El Baile del Clima: Cómo las Estaciones Dirigen Nuestra Rutina Diaria
Cada una de las cuatro estaciones tiene sus aspectos positivos y negativos. El invierno puede ser extremadamente frío y nevado, pero también trae consigo la emoción del Año Nuevo. La primavera puede ser húmeda y embarrada, pero es gratificante presenciar el florecimiento de las flores y la renovación de la naturaleza. El verano puede ser caluroso, pero disfrutamos de los días más largos. El otoño puede ser lluvioso, pero nos deleita con su paleta de colores.
Además de las características externas que todos perciben, las diferentes estaciones afectan a las personas de distintas maneras. La salud física y mental, los niveles de actividad, las necesidades y los deseos se ven transformados. Analicemos cada estación para descubrir exactamente cómo la primavera, el otoño, el verano y el invierno influyen en las personas.
Primavera: ¿nueva vida?
El cambio en el estado de una persona con la llegada de la primavera se puede explicar por el hecho de que durante los largos meses de frío constante, cielos grises y precipitaciones, a menudo se observa fatiga, somnolencia, irritabilidad y disminución del rendimiento. Por eso, con la llegada del primer sol y alta temperatura, se despierta en las personas un interés sin precedentes por la vida. La somnolencia disminuye, lo que indica un incremento en la energía y la alerta. Esto no solo mejora el rendimiento, sino también fortalece el funcionamiento de los sistemas inmunológico y nervioso.
No obstante, no todo es tan positivo como parece. Después de soportar un duro invierno, es natural que el cuerpo se sienta un tanto fatigado. Para evitar enfermarse durante el invierno, el cuerpo ha utilizado todos sus recursos posibles y se encuentra agotado. La piel opaca, el cabello quebradizo y la exacerbación de enfermedades crónicas son signos de deficiencias vitamínicas que pueden tener consecuencias graves.
Verano: sol, calor y alergias
Las horas de luz continúan aumentando, mientras que el sol mejora el estado de ánimo, combate la depresión estacional, reduce el estrés, mejora la calidad del sueño y promueve la producción de vitamina D. Los días más calurosos suelen llegar en julio, especialmente en las zonas costeras. Es importante prestar atención al clima en Tijuana o San Diego.
El estado de ánimo psicoemocional de la mayoría de las personas en primavera y verano suele ser mejor que en invierno y otoño: cuando hace sol y calor afuera, es más fácil afrontar el estrés y preocuparnos por los acontecimientos negativos.
Sin embargo, el verano contribuye a la manifestación de reacciones alérgicas. El verano es un auténtico infierno para los alérgicos. Después de todo, desde finales de primavera hasta septiembre, ciertas plantas florecen, provocando una serie de síntomas desagradables: tos, picazón y congestión nasal. Si nota esto, le recomendamos que se haga una prueba de alergia.
Otoño: Desvanecimiento
En otoño, muchas personas experimentan síntomas como un estado de ánimo decaído, fatiga, irritabilidad y falta de energía. Esto puede deberse en parte al fin de la temporada cálida, el regreso a la rutina laboral o educativa, así como a emociones negativas asociadas. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la causa subyacente de esta tristeza radica en una disminución de los niveles de vitaminas en el organismo, lo que se conoce como deficiencia vitamínica estacional o hipovitaminosis.
Además, durante el otoño, se observa un incremento significativo en las exacerbaciones de diversas enfermedades crónicas, principalmente de tipo gastroenterológico, neurológico y cardíaco. También es común experimentar un aumento en los resfriados durante esta época del año.
Invierno: Nieve y frío
Durante los meses de invierno, muchas personas experimentan síntomas de depresión a medida que los días se acortan y la exposición a la luz solar disminuye. Esto puede conducir a una reducción en los niveles de serotonina y un aumento en la fatiga general.
El invierno también se conoce como la época del año en la que la gente gana algunos kilos. Una revisión reciente de la investigación sobre este tema encontró que, en promedio, el peso aumenta entre 0,5 y 1,3 kg durante el período navideño.
Las bajas temperaturas invernales no sólo pueden resultar incómodas, sino también peligrosas. La exposición prolongada al frío puede aumentar el riesgo de hipotermia, una condición que puede ser especialmente peligrosa ya que puede desarrollarse sin que la persona afectada sea consciente de ello.
Conclusión
Ahora que sabes cómo afectan las estaciones a una persona, puedes predecir qué te sucederá a lo largo del año. También puede monitorear el clima usando el mejor widget tiempo y comprender cuándo tomar medidas para reducir el impacto del cambio de estaciones.