Viernes, 10 Enero, 2025

14 ℃ Guanajuato

El estado de salud del presidente

Opinión

Cecilia Durán Mena - Las ventanas

“Oro para que te vaya bien en todos tus asuntos y goces de buena salud”.
3 Juan 1:2

Preocuparse por la salud de las personas es un gesto de empatía, pero el bienestar de un presidente es un asunto de Estado. Todo acto con respecto a la situación en que se encuentra un mandatario debe de ser abordado con delicadeza, respeto y con transparencia. Y, con especial cuidado, con la oportunidad y las formas en las que se irá dando la información. Por eso, el consejo que dio Liébano Saenz respecto al tema, fue pertinente.


Apuntó la necesidad de ver al presidente a la brevedad posible. Tuvo razón. Era preciso ver la cara del presidente, su semblante, saber cómo se encuentra. Y, es que, aunque uno no quiera, enterarse de que el mandatario fue internado en el Hospital Militar y fue sometido a un procedimiento cardiaco asusta a propios y a extraños. Por más sereno y más ecuánime que uno quiera estar, saber que el timonel que conduce los destinos de una nación está internado, pone la carne de gallina.


Fue una opinión oportuna, dada la relevancia del caso y fue apropiada porque se trata de una persona que conoce del tema. Fue secretario particular del presidente Ernesto Zedillo y fue designado por Luis Donaldo Colosio —cuando fue candidato a la Presidencia de México— como Secretario de Información y Propaganda de la Campaña, en la que operó como jefe de prensa. Vamos, ell hombre sabe del tema.


Por eso, independientemente de que uno esté de acuerdo o no con las formas de la 4T que lidera el presidente, más allá de simpatías o antipatías, filias o fobias, es un gusto saber que regresó a su casa y fue mejor haberlo visto despachando desde Palacio Nacional. Fue muy tranquilizante que él mismo informara que ya había salido del hospital, verlo tranquilo, bien articulado, sonriente. Sobre todo, fue muy acertado que de su viva voz nos comunicara lo que le hicieron y que sus médicos le habían autorizado para trabajar.

Ver nota: AMLO superó su hospitalización y ya está en Palacio Nacional


Y, es que no faltaron los que empezaron a filtrar que el presidente estaba intubado, que su salud estaba en un punto delicado y que el tono era grave. Por suerte, fueron patrañas. De ahí, las especulaciones escalaron. Se desataron los chismes y las desinformaciones por el antecedente, por todos conocido de que López Obrador estaba enfermo de Covid.

Aprende más sobre extractos manuales(abre en una nueva pestaña)

El clima que genera el pico de contagios de la nueva cepa, el hecho de que el semáforo epidemiológico esté cambiando en varios estados de la República y en la Capital del país genera alarma y si eso se relaciona con la circunstancia del mandatario, pues, se generan chispas. También se desataron las mezquindades.


Nada grave, todo bajo control y el presidente tomando los bártulos que le permiten dirigir la nación. Como lo dice el propio Liébano Sánenz en su columna de Milenio: “quienes tenemos el privilegio de un espacio público de opinión tenemos una responsabilidad en el ejercicio de escrutinio al gobernante. Es incómodo, a veces ingrato, pero es indispensable hacerlo. Se trata de expresar desde la perspectiva propia, que no necesariamente es la válida, mucho menos infalible, lo que se cree sobre temas relevantes”. Se hizo cargo de lo que se tenía que decir y se dijo.


Quienes aprovecharon la circunstancia presidencial para llevar agua a su molino, quedaron expuestos. La desinformación y los malos augurios se disiparon al ver que López Obrador aparecía en su despacho haciendo lo que le toca: informar a la nación de un tema de Estado: la salud presidencial. ¡Enhorabuena!

Temas

Te recomendamos leer