Cindy Arvizu: desventuras del Archivo Municipal….

A finales de enero el Secretario del Ayuntamiento de San José Iturbide, Jesús Omar Jaime Valencia, declaró a un medio local: “la administración anterior encabezada por el alcalde, Genaro Martín Zúñiga, realizó una entrega-recepción desastrosa y el Archivo Municipal no es la excepción”. También agregó: “…gran parte del acervo se encontraba tirado en el patio, en la intemperie, mojado, con moho, sin ningún tipo de orden o cuidado”.

En mayo de 2011, siendo alcalde el panista Jerónimo Robles, fue publicado en el Periódico Oficial del Gobierno del Estado, el “Reglamento para el Archivo General del Municipio de San José Iturbide, Gto.”, el cual está vigente, pero todo indica que posterior a ser desalojado de un edificio frente al jardín principal donde ahora opera el Registro Civil, cuando menos durante la última década los gobiernos iturbidenses han mostrado irresponsabilidad y menosprecio por su patrimonio documental.

Comenzando este año, en el edificio ubicado al lado de presidencia donde mucho tiempo estuvo la cárcel, podían observarse decenas de cajas con papeles en todos los rincones y en completo desorden, pues en ese sitio las distintas áreas las depositaban por falta de espacio y por considerar que para ellos ya no eran útiles.

Fue hasta enero que se anunció la contratación de la Maestra en historia, Marisela Espinoza Villanueva, egresada de El Colegio de San Luís, quien llegó con la encomienda de poner rumbo a ese naufragio. Sin embargo, transcurridos cinco meses pareciera que la fatalidad persigue a esos documentos porque se han suscitado alrededor de ellos una serie de sucesos que parecen increíbles, aunque propios de gobiernos municipales más preocupados por la forma y la imagen, que por el fondo y la sustancia.

…y el Archivo a casa de alcaldesa

Cuando menos hasta ahora, los hechos muestran que la voluntad discursiva de la alcaldesa Cindy Arvizu Hernández por subsanar ese rezago de atención al Archivo Municipal no ha sido del todo congruente. En ello, el secretario de Ayuntamiento también tiene mucha responsabilidad pues el tema está en su línea de mando. Si bien contrataron una persona especializada que comenzó sus labores en enero, esta columna pudo saber que para concentrar y trabajar con los acervos habilitaron un local rentado donde entraba tierra, con riesgos de filtraciones de agua, y el baño ni siquiera tenía puerta. A eso se agregó, que al asignar al área las dos primeras personas de apoyo, un funcionario de la administración, en el típico estilo de los abogados chicaneros, le habría indicado a la titular que se trataba de dos empleados que buscaban despedir, que no los pusiera a trabajar, que los aburriera para que se fueran.

Pero el trágico periplo del Archivo no terminaría ahí. Ante la proximidad de la época de lluvias el Secretario de Ayuntamiento dio el visto bueno a la iniciativa de un regidor que, en el ánimo de apoyar, le propuso fuera trasladado a una casa particular deshabitada y disponible en la colonia Valle Alameda. El movimiento se hizo a fínales de abril con ayuda de personal de Servicios Municipales.

Pero a esa lista de despropósitos se sumaría otro aún más grave, porque al enterarse un mes después del sitio donde estaba la documentación, la alcaldesa Arvizu Hernández, se opuso a que continuaran ahí por tratarse de materiales sensibles, pero su desatinada alternativa no fue habilitar algún espacio público, sino que ofreció como opción se cambiaran a una casa que -según fuentes presenciales- afirmó es de su propiedad, localizada exactamente al lado de donde en ese momento se encontraban los papeles.

El movimiento de estantes y cajas se realizó apenas la semana pasada. Los iturbidenses ni siquiera imaginan, que en un domicilio particular de Cindy Arvizu, ubicado en una calle de nombre Gardenias, exactamente frente a un negocio de comida china, por estos días están concentrados cientos de importantes documentos propiedad del municipio que conforman el historial de áreas posiblemente neurálgicas de la administración pública.

Esta última decisión de la alcaldesa solo abona a las irregularidades, así como al caos y a las desventuras que persiguen a ese Archivo Municipal.

Despiden con prepotencia a directora…

Trascendió que un lunes reciente, llegó hasta la vivienda donde por esos días operaba el Archivo, la secretaria particular, Claudia Zavala. Sin saludar, ni ninguna cortesía, hizo algunas preguntas y tomó fotos.

Posterior a eso, la titular Marisela Espinoza Villanueva habría sido llamada a una reunión del personal de secretaría de Ayuntamiento con la alcaldesa, ésta les mencionó los inconvenientes de la vivienda donde se encontraban y ofreció un inmueble suyo inmediatamente vecino. También hay versiones de que al tercer día, la directora fue convocada a encontrarse con representantes de una empresa que presuntamente se encargará del proceso de digitalización de los acervos. Luego, al día siguiente muy temprano, sin ofrecerle argumento alguno, se presentaron el actuario y el director jurídico Samir Pacheco Siordia, notificándole que terminaba su relación laboral con el municipio.

Horas después volverían estos mismos funcionarios, acompañados de una persona, al parecer originaria de Querétaro, que un día anterior estuvo en la junta sobre la digitalización, informaron que ella ocuparía el cargo. Lo que confirma, que sin ningún respeto a la dignidad laboral de la Maestra en historia, y sin que su jefe inmediato Jesús Omar Jaime Valencia, la llamara a comparecer cuando menos para explicar los motivos y agradecer sus servicios, a sus espaldas se había echado a andar una trama para despedirla.

Para colmo, cuando acudió por su liquidación, le ofrecían mucho menos de lo que marca la ley. Oferta que no aceptó.

(P.d. ¿Será por estas historias rupestres y de salvajismo político –administrativo, que traen la ocurrencia de promover a San José como “Pueblo Mágico”?).