Cristina Márquez: El PAN regala el escenario para el show opositor

SON CAPACES. En la bancada del PAN no faltará quién esté orgulloso de la defensa que hicieron ayer de la presidenta del Congreso Cristina Márquez Alcalá en el pleno en la discusión de la solicitud planteada por el diputado del partido Verde, Gerardo Fernández.

EL COLMO. La realidad es que no siquiera llega a triunfo pírrico porque los panistas le obsequiaron a la oposición el show que buscaban con una propuesta que, ayer se lo comenté aquí, no tenía ningún sustento legal y era una vil provocación en la que cayeron redonditos algunos de los más experimentados azules.

REBASADO. Por algo, la primera propuesta del presidente de la Junta de Gobierno Luis Ernesto Ayala, era liquidar el tema en la votación. Es decir, se planteaba la solicitud y se votaba. Nada de discursos ni estridencias.

AUTORES INTELECTUALES. Pero resulta que algunos panistas encabezados por Armando Rangel quien ha corrido la milla en cuestiones legislativas, dijeron que no podían dejar pasar esa ocurrencia opositora, plagada de "aberraciones jurídicas" (así lo dijeron en tribuna. Se sabe que la mismísima Cristina Márquez, al interior de la bancada del PAN avaló la vía de la rijosidad.

MEDIDA EXTREMA. Hay quienes plantean que también le pidieron ingenuamente a Gerardo Fernández que "bajara" el punto. Obvio, no aceptó.

NO ME DEFIENDA COMPADRE... Y entonces vino el debate. Rangel embistió en contra de las inconsistencias y falta de sustento legal que evidentemente tenía la propuesta pero al mismo tiempo le obsequió a los críticos de Márquez Alcalá el escenario ideal: el momento estelar de la sesión para que los opositores se dieran gusto, torpedeando a la presidenta del Congreso, cuestionando sus descortesías, la parcialidad y la soberbia que sí ha tenido en algunos lances.

COMO NOVATO. Cuesta creer que un tribuno que ha ido y venido en la administración pública y en Congresos más complejos como Armando Rangel haya caído en la trampa.

LA POLÉMICA. Él lo admitió y la propia priista Yulma Rocha se lo dijo. El punto central no era jurídico porque la mayoriteada estaba cantada. El afán era exhibir molestias personales de los "abajo firmantes" de la solicitud de remoción en contra de Cristina Márquez que tiene derecho a imponer su estilo personal pero la tensión que ha generado con las bancadas opositoras es innecesaria.

AJÁ. Porque los temas enlistados por la oposición son nimios y de forma más que de fondo. Pero en su soberbia, el PAN cree que ayer exhibió a la oposición cuando al primero que exhibieron fue a su coordinador Luis Ernesto Ayala, doblegado por los duros de la mayoría.

LLUEVE SOBRE MOJADO. Vamos, hasta otro de los experimentados, Miguel Salim, se resbaló feo cuando pidió rectificación de hechos y no supo acreditarla al punto que a Cristina Márquez no le quedó más remedio que negarle la palabra.

EL ESTILO. Cada quien cosecha lo que siembra y una cadena de incidentes que pueden ser irrelevantes vistos por separado, han mostrado una presidencia del Congreso intransigente y parcial.

COLOFÓN. Y ojo, hay quienes en el propio PAN lo celebran porque en todo grupo hay celos y envidias. Tremendo papelón cuando una oposición dividida, dispersa y con muchas disparidades, exhibe a la mayoría obnubilada por la soberbia y el agandalle.
 
  
LA DEL ESTRIBO...

"Señor presidente, solicitarle pida licencia hasta que no se esclarezca su situación, y señor secretario, de la misma forma. Creo que deben irse, ya que se ha dedicado a dar entrevistas al respecto, antes de informarnos sobre la situación al Ayuntamiento, del cual usted, solo es el secretario".

Así se lo dijo la regidora de Morena Elena Venegas al presidente de San Felipe, Eduardo Maldonado por el caso de los migrantes secuestrados y que viajaban en la camioneta de una empresa de transporte guanajuatense en hechos ocurridos en San Luis Potosí. Morena y PAN en el cabildo se unieron a una voz. Se oscurece el panorama para el edil, aunque habrá que esperar.

RICARDO SHEFFIELD VS CARLOS ZAMARRIPA: ¿HABRÁ PRÓXIMO ROUND?

“Por ningún motivo la presento porque es información a la que tendrá acceso el líder de la delincuencia organizada en Guanajuato, Carlos Zamarripa y yo no voy a dejar mi información confidencial en manos de la delincuencia a través de Carlos Zamarripa”.

Eso dijo hace 2 años el entonces candidato a la alcaldía de León en referencia al fiscal general del Estado, Ricardo Sheffield Padilla cuando se le preguntó si presentaría su declaración 3 de 3 como un signo de transparencia y rendición de cuentas.

Un señalamiento que provocó reacciones adversas de sus adversarios políticos e incluso, denuncias ante tribunales. Lo más sorpresivo y demoledor para Sheffield fue la respuesta que emitieron esa misma tarde autoridades estatales y federales quienes difundieron un comunicado que incluía el logotipo de la Guardia Nacional, la secretaría de Seguridad Pública Federal y la Comisión Nacional de Inteligencia, la Sedena y la Fiscalía General de la República.

Todo un hit para la administración de Diego Sinhue Rodríguez Vallejo porque Zamarripa había sido blanco de las embestidas del gobierno federal que pusieron contra la pared al fiscal que en algún momento sí se habría planteado la alternativa de dejar el cargo.

No era fácil defenderse de los señalamientos desde el poder presidencial pero esa campaña anti-Zamarripa ya había amainado y no estaba de moda o había bajado la intensidad. El entorno había cambiado y era el fiscal general de la República Alejandro Gertz quien llegó a hablar de alguna indagatoria en ese momento, quien ahora se encontraba en apuros por información que se había difundido en torno al presunto uso de su cargo para un caso personal.

Zamarripa decidió demandar a Ricardo Sheffield por daño moral sin que sepamos, a 2 años de distancia, qué ocurrió con ese asunto.
Por lo pronto, el fiscal general de Guanajuato pareció haber librado la parte más ruda del momento más álgido de su gestión.

A 2 años de distancia, que a nadie le quede duda que Sheffield y Zamarripa serán protagonistas en el siguiente proceso. El primero, porque será candidato a algo y una de las voces antipanistas más incendiarias y el segundo, uno de los villanos favoritos de la oposición.

ENRIQUE SOSA: ¿QUIÉN LO BAJÓ DE LA NUBE?

¿Alguien puede creer que después de tener contra las cuerdas, en el lugar soñado y a punto de lograr que su crítico le ofrezca una disculpa, en un arranque de bondad y clemencia, el extesorero Enrique Sosa, por decisión propia, tuvo piedad del síndico panista José Arturo Sánchez Castellanos?

De acuerdo al propio secretario del Ayuntamiento, Jorge Jiménez Lona a él le tocó concretar la famosa conciliación porque la recomendación fue dirigida al cabildo. Fueron él y Sosa. No hubo intervención del síndico que luego en entrevista, diría que ni siquiera se podía dar por enterado de que tenía que disculparse porque oficialmente no fue notificado. Los términos formales del acuerdo no pueden ser dados a conocer públicamente porque se trató de un acuerdo privado.

Es decir, fuera de toda lógica que quien era o es la presunta víctima del exceso de un representante popular sea quien procure la conciliación. Sosa no dijo nada públicamente y el edil panista declaró ante los medios al concluir la sesión de Ayuntamiento.

Sánchez Castellanos dijo que no iba a disculparse y hay elementos para pensar que alguien concluyó que no convenía echarle más gasolina al fuego porque si el síndico no se iba a disculpar, esto quiere decir que el tema no iba a terminar ayer mismo.

¿A quién le convenía y a quién no le convenía que el escándalo escalara a otros niveles?

¿Alguien de muy arriba le pidió a Sosa que le bajara 3 rayitas y le pusiera hielo al asunto? No lo sabemos. Pero eso de que la víctima de un presunto abuso o violación a derechos diga "a'i muere", no tiene antecedente o no que se conozca en Guanajuato.

Tenemos pues la primera recomendación a una autoridad en Guanajuato que es frenada antes de su ejecución. Enrique Sosa ayer optó por guardar silencio justo cuando había llegado el día en el que escucharía lo que siempre buscó.

¿Quién le habrá doblado la mano?