El celular, maravilla tecnológica y fuente de enajenación
El celular, maravilla tecnológica y fuente de enajenación
Quienes tenemos ya algún tiempo sobre el planeta, podemos ver con claridad, los avances en materia de nuevos conocimientos científicos y su aplicación transformadora de la realidad y del pensamiento humano.
Empero, ningún avance en la ciencia aplicada puede sustraerse a la influencia del desarrollo económico. En el avance en materia de comunicación, el teléfono celular es, sin duda, el bien más apreciado entre las personas menores de 20 años. Una sola pregunta para confirmarlo basta para convencerse de lo antedicho.
Sin embargo, como todo bien apreciado, tiene un costo en el mercado y la ciencia que lo estudia y conforma, tiende a vender, como prioridad, sin detenerse en el beneficio o perjuicio que la necesidad de poseerlo pueda ocasionar a quienes carecen del poder adquisitivo, para comprarlo.
La necesidad de poseer ese satisfactor, ha llevado a la comisión del delito a varias personas o a la mera violación de normas morales. Se ha llegado al exceso de asaltar a los pasajeros para hacerse de ellos como si fuera lícito, en perjuicio de los legítimos poseedores o detentadores. En el colmo del abuso, no son pocas las personas asesinadas al negarse a entregar al delincuente su teléfono.
Lee también: Adolescentes en Guanajuato pasan hasta 3 horas en redes sociales, alerta Planet Youth
A mayor abundamiento, se vuelve práctica común que los profesores utilicen ese bien para completar su tarea educativa.
Es urgente, que el legislador, con apoyo de la ciencia, se percate de cuáles son los efectos nocivos que el uso del celular produce en la sociedad, poniendo especial empeño, en la forma de remediar los trastornos que, en materia de comunicación familiar, se incrementan cada día.
Los bienes deben adquirirse y usarse como instrumentos, no como fines en sí mismos. En el caso que nos ocupa, además de la cancelación del diálogo intrafamiliar, tiene efectos en la salud visual, en la conformación esquelética y lo más lastimoso, en la perdida del ejercicio de la calidad razonadora.
La vida moderna, con las comodidades que ofrece, ha convertido a gran parte de la niñez y la adolescencia, en seres pasivos, en personas receptivas, sin dar lugar a un valor tan importante para la salud mental, como la empatía.
En necesario que podamos valorar, el grado en que la sociedad es capaz de empatizar y solidarizarse con sus congéneres, ya que la ausencia de esos valores en la conducta social conduce invariablemente a la violencia, al egoísmo, a la devaluación de la persona humana, ante sí misma; en cuyo caso, el respeto a la vida está cada día más ausente en la conducta del ser social.
Fortalecer la cultura de toda la gente, poniendo énfasis en la reeducación como política pública de inaplazable aplicación, es un quehacer para el que debe organizarse la sociedad.
Quizás te interese:
- Fidel Vizcaíno García deja gerencia de RIAMA por puesto de mayor nivel en Pemex
- Metalsa inicia contratación de más de mil trabajadores para su nueva planta en Guanajuato
- Persecución armada en Juventino Rosas deja dos hombres muertos
JRP