¿Por qué hay paro de limoneros en Michoacán? Aquí los detalles
Los productores del cítrico exigieron el cese del cobro de piso y esperan que se regule el bajo costo del fruto en el mercado
Ciudad de México, México.- Las empacadoras del municipio de Apatzingán, Michoacán, permanecen cerradas por segundo día consecutivo, en una medida de presión destinada a exigir el cese del cobro de piso, una práctica que ha afectado gravemente al sector agrícola local. La decisión de continuar con el paro se mantiene firme a pesar de los esfuerzos de las autoridades por resolver la situación.
Ayer, se llevó a cabo una reunión entre autoridades estatales y mandos militares para abordar la crisis. Sin embargo, los detalles específicos de la reunión no fueron revelados, y la falta de información ha contribuido a la incertidumbre y la desconfianza entre los empacadores y productores.
Hoy, el secretario de Gobierno, Carlos Torres Piña, tiene previsto reunirse con productores, empacadores y cortadores de limón en el Tianguis Limonero. Este encuentro tiene como objetivo principal atender las demandas de mejores condiciones de seguridad y abordar las preocupaciones de los trabajadores del sector.
¿Qué ha hecho el gobierno ante esta situación?
La Secretaría de Seguridad Pública ha intensificado el despliegue de seguridad tanto aéreo como terrestre en la región. Hasta el momento, no se han reportado ataques a empresas o trabajadores, lo que indica que, por ahora, las medidas de seguridad están funcionando para evitar incidentes mayores.
A pesar del aumento en la presencia de seguridad, la tensión persiste en el sector. Según datos proporcionados por las autoridades estatales, aproximadamente el 80 por ciento de las empacadoras en Apatzingán y un 70 por ciento en el municipio vecino de Buenavista permanecen cerradas.
Este cierre no solo responde al cobro de piso, sino también al reciente desplome en los precios del limón, que ha agravado la situación económica de los empacadores.
El cierre prolongado de las empacadoras ha generado una significativa preocupación entre los productores y trabajadores del limón, que enfrentan una doble amenaza: la presión del crimen organizado y la caída de los precios del fruto.
La incertidumbre sobre cuándo y cómo se resolverán estos problemas mantiene a la industria en un estado de alerta.
Se estima que la decisión de mantener las empacadoras cerradas podría extenderse durante esta semana, en espera de una mejora en el precio del limón y un incremento en la seguridad.
Los empresarios del sector y las autoridades locales están a la espera de avances concretos en las negociaciones y acciones gubernamentales que puedan restablecer la normalidad en las operaciones y asegurar un entorno de trabajo seguro.
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