Olimpia Osorio: “Sí, una mujer puede vivir para el arte”
Juana Adriana Rocha
Guanajuato.- “El arte es una materia de relleno cuando en realidad es tan importante como las matemáticas”, considera la pintora e ilustradora Olimpia Osorio. Aunque creció rodeada de personas con sensibilidad para la música y la danza, en la infancia los prejuicios la alejaron de las artes.
Hoy en día pintar, bailar y compartir su talento a través de la docencia con chicos de secundaria, son las actividades que la mantienen en equilibrio, siempre creando.
“Soy la única de la familia que he estudiado artes. Cuando les dije: ‘te vas a morir de hambre’, ‘¿y eso qué es?’, ‘¿eso se estudia?’”, cuenta sobre las reacciones a la carrera que eligió.
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Mientras era alumna de la Preparatoria Oficial en la ciudad de León, respondía de manera automática que sería abogada: “no hay que decirles a los niños ‘estudia esto’, o ‘vas a ser esto’, porque es un chip que te crean y tú ni siquiera sabes por qué contestas ¡abogado!”
“He tenido compañeros que desde chiquitos dibujaban, yo empecé a dibujar en prepa. Entonces mi proceso artístico ha sido por esta limitante, mi papá decía: es que es una perdedera de tiempo”, refiere Olimpia.
Después de la preparatoria cursó un diplomado donde tuvo acercamiento a técnicas clásicas aprendió sobre la figura humana. En ese momento encontró la conexión entre sus talentos.
La danza
Hay tres generaciones de músicos en la familia materna de Olimpia. Actualmente, su madre y hermana dedican su vida a la danza. Sin embargo, le cuesta admitir que proviene de una familia de mujeres artistas, porque todas enfrentaron diversos obstáculos antes de abrazar su vocación.
“Me costaba plantearlo así porque mi mamá es maestra de secundaria, estudió para enseñar matemáticas Ella es de Mérida, en Mérida era una mujer muy inquieta que estaba en gimnasia y baile folclórico”, cuenta, pero agrega que luego de casarse y mudarse a Guanajuato, dejó de bailar.
Hasta el divorcio de sus padres, su madre retomó el folclor e involucró a Olimpia y su hermana, a través de su grupo de danza.
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“A mí me hubiera gustado mucho estudiar algo relacionado al baile, fue como mi sueño frustrado, pero también sabía mis limitantes en esta área, yo sabía que empecé a los 12, a los 12 en el folclor ya eres experto cuando lo traes, lo vives y creces. Le tengo demasiado respeto a los bailarines, eso es, es mi hobby el baile”, relata.
Sin embargo, la danza, las posibilidades del movimiento del cuerpo, es un tema que ha permeado en su trabajo visual y ha dado identidad a su obra.
Mujeres en el arte: trabajo, no pasatiempo
Desde su rol como docente, Olimpia Osorio tiene un objetivo claro: visibilizar el papel de la mujer en el ámbito artístico.
Recuerda que a lo largo de la enseñanza básica los profesores “te daban la historia del arte con puros músicos hombres, artistas hombres, entonces siempre la historia del arte va contada por hombres, porque no sé si así se las contaron a ellos y ellos sólo como maestros, como instructores te lo replican”.
Nombres como el de la escultora Camille Claudel salieron a flote en su formación y le revelaron la existencia de toda una lista de mujeres ocultas tras la figura de un hombre (Rodin, en el caso de Claudel), o un pseudónimo masculino.
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Como siempre, la teoría no coincide con la práctica, notó al llegar a la carrera de Artes Plásticas en la universidad: “en mi grupo éramos 15, y teníamos tres compañeros hombres. Y esto te dice, wow, algo está pasando que se está transformando, como en la historia del arte viene tanto hombre y aquí en la actualidad sólo hay tres en la representación de un grupo”.
El arte nunca se incluyó en la educación de las mujeres como una profesión, un modo de vida o una oportunidad de obtener ingresos, sino como un pasatiempo, una actividad con la cual llenar los tiempos de ocio, reflexiona Olimpia.
“Hay que romper este paradigma de hacer arte porque es decorativo o bonito, tiene una esencia, una importancia, un por qué. El arte es complejo en el sentido de quién lo ve, quién lo hace, quién lo siente, y jamás podría hacer un mal”, considera.
Sus proyectos
La artista trabaja en dos proyectos educativos enfocados a sus grandes pasiones. El primero de ellos una lotería digital que contenga elementos relacionados con el arte, desde los utensilios de un pintor hasta episodios de su evolución.
El segundo es un catálogo de bailes típicos del estado. Olimpia ilustrará los vestuarios de coreografías como la danza del rebozo, de Jaral del Progreso; cada imagen irá acompañada de una breve semblanza, un fincha informativa. Este proyecto en particular busca fortalecer la identidad guanajuatense en los jóvenes.
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