Después de 100 años de su desaparición, México reintroduce el bisonte americano
Redacción
México.- Las amplias planicies de Coahuila atraen estos días la atención por la belleza de sus campos blanqueados por la nieve. Un viejo habitante de estas regiones ha vuelto a pastar: el bisonte americano, el mamífero terrestre más grande de América, ha sido reintroducido con éxito por las autoridades ambientales, esto luego de 100 años de su exterminación.
El búfalo, fue el rey de los amplios campos del norte de México. Hace 300 años, según la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, había en territorio norteamericano entre 30 y 60 millones de bisontes, pero “para 1880, desgraciadamente, la población se redujo a poco más de 1.000 individuos, debido a la destrucción y fragmentación de los pastizales, enfermedades y cacería”.
El proyecto para reintroducir al bisonte americano comenzó en el año 2009, cuando fue liberada una primera manada de 23 búfalos provenientes del Parque Nacional Wind Cave como parte de una colaboración entre México y Estados Unidos para recuperar la especie. Desde la Conanp explican que esta primera manada fue introducida en la Reserva de la Biósfera Janos, en el Estado de Chihuahua, con la esperanza de que repoblaran sus antiguos territorios.
La titular de la Semarnat, María Luisa Albores, informó el día de ayer a través de su cuenta en Twitter, que una segunda manada de bisontes americanos, introducida el año pasado, ha logrado asentarse en Coahuila, demostrando el éxito del programa para recuperar la especie.
“El establecimiento de manadas en México contribuye de manera importante a la recuperación de la especie a escala continental y es un ejemplo de éxito en la recuperación de especies en riesgo mediante la estrecha colaboración de diversos actores de la sociedad”, explican desde la Conanp.
El bisonte es un animal relativamente calmo, que pasa sus días comiendo pastizales, aunque también es un mamífero ágil, capaz de correr a unos 60 kilómetros por hora. En época de celos, los machos pueden liarse en duros enfrentamientos a cornadas por las hembras de la manada.
A pesar del éxito del programa para repoblar, las autoridades mexicanas admiten que el bisonte todavía es una especie en peligro. Las principales amenazas que los ponen en riesgo son la expansión de la frontera agrícola y la cacería, así como la falta de incentivos para que los rancheros de los Estados del norte del país se animen a criarlos y cuidarlos.
Con información de El País
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SZ
