Sábado, 11 Enero, 2025

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Cuando las mujeres contuvieron la misoginia albiazul

Opinión

Israel López -Rosa de los vientos

… Porque lo privado es el lugar, en el que la mujer- aunque se encuentre comprometida en la misma lucha (política y publica)- tiene que pagar, en tanto mujer, también el precio del compromiso político del varón, quien continúa exigiendo de ella la compensación por la dureza de su propia vida y de su propia lucha”. (Franca Basaglia. “Mujer Locura y Sociedad”)

El día “D” para la guerra de los sexos sobrevino el 5 de noviembre pasado, el momento más importante debido a la determinación de las candidaturas y género. Por la mañana, sin decir aguas va la nomenclatura albiazul realizó el llamado para la concentración de la tarde en el Comité Estatal. En la junta se leyó la cartilla a concurrentes, amén de la lista de género en los 46 municipios. La gran sorpresa: nombres de quienes representarían al Partido Acción Nacional en cada plaza. El paquete para impresionar.

En las diversas reuniones del 18 septiembre del año pasado, entre los miembros de la nomenclatura panista guanajuatense con motivo de la visita de su dirigente nacional a Guanajuato, Marko Cortés, se llegaron a varios acuerdos para el proceso electoral 2020-2021 que llevaba 10 días de iniciado. El jefe político albiazul local Diego Sinhue Rodríguez, planteó a su líder que la “definición” de las candidaturas a las diputaciones locales y ayuntamientos, les quedara a los panistas de la entidad. La respuesta de Cortés; en la alianza nacional por diputaciones federales, determinaría el Comité Ejecutivo Nacional.

En el evento público, el presidente del PAN nacional aprovechó para lanzar que Guanajuato “se volverá a pintar de azul” en 2021. Advirtió: “tenemos que cuidar la plaza”, por ello pidió al panismo guanajuatense “un triunfo al cien por ciento, que volvamos a demostrar de qué estamos hechos”. Por su lado, Román Cifuentes presidente de Acción Nacional local, secundó con la idea de que Guanajuato fue la única entidad que representó un dique de contención a la ola populista de la 4T, así en los próximos comicios “será fundamental para rescatar a México”.

A partir de encuentro, con sus rasgos de desencuentro, emergió el dato más relevante, “secreto a voces”, la negociación entre el líder nacional y el jefe político estatal: conseguir las metas electorales con base a las mujeres del partido. Guardado bajo llave para “atemperar la reacción interna” de los misóginos, las ciudades más importantes del estado, León e Irapuato tendrían candidatas a las alcaldías. Posterior a la filtración y antes de la respuesta oficial, la posibilidad se consideró como broma de mal gusto, no provocó hilaridad entre los liderazgos masculinos de las dos plazas, pues se entendió como “ases” para los momentos de negociar.

Con ese referente se manejaron los nombres de la pareja de féminas. Para la Zapatera sobresalía, Alejandra Gutiérrez Campos; en la Fresera, Lorena Alfaro García. Condición que fue complicando el ascenso y carrera política de las panistas, para “convertirse” en las representantes del partido conservador PAN para ser las alcaldesas. Enfrente, el movimiento-partido Morena contribuyó en superlativizar el conflicto entre los panistas del estado, en especial de los municipios. Desde entonces los morenos hablaron de “candidatos” en las plazas y con esa base llevan a cabo las promociones antes que sus definiciones. 

Qué fue del “viejerío azul”

La emergencia de las mujeres del partido conservador fue contrastada con respuestas desde el discurso de costumbre: “no van a ganar”, “la marca les ayuda”, “no podrán gobernar si ganan”, amén de ofensas y amenazas antes de la revelación del género de abanderada (o) en todos los municipios. Las encuestas, liderazgos y “amigos íntimos” del panismo de abolengo o ultraconservador se convirtieron en las “armas ocultas” para las definiciones. La duda que ofendía ¿por qué tanto ruido por dos plazas y en las otras del proceso de selección panista se entendía el 50/ 50 de los géneros?

El día “D” para la guerra de los sexos sobrevino el 5 de noviembre pasado, el momento más importante debido a la determinación de las candidaturas y género. Por la mañana, sin decir aguas va la nomenclatura albiazul realizó el llamado para la concentración de la tarde en el Comité Estatal. En la junta se leyó la cartilla a concurrentes, amén de la lista de género en los 46 municipios. La gran sorpresa: nombres de quienes representarían al Partido Acción Nacional en cada plaza. El paquete para impresionar.

La designación recayó en Alejandra Gutiérrez para la ciudad de León, y Lorena Alfaro por Irapuato. No hubo ni derecho al pataleo, ni posible impugnación porque el que manda, pues… manda y si se equivoca vuelve a mandar. Pero ni el gobernador Rodríguez Vallejo y su jefe de gabinete, Juan Carlos Alcántara Montoya, ni Román Cifuentes, lograron calmar a los inconformes que desataron la guerra sucia.

Rumores y chismes se fueron multiplicaron en los meses que la pandemia ofrecía sus picos más altos. Ninguna alma caritativa se le acercó a los “enemigos de las mujeres” para decirles que el cambió en las filas del panismo como los intereses del PAN en poder de la entidad, estaban cambiando y en un parto los “dolores” y las contorciones van adelante por naturaleza.

Después de clásicos estires y aflojes y negociaciones en los municipios, las posibles opositoras o enviadas de los varones, fueron dejando las posturas beligerantes, porque “entre mujeres no se hacen daño”. Entre la presión ejercida por Morena, la pandemia y resultados de los gobiernos del PAN, criticados porque después de dos trienios no cumplieron, en especial en seguridad pública, la nomenclatura albiazul recordó que las mujeres sí votan y son más que los hombres; el quid para los triunfos en junio 2021.

La oportunidad para las panistas no sólo es de las dos, sino para muchas del partido y hombres que deberán dominar sus temores a fin de negociar con ellas en cualquier momento, máxime si las “dos virtuales” candidatas llegarán a ganar; alguna podría saltar por el gobierno estatal en 2024.  

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Altimetría. La carta legaloide

A los intereses del presidente municipal de Guanajuato, Alejandro Navarro Saldaña, en el Instituto Electoral del Estado los defenderá el experto en derecho electoral, J. Jesús Badillo Lara, expresidente del Consejo General de la instancia. La causa, el edil resultó denunciado por “violencia política de género” de parte de la síndico, María Elena Castro Cerrillo- hermana del exalcalde Edgar y consorte de Sealtiel Ávalos Santoyo, cabildero del pulpo camionero de Cuévano-, así como Paloma Robles Lacayo, excandidata del PRD a la alcaldía capitalina y exdirectora del Museo de las Momias, de Edgar Castro.

Amén de que Badillo es ducho en la cuestión, es menester mencionar que las mujeres que traen a Navarro en el ojo del huracán en donde llama la atención, las une un lazo político nacido en el partido del sol azteca local; esposo de María Elena, Sealtiel, es gurú del partido amarillo-negro. Se entiende la jugada, la alianza natural, tanto como las razones por las que en este trienio la síndica cuevanense ha pugnado, contra la decisión del alcalde, por aumento a los pasajes del transporte público, el negocio familiar, por encima del interés de la población.

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