Más del 90% de las víctimas de violencia digital son mujeres y personas disidentes
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El aumento de los ataques en línea durante la pandemia resalta la necesidad urgente de medidas efectivas para proteger a las mujeres y personas disidentes (Foto: Twitter)
Ciudad de México, México.- En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (25 de noviembre), la organización transfeminista Luchadoras presentó su informe más reciente sobre la violencia digital, revelando que entre 2020 y 2023 recibieron 2,049 solicitudes de apoyo de personas que han experimentado este tipo de agresiones.
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El aumento de los ataques en línea durante la pandemia resalta la necesidad urgente de medidas efectivas para proteger a las mujeres y personas disidentes (Foto: Twitter)
De estas, el 90.97% fueron mujeres y personas de la comunidad LGBTQ+, lo que destaca que este fenómeno afecta desproporcionadamente a las mujeres y a las personas disidientes sexogenéricas en México.
Un patrón de control y venganza digital
Uno de los hallazgos más alarmantes es que el 37.03% de los agresores eran exparejas, lo que evidencia un patrón recurrente de control, acoso y venganza digital.
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El aumento de los ataques en línea durante la pandemia resalta la necesidad urgente de medidas efectivas para proteger a las mujeres y personas disidentes (Foto: Twitter)
Este tipo de violencia trasciende las relaciones físicas y se traslada al ámbito digital, donde las redes sociales, el sexting y las plataformas de mensajería se convierten en herramientas para ejercer violencia.
El informe señala que el 24.69% de los casos implican la difusión de contenido íntimo sin consentimiento, una práctica utilizada como táctica de control tras rupturas de relaciones, donde las víctimas ven su privacidad vulnerada y su seguridad puesta en riesgo.
Además, el informe también documenta el impacto que el confinamiento por COVID-19 tuvo en el aumento de la violencia digital.
Durante los primeros meses de la pandemia, Luchadoras registró un incremento del 48% en los casos reportados, lo que pone de manifiesto cómo las dinámicas sociales migraron rápidamente al espacio digital, exacerbando las desigualdades estructurales y las violencias ya existentes.
Nuevas formas de agresión: zoombombing y doxing
Entre las nuevas tácticas de violencia digital, el zoombombing se destacó como un fenómeno creciente durante la pandemia. Los agresores irrumpían en videollamadas, acosando y compartiendo contenido sexual no solicitado, afectando principalmente a mujeres.
Por otro lado, el doxing, que implica la exposición de información personal sin consentimiento, afectó a muchas activistas feministas y creadoras de contenido, exponiéndolas a ataques organizados en sus entornos laborales y académicos.
Un aspecto clave del informe es la crítica a la insuficiencia de respuestas por parte de las plataformas digitales. Según los datos recopilados, el 57.80% de los ataques se registraron en plataformas de Meta (Facebook, Instagram y WhatsApp), pero la respuesta lenta y los sesgos algorítmicos han perpetuado la violencia digital.
A pesar de esfuerzos como el programa Stop NCII (Alto a las imágenes no consensuadas), la falta de políticas más estrictas sigue siendo uno de los mayores obstáculos para frenar estos ataques.
El impacto físico y emocional de la violencia digital
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El aumento de los ataques en línea durante la pandemia resalta la necesidad urgente de medidas efectivas para proteger a las mujeres y personas disidentes (Foto: Twitter)
El informe también destaca que la violencia digital tiene consecuencias devastadoras en la salud física, mental y social de las víctimas. Sofía, una de las mujeres acompañadas por Luchadoras, relató cómo fue víctima de ataques masivos tras la publicación de un video en redes sociales. La difamación, el acoso y la exposición de su información personal pusieron en riesgo su seguridad y la de su familia, lo que subraya los riesgos reales y tangibles que las víctimas enfrentan en el mundo digital.
Para abordar esta problemática, Luchadoras hace un llamado a la construcción de espacios digitales seguros, donde las mujeres y disidencias puedan interactuar sin miedo a ser atacadas o silenciadas.
Esta iniciativa busca que tanto las plataformas digitales como las autoridades y la sociedad en general adopten políticas más estrictas y efectivas para prevenir y erradicar la violencia digital de género.
El informe también ofrece recomendaciones clave para quienes acompañan a víctimas de violencia digital:
- Escuchar activamente: Crear un espacio de confianza donde la víctima no se sienta culpable por la violencia sufrida.
- Informar sobre las alternativas de apoyo: Orientar a la víctima sobre los recursos disponibles como asistencia legal, apoyo psicológico y medidas de seguridad digital.
- Documentar las evidencias: Guiar a la víctima en la recopilación de pruebas, como capturas de pantalla y mensajes, que pueden ser cruciales para acciones legales o denuncias.
- Apoyar la seguridad digital: Ayudar a implementar medidas de protección en las cuentas y dispositivos de las víctimas, como el uso de contraseñas seguras y la verificación en dos pasos.
- Respetar la agencia de la víctima: No imponer soluciones, sino trabajar en conjunto con la víctima para explorar opciones que se adapten a sus necesidades y contexto.