David Martínez: contrapeso más duro, ¿mejor coordinador?
Podríamos dar por descontado que David Martínez Mendizábal ejercerá, desde la coordinación de la bancada morenista en el Congreso local, una posición más dura en la Junta de Gobierno que agrupa a coordinaciones y representaciones parlamentarias.
Por alguna razón alguna vez, medio en serio y medio en broma, Luis Ernesto Ayala y sus afines decían que debían "cuidar" la presencia de Ernesto Millán Soberanes porque era un morenista con el que se podía llegar a acuerdos y no querían que llegara un David Martínez o una Alma Alcaraz, que ejercen una posición más crítica.
El académico es un diputado que suele defender sus convicciones y posturas con firmeza y eso le llevó en varios momentos a confrontarse con dureza con quienes integran la Comisión de Derechos Humanos y Atención a Grupos Vulnerables.
Pero esa firmeza y dureza que muestra luego le traiciona cuando le acompaña la soberbia que de pronto distingue a los personajes surgidos de la academia. En algún momento, esa falta de temple le llevó a perder una batalla en la comisión porque quiso imponer su posición de presidente cuando sabía que a la hora de los votos era uno más.
Será pues una oportunidad interesante para el ahora coordinador de la segunda bancada más numerosa en el Congreso local de mostrarse con un talante duro, pero no reventador en el órgano colegiado que es la Junta de Gobierno, que es avasallado por la voluntad de un Luis Ernesto Ayala poco afecto a las cortesías y a la transparencia si no es que las circunstancias lo conducen a ello.
Es sintomático que su cargo tenga fecha de caducidad exacta de un año cuando Ernesto Millán estuvo ahí casi la mitad de la legislatura y tuvo que marcharse por las presiones no porque tuviera mucha voluntad.
David Martínez se irá incluso antes del año porque termina en enero de 2024. Veremos el talante que muestra en un Morena Guanajuato permanentemente balcanizado y en el que él mismo personifica las aspiraciones de un presidenciable como Marcelo Ebrard, el candidato opuesto al del oficialismo lopezobradorista que es Claudia Sheinbaum.
Tiene la ventaja de que al interior de la bancada concilia posturas antagónicas entre el grupo de Prieto y el que suma al superdelegado Mauricio Hernández y Ricardo Sheffield.
No será fácil llevar a buen puerto un grupo que siempre ha estado partido en dos y que, conforme se acerquen las fechas electorales, podría volverse más complejo.
DESDE LA TERCERA CUERDA
El secretario de Seguridad de León, Mario Bravo Arrona y el síndico del Ayuntamiento de esa ciudad Arturo Sánchez Castellanos son dos personajes peculiares producto de este sexenio que encabeza en la gubernatura Diego Sinhue Rodríguez Vallejo.
La zarandeada que le puso el síndico el pasado sábado en la emisión matutina del noticiero 'En Línea' con algunos cuestionamientos que recreamos en la frase de la semana de esta columna, quedan para la posteridad e ilustran mucho de lo que hoy le pasa al PAN.
Mario Bravo, en efecto, llega al cargo que ocupa con la bendición y protección del gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo como una condición para el respaldo de Alejandra Gutiérrez como candidata y alcaldesa.
Cuando Sánchez Castellanos dijo en su crítica que no sabía si estaba protegido por alguien, por supuesto que lo sabe.
Con ese antecedente ya podemos entender por qué el síndico Sánchez Castellanos es el único que se atreverá a decir eso en público, obviamente del PAN por supuesto. Aunque nadie de Morena o la regidora de MC había sido tan duros como el expresidente del Consejo Coordinador Empresarial.
Y si nos olvidamos de la grilla y las rebeliones, el señalamiemto es serio y entraña una preocupación para los ciudadanos a los que no les importa si bajan los homicidios dolosos porque ellos padecen la delincuencia diaria y común de los asaltos en la vía pública, robos en sus casas o en sus negocios.
En León fracasó- o por lo menos se vio cortado por los excesos de un secretario (Luis Enrique Ramírez Saldaña)- hace años un modelo de seguridad que se había empujado desde la sociedad civil con la Mesa Ciudadana de Seguridad cuando Sánchez Castellanos estaba en esa trinchera y se peleaba con Carlos Zamarripa y Álvar Cabeza de Vaca. ¿Se acuerda?
Justo cuando truena Ramírez Saldaña, el gobernador Diego Sinhue decide dar ese otro golpe de timón y manda a Mario Bravo a León. Con línea directa con el mandatario estatal, el nuevo secretario construye su estrategia de trabajo sin romper con conceptos como la Policía de Proximidad y el patrullaje estratégico, pero ya sin el amarre e influencia de personajes de la sociedad civil.
¿Qué tanto margen de maniobra tiene la alcaldesa Alejandra Gutiérrez con Mario Bravo? Podríamos decir que total, pero podemos entender que el secretario en León sabe que ante limitaciones y condicionamientos que le ponga la alcaldesa, siempre tiene un resguardo que muchos quisieran.
En otras palabras, vivimos (y los ciudadanos, las sufren) las consecuencias de un estilo de gobierno que privilegia el control político, no sólo de quienes integran su gabinete, sino de quienes lo hacen en algunos municipios.
Al gobernador Diego Sinhue Rodríguez le interesa tener control y línea directa de quien manda en seguridad en el municipio donde vive por las razones que usted pueda imaginarse.
Y Sánchez Castellanos -que ya había encendido la pradera del gobierno de Alejandra Gutiérrez con varias denuncias de presunta corrupción que incomodaron a la alcaldesa y al propio gobernador- había estado agazapado, sereno y sin hacer mucho ruido.
Lo que dijo el síndico el viernes no es producto de un exabrupto y más áun por lo que hemos podido saber, quizá no le gustó al inquilino de Palacio estatal, pero tampoco le disgustó a la alcaldesa Alejandra Gutiérrez.
Ahora sí que Sánchez Castellanos dijo lo que algunos no se atrevían o que quizá no podían decir de manera tan cruda. Si ya sabían cómo era, ¿para qué lo invitan?
UNA DE CONTRAPESOS: EL REBELDE HINOJOSA Y SUS VERDADES
“Como sociedad no hemos construido los contrapesos indispensables para darle solidez a las decisiones de las autoridades. Grandes proyectos y grandes sumas de dinero se siguen invirtiendo en proyectos que luego no saben qué hacer con ellos, a costa de otros que pudieran paliar las muchas necesidades de los pobres y marginados que tanto abundan en nuestro país. Contrapesos que hubieran evitado despilfarros, como el del Parque Bicentenario y las 900 hectáreas de la fallida refinería en Salamanca, por mencionar algunas del sexenio pasado, hoy convertidos en elefantes blancos a los que se les busca infructuosamente alguna utilidad todos los días”.
Esto lo dijo hace siete años, Javier Hinojosa un empresario cercano al entonces gobernador Miguel Márquez que ese día se despedía como presidente del consejo del Instituto de Planeación del Estado para dar paso a Eduardo Sojo Garza.
Un discurso que pateaba el pesebre del status quo, que se volvía políticamente incorrecto y que hacía retorcer en su asiento al propio mandatario estatal y a alguno que otro empresario.
El discurso es vigente porque hoy en Guanajuato no existen los contrapesos empresariales ni de ningún otro tipo frente al gobierno estatal.
"¡Ha sido el Iplaneg el origen de los grandes proyectos de este sexenio, o del anterior? ¿Hemos incidido en la evaluación de los grandes proyectos y las grandes inversiones, “antes” de que estos se hayan decidido? ¿Hemos sido un contrapeso oportuno y eficaz al Ejecutivo en la toma de sus decisiones?”, leyó hace siete años ante la estupefacción de la mayoría de los presentes.
“Lamentablemente las respuestas a todos estos últimos cuestionamientos no son afirmativas; los consejeros nos hemos quedado con la sensación de que la mayoría de las decisiones se han tomado al margen del Consejo y nuestro papel como consejeros se ha limitado a ser informados de algún modo de las decisiones que han sido tomadas de antemano, dando por hecho que validamos dichas decisiones”.
Y así como lo definió en aquél entonces Javier Hinojosa, los consejos ciudadanos siguen teniendo el mismo perfil. El del sometimiento al poder político y a que sus integrantes saben que es una "distinción" ser invitados por el gobierno a "fortalecer la participación ciudadana".
Ahí está el Consejo Estatal de Seguridad Pública que preside el propio gobernador que se reúne en privado cada dos o tres meses para escuchar un reporte oficial de los avances y pendientes y cuya comunicación con la sociedad consiste en un video y un boletín.
Hinojosa tenía razón. Hoy menos que nunca, la sociedad civil en los consejos tradicionales quiere ser contrapeso del poder político sino su validador. Gobiernos que construyen consejos ciudadanos a modo y que, a su vez, se convierten en falsos contrapesos.
Triste, pero cierto.
LA DEL ESTRIBO...
En la competencia para ser nuevos consejeros del INE, ya se quedaron en el camino la magistrada del Tribunal Estatal Electoral, Dolores López Loza y los consejeros Antonio Ortiz y Luis Mota y el vocal ejecutivo del INE, Jaime Juárez Jasso.
Siguen con opciones Sandra Prieto de León y Beatriz Tovar. Faltan varios filtros, pero ahí siguen con ilusiones vigentes.
DE SU RONCO PECHO...
"A mí me parece que el secretario de Seguridad está lleno de soberbia en estos momentos porque lo primero que hace es culpar a las víctimas... Yo no sé si él se siente protegido y si cree que no hay nadie más que él pueda hacer el trabajo. Yo lamento mucho lo que sucede a los ciudadanos, pero con esa actitud de ese secretario no vamos a llegar a ningún lado y yo le diría que, si no cambia esa actitud, hay gente que puede ocupar ese puesto"
José Arturo Sánchez Castellanos
El síndico leonés critica sin piedad las acciones y resultados del secretario de Seguridad leonés Mario Bravo Arrona