El golpe de Libia: desarmar afuera; fortalecerse dentro

“Para las cinco de la tarde, el fiscal más criticado de México ya había recuperado con vida, sano y salvo, a este niño... y a las siete u ocho de la noche se lo estaban dando sus padres... Hoy estas historias nos hacen darnos cuenta de los avances que se han tenido; yo me siento muy orgulloso de la Fiscalía que tenemos, porque tenemos al mejor fiscal del país”.

Diego Sinhue Rodríguez Vallejo

Un día, el gobernador lo ensalza; al día siguiente, la candidata de su partido anuncia que se va antes de que cumpla el periodo para el que fue designado.

 

El golpe de Libia: desarmar afuera; fortalecerse dentro

"¿Un mago no revela sus trucos?", me dijo la candidata de la coalición Fuerza y Corazón por Guanajuato, Libia Dennise García Muñoz Ledo al final de la rueda de prensa en la que anunció que el secretario de Seguridad, Álvar Cabeza de Vaca y el fiscal Carlos Zamarripa Aguirre no formarían parte de su equipo de trabajo.

Minutos antes le pregunté si había pacto con el propio Zamarripa para acordar su salida porque, legalmente, no basta la voluntad del titular del Ejecutivo para determinar la destitución del fiscal.

Mucho más si se trata de un funcionario tan poderoso y empoderado como el que está en activo y que apenas un día antes había recibido loas, incienso y hasta lágrimas en el reconocimiento de parte del gobernador Diego Sinhue Rodríguez, quien lo ha respaldado en las buenas, en las malas y en las peores.

Como cuando desde Palacio Nacional se articuló una embestida con respaldo de la mismísima Fiscalía General de la República a cargo de Alejandro Gertz Manero en el año 2020.

No llegó a nada tal indagatoria, pero en el momento más oscuro para el fiscal, en el gobierno dieguista se planteó la conveniencia de que Zamarripa se hiciera a un lado. Y la postura de Rodríguez Vallejo siempre fue: si no hay nada sólido, legal, que amerite la destitución y todo es político, no se va.

A partir de esa circunstancia, habrá que dimensionar ese golpe que da la candidata panista a la gubernatura Libia Dennise García Muñoz Ledo en el amanecer de su campaña.

No solo en el contexto de lo que significa desarmar uno de los argumentos más socorridos de la oposición en los últimos años de campaña, sino lo que ello representa para la autonomía e independencia que aspira a lograr cualquier candidato que viene de un dedazo del mandatario en turno.

Después de ver la convicción con la que Diego Sinhue Rodríguez Vallejo defendió las gestiones de Álvar Cabeza de Vaca y de Carlos Zamarripa Aguirre en la víspera del anuncio de Libia Dennise García, es evidente que el gobernador sabía perfectamente el anuncio que haría la candidata. Sería ingenuo pensar que ni siquiera le avisó.

Y no solo saberlo (prerrogativa que disfruta per se, un gobernador que ha controlado con mano de hierro las decisiones y más importantes del actual sexenio, sean del poder que sean), sino acordarlo y aceptarlo.

Habría que preguntar si fue sencillo ese proceso entre el que se va y la que quiere llegar. Una decisión pragmática y electorera así, ¿pasó como cuchillo en mantequilla?

Más allá de las maromas para mostrar una narrativa que demuestre que Guanajuato está mejor en seguridad que hace seis años, está la realidad que viven miles de guanajuatenses y de un dato que es inobjetable.

Llámenle como quieran. Está por concluir el sexenio más violento en la historia del estado.

Y ya lo habíamos comentado: para hacer creíble aquello del "nuevo comienzo", no bastaba un sesudo plan de seguridad y tomarse las fotos con expertos.

Las palabras mágicas para pasar ese filtro y llegar a la instancia de poder, vender el derecho a la esperanza de que las cosas pueden mejorar bajo la tutela de un partido que lleva casi 33 años en el poder, las pronunció Libia Dennise el pasado viernes. Era justo y necesario, pero solo es el primer paso. No ha ganado nada.

MÁSCARA VS CABELLERA

Desde otra perspectiva, es evidente que ese pronunciamiento de la candidata panista mueve el tapete inevitablemente a sus adversarias Yulma Rocha Aguilar de Movimiento Ciudadano y Alma Alcaraz Hernández de la coalición 'Sigamos haciendo historia'.

Ni ellas mismas esperaban -y quizás ni deseaban- un compromiso de esa naturaleza.

El compromiso se acompañó de un plan de seguridad que en principio parece atender los flancos débiles de esta administración y apuesta por una transformación de las políticas y estrategias que se habían implementado hasta ahora.

Pero ojo. No es que sea el nocaut de García Muñoz Ledo a sus contrincantes. Tanto Alma como Yulma tendrán que llamar de inmediato a su cuerpo de asesores y estrategas para modificar la narrativa.

Es cierto que la permanencia de los dos funcionarios ya se iba a convertir en un lastre para la panista, si gana la elección y pretendía dejarlos; pero hay un desgaste de la marca y un posicionamiento que han ganado las opositoras al PAN.

Tanto Alcaraz Hernández como Rocha Aguilar tendrán que aprender sobre la marcha a competir con los recursos a su alcance.

En el caso de Morena está claro que la mayor parte de su apuesta descansa en la potencia de su marca, mucho más que en el conocimiento o imagen de su candidato o candidata.

Y eso aplica desde la candidata presidencial hasta el más insignificante de los aspirantes que postula.

Claudia Sheinbaum -ya hemos dicho- no necesita de la autocrítica ni del recurso de decir que va a modificar tal o cual programa. Al contrario, ella se monta en el discurso obradorista y lo mismo hace Alma Alcaraz que apenas el segundo día de campaña se da el lujo de programar actividades privadas en su agenda.

Un caso especial el de Morena que apostará la mayor parte de su capital a lo que ha ganado la marca, en este que era su territorio comanche y en el que ha recortado la desventaja y la hostilidad.

En el caso de Movimiento Ciudadano, Yulma Rocha Aguilar tendrá que remontar las limitaciones que impone una campaña que será austera, más por necesidad que por convicción.

¿Qué tanto le conviene que se le identifique como una opción que solo descalifica al PAN y no a la 4T? Su cuestionamiento al rechazo del PAN a realizar más de un debate el mismo día y casi con el mismo discurso que el de Morena no le abona mucho.

Yulma Rocha de inmediato aclaró que no hay tal sintonía y se apuró a decir que ella no hace alianza ni con los malos ni con los peores, en alusión a panistas y morenistas, y enseguida cuestionó la difusión del acercamiento que tuvo Libia Dennise con el exsecretario de Seguridad de Ciudad de México, Omar García Harfuch.

La candidata emecista tendrá que ingeniárselas para ser una verdadera tercera opción que rompa la polarización que dominará el ambiente en la pugna PAN-Morena.

No va a ser fácil en una entidad donde la presencia de los naranjas y su trabajo de tierra aún son limitados. Que sea calificado como un esquirol de Morena no es lo más conveniente para su causa.

LA DEL ESTRIBO...

La guanajuatense Beatriz Manrique ya renunció a la Secretaría de Medio Ambiente de Puebla, pero no será candidata al Senado pese a haber aparecido en una lista como suplente en la segunda fórmula de aquel estado.

Manrique dijo que no sería suplente, además de que Morena la quiso poner en fórmula en un espacio que era reservada para indígena y ella no pertenece a ese grupo.

La sorpresa es que haya renunciado pese a no tener candidatura. Su nuevo destino político lo anuncia en días.

ERNESTO PRIETO: DESTAPE DISFRAZADO EN TIERRA DE SHEFFIELD

Hace un año, la familia soñaba con tener al papá fundador de Morena -incondicional de Andrés Manuel López Obrador en tiempos aciagos- como candidato a gobernador.

A un año de distancia, no se les hizo con el papá, pero la cosecha no es mala para la familia Prieto porque César, el alcalde de Salamanca, será nuevamente aspirante para buscar la reelección y Ernesto, el actual diputado local, será candidato a diputado federal por el distrito VIII, que no ganó Morena hace tres años gracias a que su ahora compañero de partido pudo rescatarlo.

Después de que Ernesto Prieto Ortega se quedó con las ganas de ser candidato a gobernador, muy lejos en la encuesta de Alma Alcaraz y de Ricardo Sheffield, parecía que la noche se venía para esta familia que controló por varios años al partido.

Y más cuando se definió el género de mujer para la candidatura a alcalde. Ernesto Prieto se quejó en un video en redes sociales del agandalle sheffieldista. Hoy, los reclamos desaparecieron y todo parece enfriarse.

Hace un año, Ernesto Prieto Ortega (entonces director del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado) se destapaba en León como aspirante a la candidatura a gobernador en un mensaje irrefutable para el titular de Profeco, Ricardo Sheffield Padilla, por todos los ingredientes ahí incluidos.

Frente a cientos de personas reunidas en el salón del Hotel Radisson presentó un diagnóstico de la situación que vive la entidad y una suerte de plan de gobierno llamado 'Proyecto alternativo de nación, capítulo Guanajuato'.

Reivindicó su calidad de fundador de Morena en el estado y, sobre todo, de ser el personaje más cercano al presidente Andrés Manuel López Obrador.

"Que quede muy claro, quienes fundamos el partido en Guanajuato lo que buscamos es cambiar las condiciones de los millones de guanajuatenses... no estamos por cargos".

Invitó al presidium a Ernesto Oviedo, quien fuera invitado por Sheffield a ser candidato de Morena a la alcaldía de León y que ya no estaba con Ricardo, presuntamente porque quería volver a ser candidato y no lo iban a respaldar.

A su derecha estaba Marcelino Trejo, quien fuera integrante de la planilla de Sheffield en 2021 y que luego renunció a la misma. Luego, Sheffield acusó al notario de haberlo traicionado. Trejo terminó como candidato a diputado de Movimiento Ciudadano.

También estaban el excandidato a la gubernatura Ricardo García Oseguera; el alcalde de Silao, Carlos García; Mausita Nieto, esposa de Miguel Ángel Chico y el diputado local Cuauhtémoc Becerra.

Prieto Ortega habló del proyecto de gobierno, pero aclaró que lo pondría en las manos de quien sea el candidato o candidata. También escuchó los gritos de "gobernador, gobernador" y vio algunas pancartas de apoyo.

Fueron ilusiones vanas, porque para entonces Sheffield ya se había asegurado que la candidatura a gobernador sería para él o para alguien de su grupo, como ocurrió.

Pero los Prieto no se quedaron con las manos vacías. En Morena nadie toma todo.