intentar encontrar a sus desaparecidos.

En ese contexto, la organización ‘A dónde van los desaparecidos’ publicó una crónica titulada ‘Buscando nos encontramos: paisajes de una brigada de búsqueda’, en la que se relata el día a día de los grupos de buscadoras que se dieron cita en la VI Brigada Nacional de Búsqueda, que se llevó a cabo en octubre del 2021.

El punto de encuentro es la ciudad de Cuernavaca, Morelos, donde confluyen cientos de mujeres que buscan a sus desaparecidos. Ahí hay una pregunta que se repite hasta el cansancio, pero cada respuesta es diferente: “¿Tú, a quién buscas?”.

Una de esas mujeres es Victoria Paz, de Iguala, Guerrero. A la pregunta, responde que busca a su esposo y a tres de sus hermanos, a quienes desaparecieron en 2013.

“Entre todas hay menos miedo, nos hacemos una sola”, dice.

Luego de los abrazos, los llantos y las historias, las mujeres se ponen manos a la obra. De las primeras actividades es instalar los llamados “buzones de paz” en la Catedral de Cuernavaca, y donde los habitantes pueden depositar información sobre personas desaparecidas de manera anónima.

Pero después la brigada se dirige a Tetelcingo, un lugar marcado por la desgracia, donde se descubrió que personal de la Fiscalía estatal abrió fosas clandestinas para dejar ahí decenas de cadáveres. Años atrás, la mamá y la tía de Oliver Wenceslao hallaron las fosas en las que el propio Gobierno aventaba a las personas como si fueran objetos desechables. Hoy las búsquedas siguen en el mismo sitio.

Tras esta parada, prosiguen las actividades. Ahora toca hablar en escuelas para hablar sobre la desaparición de personas. Antes, estas pláticas se dirigían a cientos de alumnos, pero la pandemia las redujo a solo cuatro estudiantes y un par de maestros. Ellos, sin embargo, serán concientizados por las desgarradoras historias de las buscadoras.

Después prosiguen a la búsqueda en terreno. Viajan a Yecapixtla, y aunque las primeras búsquedas no arrojan nada, una fuente anónima les dice que caven más profundo. Entonces surgen las evidencias de las matanzas en forma de tres restos óseos, y se utilizarán retroexcavadoras para seguir investigando.

Sin embargo, esto se hará a pesar de la presencia de elementos de la Fiscalía, que olvidaron llevar sus guantes y retrasan toda la operación. Además, se les debe recordar a las autoridades que los familiares tienen derecho a estar presentes en las exhumaciones. Por si fuera poco, buscadoras encuentran más restos en una casa de seguridad, justo donde elementos de la Fiscalía habían asegurado haber buscado semanas atrás sin encontrar evidencias de nada…

Luego toca visitar el penal de Jojutla, donde presentaron fotos de sus familiares y pidieron a los reclusos cualquier dato que puedan tener sobre su paradero. Pero apenas y son volteadas a ver en otra tierra donde también se encontraron fosas clandestinas auspiciadas por el Estado.

Ahora visitan a los policías del municipio, a quienes les reclaman que fueron elementos de su corporación los que desaparecieron a sus seres queridos años atrás, pero estos no se inmutan y parecen indiferentes. Semanas después platicarán la misma historia ante los policías de Cuernavaca. Estos sí se mostrarán más empáticos, pero nadie sabrá que tanto.

Una de las escenas más macabras de la brigada de búsqueda es la identificación de sus posibles familiares. Para ello, viajan a la sede de la Fiscalía General de Justicia de Morelos, en Cuernavaca, donde unos 30 familiares de personas desaparecidas analizan fotos de cuerpos y restos humanos. Las imágenes y la poca información sobre cada caso cambia cada tres minutos, pero ante los cientos de fotografías, las buscadoras piden acelerar el proceso y que las imágenes se cambien cada minuto.

Así, las mujeres siguen viendo rostros desfigurados, cuerpos con evidencia de tortura, esqueletos y fichas sin fotos, sin datos relevantes que les permitan identificar a sus seres queridos.

En total, las integrantes de la brigada miran 700 fichas de personas que, en su gran mayoría, no han sido identificadas; 500 de ellas, a decir de la Fiscalía, ya se encuentran en el Panteón Ministerial de Cuautla.

Así acabó la VI Brigada Nacional de Búsqueda el año pasado, y ahora estos escenarios se repetirán en el norte del país con personas de distintos países que buscarán en el desierto a sus desaparecidos en la Brigada Internacional de Búsqueda. Buscarán entre todas, unidas, sin conocerse, y haciéndose siempre la misma pregunta: “¿Tú a quién buscas?”.

JRP