Día de San Miguel Arcángel: ¿El 29 de septiembre se abren las puertas del infierno?
San Miguel es el arcángel más reconocido, guarda una interesante relación con el diablo y las flores de pericón. Aquí te explicamos su conexión
San Miguel es el arcángel más reconocido, guarda una interesante relación con el diablo y las flores de pericón. Foto: Especial
Ciudad de México, México.- El Día de San Miguel Arcángel se celebra este 29 de septiembre y se asocia con la creencia de que el diablo queda libre, un mito similar al del Día de San Bartolo el 24 de agosto. En estas fechas, es común encontrar cruces de flor de pericón, conocida como yerbaniz, como medida de protección.
Pero, ¿qué relación existe entre San Miguel Arcángel, el diablo y estas flores? Aquí te compartimos la curiosa conexión entre estos elementos durante el 28 y 29 de septiembre.
¿Quién es San Miguel Arcángel?
San Miguel es el arcángel más reconocido entre los siete que existen. Se le considera un valiente guerrero espiritual y, en varias religiones como la judía, cristiana y católica, es conocido como el líder de los ejércitos de Dios.
En representaciones religiosas, San Miguel se muestra como un arcángel armado con una espada, desafiando al demonio. Según la creencia, su rol es detener las fuerzas malignas de Lucifer o Satanás.
El Día de San Miguel Arcángel se celebra el 29 de septiembre. Se cree que, en esta fecha, San Miguel descansa, permitiendo al diablo salir del infierno y causar problemas y desgracias. Es por ello que se colocan cruces de flores de pericón en la noche del 28 de septiembre como una forma de protección.
¿Qué relación tiene el Día de San Miguel Arcángel con las flores de pericón o yerbaniz?
Las cruces de flores de pericón son colocadas, sobre todo en zonas rurales, en casas negocios y hasta en el campo, durante las noches del 28 de septiembre, pues se cree que sirven como protección contra el diablo.
De acuerdo a las creencias religiosas, el diablo sale del infierno ya que San Miguel Arcángel se toma un descanso este 29 de septiembre, y con ello los devotos protegen sus hogares y trabajo con flores de pericón o yerbaniz evitando que ocurran desgracias.
Esta creencia, de origen náhuatl, está arraigada en la cultura y la fe de muchas comunidades en México.
