Adversarios que tienen dientes
Lo malo de andar viendo adversarios por todos lados es que eventualmente te topas con uno. Por supuesto, no es lo mismo que cualquier ciudadano de a pie diga que Chano o Juan son sus enemigos a que lo diga el señor presidente de la República. Ahí la medición de fuerzas se pone en juego y vamos a ver quien es Pedro sin miedo para ponerse con Sansón a las patadas. Pero, de repente, entre tantos, sale alguno que se atreve a echarse para adelante y a enseñar los dientes.
Dicen por ahí que el valiente vive hasta que el cobarde quere y ya sabemos que los dichos populares son píldoras de verdad. Resulta que hace algunos meses, la 4T filtró información y dio a conocer que iban detrás de Carlos Ahumada. La rumorología se activó y ya se sabe que tan famoso personaje es dinamita pura y si no me creen, bastaría preguntarle a Rosario Robles que podrá confirmarlo.
Carlos Ahumada es un pájaro de altos vuelos y cuentas gordas. Es un hombre que quienes lo conocen, saben que es sagaz y sumamente inteligente. Cuenta la leyenda que al llegar a México, era una persona que no traía muchos pesos en la bolsa. Y, a base de astucia fue acumulando caudales y subiendo en la escala social. Supo hacerse de amistades en el terreno político y conoce como moverse en terrenos fangosos.
Se fue a vivir a su tierra natal, Argentina. Parece que la 4T quiere ir hasta allá por él. Lo que no pensaron fue que Ahumada no es una planca palomita ni un corderito obediente que va a ir a donde le digan. Y, ya empezó a enseñar que tiene dientes y pueden resultar filosos. Afirmó que cuenta con información que no le va a caer bien al presidente Andrés Manuel López Obrador ya que se trata de datos sobre funcionarios que actualmente están en funciones en su Gobierno.
Así que al son de regando y camiando para no hacer hoyos, se puso manos a la obra y dijo: “No quiero hablar de Thalía Lagunes, oficial mayor actual de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; no quiero hablar de Reyna Basilio, jefa de compras actual de Pemex; no quiero hablar ni dar información sobre Horacio Duarte, director general de aduanas y así puedo seguir”, según reporta El Financiero.
Carlos Ahumada ya se puso en acción, pidió al Gobierno mexicano que lo deje vivir en paz. “Que cese la sed de venganza y concéntrese (presidente) en solucionar los problemas que tiene México, especialmente la ciudad. No he cometido ningún delito ni este año ni el año pasado, déjenme en paz”. Al respecto de su extradición, Ahumada dijo que no importa cuántas causas judiciales “se inventen” las autoridades, y afirmó que son informes “falsos y mentirosos”.
A la distancia uno observa y se le activa la memoria. Desde luego, antes de que Carlos Ahumada cayera en desgracia, tenía muchas amistadas entre los que ahora militan en la 4T. Puede ser que se trate de puras habladas, que se le afloje la lengua como estrategia y que en realiad no tenga nada que decir. Pero, ¿qué tal que sí tiene algo que revelar? Es posble que Ahmada tenga memoria y recuerde aquellos años en los que entregaba fajos de billetes con ligas, tal vez, el maestro Bejarano no fue el único.
Puede ser que desde el púlpito presidencial, los adversarios se vean muy chiquitos, que desde la perspectiva de Palacio Nacional haya una legítima voluntad de poner los puntos sobre las ies y que quieran traer a Ahumada desde Argentina para que explique cómo le hizo para hacerse tan rico en tan poco tiempo y le quieran preguntar si el tiempo que pasó en la cárcel fue suficiente para expiar todas sus culpas. Puede ser
También puede ser que Ahumada tenga dientes y que esté en posibilidades de sacarle algunos trapitos al sol a más de algún funcionario en activo. Todo puede ser y todo puede quedarse en el terreno de la especulación. Y, como dijera el expresidente Fox: ¡Sopas! Ahora sí veremos de qué color pinta el verde, o en todo caso, el amarillo de Morena. Porque entre estos personajes, el más chimuelo masca tuercas y no pueden olvidar que los adversarios con dentes, muerden.