Luego de ola de violencia, el transporte público de Taxco reanuda operaciones
Luego de una semana sin operar, el transporte público de Taxco volvió a funcionar tras la ola de violencia que se vivió en la región
Luego de una semana sin operar, el transporte público de Taxco volvió a funcionar tras la ola de violencia que se vivió en la región
Taxco, Guerrero.- Este lunes, después de una semana de suspensión debido a la situación de violencia que afecta al municipio de Taxco, se reanudó el servicio de transporte público.
Dos camionetas tipo Urvan y algunos taxis volvieron a ofrecer el servicio, respaldados por la presencia de policías estatales y bajo la vigilancia de la Guardia Nacional.
¿Por qué dejó de usarse el transporte público?
La suspensión del transporte público se implementó como medida de precaución y respuesta a un reciente ataque armado ocurrido el 20 de enero, cuando un chofer de la ruta Zócalo-Fovisste fue víctima de un atentado.
Este incidente generó un clima de inseguridad en el municipio, llevando a la suspensión de clases y a la reducción o cierre de horarios en varios negocios locales.
Con la presencia de fuerzas de seguridad, los transportistas decidieron retomar sus actividades, aunque algunos expresaron cautela ante la situación de violencia en la región. "El que no arriesga no gana. A ver cómo nos va", señaló el conductor de una camioneta del transporte público.
¿Continúa la ola de violencia en Taxco?
La reanudación del servicio busca normalizar la movilidad en Taxco, pero la comunidad permanece atenta a la evolución de la situación de seguridad en la localidad.
Autoridades locales y fuerzas de seguridad mantendrán la vigilancia para garantizar la seguridad de los usuarios y trabajadores del transporte público en la zona.
La violencia en algunas regiones de Guerrero ha sido un desafío persistente, y las autoridades continúan trabajando para abordar las causas subyacentes y mejorar las condiciones de seguridad para los residentes y visitantes en la zona.
La reactivación del transporte público es un paso hacia la normalización de las actividades cotidianas en Taxco, con la esperanza de que las condiciones de seguridad mejoren en el futuro cercano.
