Domingo, 20 Abril, 2025

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AMLO: los desaparecidos y la voluntad de no saber

Opinión

Don Giovanni

1.- AMLO: los desaparecidos y la voluntad de no saber

 
 

Durante la semana, el último ataque directo a una buscadora de personas desaparecidas ha inundado los informativos a nivel nacional e internacional, pero el hombre más informado de México no tiene mayores informes del caso.

La respuesta de Andrés Manuel López Obrador ayer en su conferencia mañanera de “no tener el informe” del caso de la salmantina Lorenza Cano Flores, no sólo es una reacción coyuntural; es en realidad el reflejo de su postura frente a la tragedia de las personas desaparecidas en México. Su voluntad, no ha dado para entender y dimensionar el problema.

Lorenza fue desaparecida por sujetos que mataron a su esposo y su hijo. Ella buscaba a su hermano desde hace casi cinco años. Historias como esas se repiten impunemente en todo el país y, al menos en Guanajuato, ya hay al menos cinco casos que terminaron con desenlaces fatales para familias que cometieron el grave pecado de buscar a sus seres queridos.

Hechos de violencia, son hechos de violencia. A diferencia del caso de las masacres de jóvenes estudiantes en Salvatierra y Celaya, donde las respuestas del presidente resultaron revictimizantes, en esta ocasión ni siquiera atinó a una respuesta sensata.

El problema de las personas desaparecidas en México no sólo es grave como consecuencia de la prolongada crisis de violencia, también lo es por la respuesta sistemática del Estado mexicano en todos sus niveles sin importar los colores. Los presupuestos limitados, el ocultamiento de datos, la negligencia, pero sobre todo la impunidad, son visibles en Guanajuato y el resto del país.

Si bien la crisis ya era crisis desde antes de que llegara López Obrador al poder, la expectativa de una verdadera voluntad política para avanzar en el tema se sembró desde el primer momento. Con Alejandro Encinas como subsecretario de derechos humanos y Karla Quintana como titular de la Comisión Nacional de Búsqueda, se estructuraron los trabajos.

Pero ya no queda nada de esa estructura. Se propició un quiebre absoluto con la realización de un censo de personas desaparecidas con el que se pretende tirar por la borda un registro nacional que apenas tomaba forma, mientras fue patente el fracaso en la búsqueda de la verdad en el caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Tanto Quintana como Osuna, están fuera del gobierno.

Ni que decir del desprecio que el propio presidente ha tenido respecto a los colectivos de búsqueda. La lógica facciosa de los políticos en su máxima expresión, sólo condolidos cuando la causa les favorece como opositores.

2.- El estrangulamiento a la OSUG

 
 

Parece paradójico que justo después de recibir el Premio Estatal de las Artes, la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato (OSUG) se encuentre en la incertidumbre, sin un presupuesto ni proyectos claros y, de forma insólita, sin una dirección firme que mantenga la excelencia con la que ha engalanado a los guanajuatenses desde hace más de 70 años.

“Es una gestión diferente y hay que cerrar ciclos”, fue la respuesta de la rectora general Claudia Susana Gómez López a los músicos cuando, en diciembre del año pasado los integrantes fijos de la orquesta reclamaron ser tomados en cuenta ante la salida de su último director, Roberto Beltrán Zavala.

Sin embargo, la protesta de los músicos iba más allá. Más que una causa personal, se trató de una exigencia institucional ante la influencia de un funcionario universitario empeñado en ponerles escollos: el director de extensión cultural, Osvaldo Chávez Rodríguez.

Tras ser ratificado, mantuvo la misma actitud para sabotear la OSUG evidenciando que su único obstáculo era Beltrán Zavala. Sin el reputado director, todo indica que tiene vía libre para desmantelar un patrimonio cultural y artístico que representa tanto a la máxima casa de estudios del estado, así como al estado mismo.

No se puede estar en contra de la convicción de la rectora de la UG de buscar a una mujer para la dirección de la OSUG, el problema es que entre los primeros nombres que se han lanzado no se observa la fortaleza que prometió. Grace Echauri, Laura Reyes y Juan Carlos Lomónaco, carecen precisamente del bagaje que todos los directores han tenido.

“Desde 1997 he admirado profundamente a la OSUG. Entonces, tengo solo una intención: reconocerla y permitir que se siga cohesionando, que siga consolidándose, que siga mejorando su desempeño”, así lo sostuvo la rectora de la UG en diciembre. Quizá falta transmitirlo a su director de extensión cultural, empeñado en todo lo contrario.

3.- La contienda que se viene en la capital

 
 

Con la determinación de Alejandro Navarro Saldaña para quedarse en funciones como alcalde de Guanajuato, mientras su esposa, Samantha Smith Gutiérrez, se lanza como candidata para sucederlo, la contienda electoral en la capital del estado toma un carácter excepcional.

De confirmarse, el único caso parecido sería el de Isabel García Barrientos, esposa del alcalde de San Felipe, Eduardo Maldonado García, quien es una de las aspirantes a la alcaldía por Morena.

Pero francamente la elección de Guanajuato capital se cuece aparte. Los actores involucrados en la contienda ya se vieron inmersos en un intento de embestida contra el aspirante de Morena, Roberto Loya, luego de la sospechosa colocación de unas mantas con un supuesto mensaje de apoyo de parte de un grupo criminal.

Así que todavía no arrancan las campañas pero la guerra sucia ya comenzó. Loya sin dudar presentó la que sería la primera denuncia contra quien resulte responsable, y la sensación de que esa será la tónica de aquí en adelante.

Lo único que resta por esperar es un alcalde que se mantenga al margen de la elección… pero francamente se ve muy difícil con un Alejandro Navarro con proclividad a las redes sociales, las declaraciones floridas y un natural involucramiento en la candidatura de Smith Gutiérrez.

CONTRA RETRATO

Gerardo Vázquez Alatriste

 
 

Llegó como delegado de la Fiscalía General de la República (FGR) en Guanajuato desde octubre de 2023 y sólo tardó un par de meses en cambiar la dinámica de comunicación que esta unidad había sostenido por más de una década. Ahora falta cambiar otras igual de urgentes.

Gerardo Vázquez Alatriste salió ante la prensa para defender el trabajo de la entidad pública para la que labora por lo menos desde hace más de 30 años, por lo que proviene de la vieja estructura de la extinta Procuraduría General de la República (PGR). De hecho fue fiscal especial en el caso del homicidio del cardenal Posadas Ocampo, en 1993.

Su antecesor, David Eugenio Cardona, estuvo casi cuatro años que pasaron ‘de noche’. De lo poco que se sabía, era de su entrañable relación con el Fiscal General del Estado, Carlos Zamarripa Aguirre, el mismo que su jefe, el fiscal Alejandro Gertz Manero, prometió investigar. Halagos abundan entre ellos en cada informe de labores al que asisten.

Pero la principal dinámica que urge romper es la de los resultados. Durante el lustro en el que la violencia ligada al crimen organizado se esparció por casi todos los municipios de Guanajuato, la FGR ha mantenido una labor testimonial y subsumida en una ventanilla de recepción de los casos que le remite la FGE.

¿Representará algún cambio de fondo Vázquez Alatriste? Es difícil saberlo. Hasta ahora lo único destacado son las cifras alegres en las que sostuvo que lograron casi dos sentencias condenatorias cada día durante 2023. Una cifra que palidece frente a la actuación impune de los grupos criminales en Guanajuato.

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