ALEJANDRA GUTIÉRREZ, LIDERESA DE ALCALDES PANISTAS: GLAMOUR Y EFICACIA
SÍ… Desde luego que algo positivo podrá tener para la imagen y trayectoria política de Alejandra Gutiérrez Campos: la buena relación que tiene como el líder nacional del PAN, Marko Cortés, quien le ha distinguido en varios momentos con algunas deferencias desde la campaña hasta ahora que ya asumió el cargo.
LA PREGUNTA. El punto es qué le abona a su gestión como presidenta municipal de León la elección que la confirma como la líder nacional de la Asociación Nacional de Alcaldes, el frente que agrupa a los alcaldes panistas del país.
LOS EFECTOS. Vamos, más allá del glamour de destacarse como una de las cercanas de la dirigencia nacional blanquiazul, para que el ciudadano común pueda vitorear en uno o dos años ese nombramiento tendría que haber un efecto positivo para sus gobernados: y eso significa la gestión de más recursos para la ciudad que gobierna.
BÁRBARA. Es la primera mujer panista que encabeza la ANAC, aunque no es la primera alcaldesa de León que encabeza una agrupación de alcaldes. La priista Bárbara Botello ya fue presidenta de la Federación Nacional de Municipios de México entre 2013 y 2014.
LA DUDA. ¿Ganaron algo los leoneses con ese nombramiento? En el discurso ella diría que sí porque siempre presumió su capacidad de gestión. No obstante, a diferencia de Gutiérrez Campos, ella tenía la ventaja de que el entonces presidente de la república Enrique Peña Nieto era de su mismo partido y eso incrementaba la posibilidad de gestiones exitosas.
EL “PERO”. Y pudo haberlas aunque al final fueron opacadas por los escándalos de irregularidades de aquel trienio.
CON PARED. Hoy, Alejandra Gutiérrez es presidenta de esta agrupación de alcaldes en el sexenio en el que gobierna Andrés Manuel Obrador. Es evidente que su labor será la de contrapeso. El que manda y reparte recursos no es de su partido. Tan simple como eso.
LÍMITES. Así las cosas, habrá que dar su exacta dimensión al nombramiento de Gutiérrez Campos. Frente a la resistencia de la 4T y su determinación a restringir recursos a estados y municipios, quizá a la alcaldesa de León solo le sirva para ejercer a nombre de muchos, el derecho al pataleo. Desgraciadamente, no mucho más.
LA DEL ESTRIBO…
No es de sorprender que, razonablemente, la comisión de Seguridad del Congreso local, encabezada por Martín López, haya decidido abrir espacio para una mesa de trabajo adicional en la revisión de la iniciativa del ejecutivo para trasladar de la secretaría de Gobierno a la de Seguridad del Estado la facultad de expedir y controlar las licencias de conducir en el estado.
Ayer, el propio exsubsecretario de Gobierno y su compañero, Bricio Balderas, expresaron sus dudas ante asesores y funcionarios del gobierno estatal las implicaciones y riesgo en el manejo de datos personales con la reforma propuesta.
Lo que sí llama la atención es que la semana pasada, los azules en la comisión de Gobernación querían sacar “fast track” el dictamen de la ley que le corresponde a la comisión de Gobernación donde ya ordenaron el dictamen en sentido positivo.
Pero falta que se apruebe acá para que salga completa la faena. Con lo que se vio ayer, ¿cuál era la prisa de sacarlo al ‘ahí se va’?
C on ingenuidad y entreguismo hace tres años, el entonces regidor del PRI Alfonso Orozco le daba el aval a la elección de Leopoldo Jiménez Soto como contralor municipal del segundo trienio de Héctor López Santillana.
“El día de ayer le dimos un voto de credibilidad a Leopoldo Jiménez Soto apelando a su experiencia, sin embargo, el día de hoy convocamos a su congruencia para que demuestre que no es un contralor ‘carnal’ o un funcionario a modo”.
Una ternurita la declaración de Orozco quien creyó que todo era una cuestión de confianza en un sistema de selección y un marco legislativo que le pone en bandeja de plata al gobierno en turno la oportunidad de poner a quien le dé la gana.
Hace seis años, se designaba a Esteban Ramírez como contralor Municipal en León. Hace tres, el ungido era Leopoldo Jiménez Soto. En ambos casos, no había duda en el origen de que se trataba de personajes cercanos al PAN.
Ramírez Sánchez había trabajado en gobiernos emanados de Acción Nacional y llegaba al gobierno de López Santillana tras un trienio de la administración PRI-Verde con un solo objetivo: afinar la embestida contra Bárbara Botello que había dado motivos para dar y prestar.
Cumplió con su cometido y no hubo ninguna indagatoria importante en contra de López Santillana. Hoy forma parte del cuerpo de asesores de la fracción del PAN en el Congreso local. Su cercanía al PAN es incuestionable.
Hace tres años, se votaba el nombramiento de Leopoldo Jiménez, precedido de señales mediáticas que confirmaban su cercanía al panismo y hasta como porrista del alcalde López Santillana. Su desempeño, salvo algunos destellos fue condescendiente sobre todo cuando llegaron los temas polémicos casi al cierre del sexenio de López Santillana.
Ahora, más allá de la voluntad de Alejandra Gutiérrez, habrá que ver la reacción y calificación de regidores como Arturo Sánchez Castellanos quien ya demostró cuando se eligió al comité de selección que trae el ánimo de una elección mucho más equilibrada y en la que, al menos, elijan un perfil con menos compromisos con el poder actual aunque eso sea mucho pedir.
Ser un diputado o diputada faltista no es un argumento que en automático descalifique la labor de un legislador pero sí nos habla de su falta de compromiso.
Del mismo modo, ser cumplidor y cumplidora en todos sus deberes de representante popular tampoco es suficiente para aplaudirle a un legislador sobre todo si no se destaca mucho en la exposición de sus ideas y su facilidad para el debate.
Sirvan ambos datos como antecedente al reporte complementario del Observatorio Ciudadano Legislativo del Congreso local en el que se destaca que los exdiputados locales del PRD, Isidoro Bazaldúa y Angélica Yáñez, quien terminó sin partido; y el reelecto de Morena, Ernesto Prieto Gallardo, fueron los más faltistas de la anterior legislatura según un análisis comparativo de los integrantes del Observatorio Ciudadano Legislativo.
En el informe final de la anterior legislatura, segundo anual desde su creación, en el análisis del desempeño por cada legislador, los datos de hecho señalan que Yáñez fue la única de todos los integrantes de la pasada legislatura que no asistió a una sola de las comparecencias de funcionarios estatales a la glosa del informe más reciente del ejecutivo.
Mientras tanto, Bazaldúa solo asistió según el reporte a un tercio de esas comparecencias y el morenista Prieto, al 17% de las mismas.
Los diputados son analizados en tres rubros; índice de transparencia y eficiencia legislativa; índice de eficiencia presupuestal y de fiscalización y finalmente en índice de impacto social y agenda legislativa; este último es igual para todos los integrantes de una fracción.
En el primer caso, se analiza la asistencia y votación en comisiones y sesiones del pleno mientras que en el segundo su votación sobre informes de auditorías y asistencia a comparecencias.
Los tres diputados mencionados muestran calificaciones más bajas del informe 2020 a 2021; Bazaldúa por ejemplo, baja del 88% al 72% en el rubro de asistencia a votaciones al pues tiene una buena asistencia al pleno pero solo reportó el 50% de presencia en comisiones y 38% de votación en las mismas.
Angélica Yáñez, mientras tanto, cae ligeramente de 93 a 89% en asistencias que es una cifra aceptable pero se desploma en temas de fiscalización al registrar cero en la asistencia a comparecencias en glosa. En la suma de este rubro, en 2020 su porcentaje es de 47% y en 2021 de 77%.
Por su parte, Prieto tiene un aceptable 83% en asistencias en ambos años pero en la de participación en temas de fiscalización tiene un 50% global en 2020 y logra recuperarse en 2021 a 79%, aun cuando solo acudió al 17% de las comparecencias.
El resto de los diputados tienen calificaciones mucho más regulares que rondan entre el 80 y el 100% de cumplimiento.
Destacan con porcentajes de entre 95 y 100% los panistas Rolando Alcántar, Paula Bañuelos, Cristina Márquez, Noemí Márquez, Jesús Oviedo, Armando Rangel, Emma Tovar, José Guadalupe Vera, Katya Soto y Víctor Zanella.
De Morena solo destacó Magdalena Rosales; del PRI, Celeste Gómez, José Huerta, Lupita Guerrero y Hugo Varela.
Del Verde destacó Vanessa Sánchez; de Nueva Alianza, Juan Elías Chávez y de Movimiento Ciudadano, Jaime Hernández Centeno.
Entre éstos que pudiéramos decir, son los más cumplidos por sus asistencias, hay algunos que poco trascendieron a la hora de los debates pero ya pueden decir que, al menos, faltistas no son.