Covid y pobreza, siembra de brechas sociales
Ensombrecidos por el repunte pavoroso de infectados por la tercera ola del Covid-19, esta semana arrancaremos con varios estados que retornan al semáforo rojo, incluida la Ciudad de México. Asimismo, de manera contrastante y de similar sorpresa el INEGI informa que la pobreza ha aumentado de manera alarmante pues, acorde con la medición del índice de pobreza del CONEVAL en la última década, nuestro país registra un incremento de 3.8 millones de pobres.
Así, con base en lo que informa el organismo encargado de la medición de las condiciones económicas de México, hoy el 44 por ciento de la población vive en situación de pobreza, donde se observa que de 2018 a 2020 el gobierno de AMLO sólo ha producido miseria y destrucción. Sin lugar a dudas que las políticas públicas de esta administración, ayudadas por los efectos de la pandemia, lo único que han promovido es pobreza, Morena y el presidente aman tanto a los pobres que los han multiplicado.
De manera paralela con la tercera ola de un virus más avivado que nunca, hoy nuestro país registra un promedio preocupante de nuevos contagios por día, de los cuales 9 de cada 10 son producidos por la variante Delta. El día que las alertas estuvieron al límite fue el miércoles pasado, donde se registraron más de 20 mil nuevos casos y fallecieron más de 600 personas, por lo que el semáforo rojo vuelve a atrapar a 7 estados a partir de mañana, incluida la CDMX.
Así, atrapados entre la pandemia y la pobreza, pronto veremos aparecer enormes brechas socioeconómicas, pues al día de hoy 55.7 millones de mexicanos tendrán ingresos que no les alcanzarán para surtir la canasta básica, además de ser el segmento poblacional más vulnerable al contagio pandémico. Total, que la 4T ha producido 3.8 millones de pobres que se suman a los 49.5 que había antes de que ellos llegaran a poder en 2018, así como más de 80 mil asesinados por el crimen organizado y ya más de 235 mil muertos por Covid-19.
Las malas noticias y el riesgo amenazan con ir en aumento y provocar escenarios de pánico en el futuro próximo, ya que la pobreza seguirá en ascenso, el crimen organizado apoderándose del país y la pandemia infectando cada vez a más mexicanos, por no existir voluntad política del gobierno para contener las causas y mitigar los efectos. A este día prevalece la postura fantasiosa y fuera de la realidad del presidente, donde la única política pública de trabajo de la administración son sus conferencias de prensa sarcásticas y absurdas.
Bajo este contexto situacional, nuestro estado y gobernantes deben exhibir sus competencias organizacionales, para armar espacios de inteligencia política y capacidad estratégica, donde visualicen escenarios diversos que prevean la problemática y conflictos que se pueden presentar en los rubros de interacción social, seguridad, salud, economía, trabajo, desarrollo, educación, cultura y deporte. Guanajuato debe atender a su vocación libertaria, emancipadora y progresista para evitar ser absorbido por la tendencia retrógrada de la indolencia con que gobierna la federación.
Ciertamente que es imposible saber qué nos depara el destino y cuándo desaparecerá este virus, así como la dimensión de las secuelas que en todos los aspectos de la vida nos dejará, pero sí sabemos que la obligación ética de un gobierno humanista para superar todas las adversidades que nos acechan es de actuar con responsabilidad y estar siempre con la mente en el juego para enfocar su accionar en el logro del bien común.
Para reactivar la economía, el turismo y la educación, los hombres del gobernador deben evaluar todas las brechas laborales, sanitarias, sociales, escolares y académicas que la pandemia ha sembrado en la vida de nuestra sociedad, ya que tomar decisiones irresponsables y con base en ocurrencias puede costar vidas inocentes y exponernos a riesgos desafortunados.
De los errores de una acción de gobierno, surge la destrucción de una sociedad.
