Deuda pública, desarrollo económico y política estatal
El Gobierno de Guanajuato lamenta la decisión unilateral del Gobierno Federal, de no tomar en cuenta a los ciudadanos leoneses, ante el anuncio de dejar fuera del proyecto de El Zapotillo a la ciudad de León” (Gobernador del Estado de Guanajuato, panista, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo.)
Rumbo a la economía post-pandemia, aunque la tercera ola todavía nos tiene anclados, la prolongación de una crisis con pocas posibilidades de recuperación inmediata, vivir de prestado resulta muy complicado con los pagos por los servicios de deuda pública y porque la “tendencia” del Gobierno Federal que preside Andrés Manuel López Obrador, es seguir reduciendo las participaciones a los estados, en particular a Guanajuato.
A los problemas económico-políticos y sociales que vienen padeciendo los guanajuatenses, conocidos y reconocidos, porque no demandan de interpretación técnica; existen otras prácticas en las administraciones públicas que de seguirse “aplicando”, muy pronto van a mostrar sus efectos entre los poblaciones más depauperadas. Entre las últimas está la deuda pública en donde el estado de Guanajuato, está entre los más endeudados del primer trimestre del 2020 al mismo periodo en el 2021.
Durante las próximas semanas se estarán diseñando los paquetes económicos, estatal y municipales, para tratar de mejorar las “condiciones de vida de los gobernados” con una mayor eficiencia administrativa porque 2022 vendrá con más efectos de la pandemia, sin olvidar que las cuestiones viejas estarán presentes que con las nuevas multiplicarán las necesidades como las demandas de bienes y servicios. Los gobiernos en el territorio estatal, tendrán que adelgazar incluso los organismos autónomos en el rubro de burocracia dorada.
Rumbo a la economía postpandemia, aunque la tercera ola todavía nos tiene anclados, la prolongación de una crisis con pocas posibilidades de recuperación inmediata, vivir de prestado resulta muy complicado con los pagos por los servicios de deuda pública y porque la “tendencia” del Gobierno Federal que preside Andrés Manuel López Obrador, es seguir reduciendo las participaciones a los estados, en particular a Guanajuato.
Cimiente de la carga
Con base en los números del Centro de Estudios de las Finanzas de la Cámara de Diputados federal (CEFP), de las entidades federativas que más elevaron sus deudas en el último año (del primer trimestre 2020 al mismo periodo del 2021) están: Yucatán con gobierno panista con un incremento de 80.9 por ciento en términos reales con una carga de 4 mil 112 millones a 7 mil 714 millones de pesos; le sigue Guanajuato con 38.5 por ciento, que subió de 6 mil 126 millones de pesos a 8 mil 801 millones.
Guanajuato en el centro del país con una economía cuyo Producto Interno Bruto es superior a la media nacional para instalarse entre los estados con PIB envidiable para los próximos tres años que le restan a Rodríguez Vallejo. Tendrá que mostrar mucha capacidad en el manejo de la deuda pública, estatal y municipal, pero sobre todo en los diseños de gobiernos emancipados de la obesidad “actual”, un resultado de la ocupación de asesores partidarios conseguidos por años en el poder.
La pauta de la cuestión se tendrá con la revelación de los objetivos del gobernador Sinhue Rodríguez derivados de las propuestas de leyes de Ingresos y Egresos para el 2022, el tamaño de las reducciones de su administración que ha venido anunciando desde hace un par de meses, y que evidentemente es la comidilla entre la burocracia dorada estatal (hombres de confianza) que empezó hacer harto ruido con la pretensión de frenar la guadaña albiazul que llegará ineluctablemente, porque si se siguen usando los recursos como hasta el momento sin límites y sin ser fiscalizados, podría sobrevenir el daño moral por discriminación del uso.
Comprometer el futuro
A la administración panista en el sexenio 2018-2024 de la pandemia del covid-19, le corresponde no sólo tratar de superar el presente durante la post-crisis de la mejor manera sino que también “deberá de construir sin endeudarse más” y disminuir los totales de los débitos. Adelgazar lo gobiernos, estatal y municipal, con disciplina presupuestaria sería lo esencial; no pueden gastar tantos recursos en operatividad alejados de la productividad. Y falta conocer en qué utilizaron los dineros que antes pidieron prestados.
Lo que a estas alturas resulta nítido, es que la ciudadanía estatal, no tiene por qué pagar los platos rotos, encima de que se les anule lo que el Estado Mexicano le corresponde entregarle. Se requiere entonces restructurar todas las deudas, no solamente las revisiones de las tasas como plazos sino las reducciones significativas que es lo mero principal. El alto porcentaje del gasto de Guanajuato, alrededor de 90 por ciento del presupuesto de la Federación, le pondrá “coto” a la actuación gubernamental en la entidad.
Y ante esta situación, a pesar de los 15 diputados federales que enviará a la Cámara de Diputados Federal el panismo guanajuatense no tiene referentes de mejoras porque el gobernador Rodríguez Vallejo está en la trinchera política forjando la oposición partidaria contra el presidente, exigiendo y criticando a la Federación, consciente de que lo suyo es básicamente práctica política incluso de cierto tufo electorero y la contra propaganda como una constante ante el quehacer federal en manos de Morena.
No resulta extraño que en la negociación “política” entre AMLO con los habitantes de los pueblos y gobernador del estado de Jalisco, Enrique Alfaro, fuera marginado Diego Sinhue Rodríguez Vallejo a quien se dejó fuera con la finalidad de evitar la disonancia cognoscitiva de la parte en discordia. El tema de la presa El Zapotillo y acueducto que dotaría del vital líquido a un sediento León, está avanzando pero aún no concluye, pues la Comisión Nacional del Agua (Conagua) tendrá que negociar la entrega de agua a los leoneses de otra forma: mucho ojo, lo que sigue.
Sin el agua para el estado de Guanajuato con epicentro en la ciudad de León, se deberá concebir como repensar desde el presente inmediato hasta el futuro de los guanajuatenses en diferentes etapas de México con gobiernos en oposición. El riesgo al momento con tanto jaloneo y confusiones de los conservadores y la Cuarta Transformación es que están poniendo en riesgo el desarrollo de la entidad, comprometiendo el futuro de las nuevas generaciones. Entre dos gobiernos confundidos.
Al Calce
Después del proceso electoral intermedio con el triunfo de la gubernatura del estado de Querétaro en mano el mandatario, panista, Francisco Domínguez Servién, presumió a los cuatros vientos que se pagó una deuda heredada de la administración anterior; su informe del 28 junio pasado, resultó a la vez el destape a la presidencia nacional del PAN, contra Marko Cortés, aliado de “liderazgos” Guanajuatenses.
El pago de Mil 144 millones de pesos últimos, sirvió a Domínguez para ponerse al frente de los gobernadores albiazules, por manejo eficiente de la administración pública amonestando a sus homólogos del mismo instituto político, de manera directa al vecino, Diego Sinhue Rodríguez.