Sábado, 30 Noviembre, 2024

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El poder marginal de Libia Dennise

Opinión

Miguel Zacarías

ALIBIANADO. Lo que sí llama poderosamente la atención es que, así como José Luis Manrique habla de que no iba a permitir que le "pisotearan su dignidad" sin decir nombres, por otro lado, reivindique de manera enfática y contundente a la candidata a la gubernatura Libia Dennise García Muñoz Ledo.

PALABRAS. Solo de ella se expresó positivamente ayer cuando habló del PAN. "Libia García Dennise se portó conmigo como una señora. Claro que me tendió los puentes. Claro que me puso las oportunidades en la mesa. De primer nivel, pero ya no era un tema de estar o no en una campaña o en un gobierno. Mi dignidad ya está por encima de todo y yo ya no voy a dejar que me la pisoteen. Lo único que les puedo decir es que Libia se portó como la señora que es y ahí lo voy a dejar. Los puentes se tendieron ¿De primer nivel? Claro que sí pero ni así me convencieron"

PESO. José Luis Manrique era un personaje clave para la candidata y es un operador nato en tierra y eso es lo que más debe preocupar a los altos mandos azules.

CONSECUENCIAS. El punto es que García Muñoz Ledo intentó salvar la permanencia de Manrique en el PAN, pero por lo que dice el ahora morenista, ya el daño estaba hecho y no dio marcha atrás. No pudo conseguir la candidatura para su gran aliado y que podía ser un operador político clave para ella.

LIMITADO. Y no lo pudo lograr porque hay cosas y decisiones que no están bajo su control todavía. Y entonces volvemos al tema que ya he abordado en este espacio: lo limitado de su equipo y el limitado alcance de su poder en el PAN-Gobierno de la mano de hierro.

UNO MENOS. En la conformación de un círculo cero, probablemente Manrique era un fuerte prospecto y ya no lo será y si no pudo hacer lo suficiente para retenerlo, cabría preguntar entonces cuándo le darán margen de

CERCADA. Las candidaturas no las definió ella o no la mayor parte de ellas y uno de los personajes leales que tenía ya no están en el partido. Es probable que cualquier problema que de aquí en adelante enfrente la candidata panista termine relacionada con el mismo asunto: decisiones claves para fortalecerla no se toman en su escritorio.

INFIERNOS INTERNOS. El que todavía no se va sigue siendo poderoso y la que quiere llegar no dispone de todos los hilos. Una afrenta para Libia porque no es el único frente que debe atender la candidata.

ELEMENTOS. En León hay una alcaldesa que se disciplinó a una decisión coyuntural que no le benefició pero que no ha renunciado a su espíritu rebelde y que seguirá su propia agenda. Agregue el tema seguridad y el cuestionamiento permanente a la continuidad de los responsables en la materia. El nuevo comienzo enfrenta muchos nubarrones y lo peor es que casi todos, son internos.

LA DEL ESTRIBO...
Más allá de que no es una labor para la que sea especialista quien siempre ha estado vinculado a temas más económicos y administrativos, lo que sorprende del nombramiento de Enrique Sosa es la definición de fin de sexenio para un funcionario que estuvo en la mira de la gestión de Alejandra Gutiérrez, vía el síndico José Arturo Sánchez Castellanos.
Es una definición de final de sexenio del gobernador Diego Sinhue. Para los asediados por el fuego amigo y que estuvieron en el banquillo de los acusados, reivindicación absoluta.

 

A UN SEXENIO DE UN DÍA QUE MARCÓ AL PANISMO...

A propósito de renuncias, hace 6 años, el PAN Guanajuato vivió un día que impactaría para la posteridad.

Ricardo Sheffield Padilla quemaba todas sus naves antes de renunciar al blanquiazul y Fernando Torres Graciano, sabedor de que tenía perdida la candidatura a gobernador, trataba de sacar raja en la negociación de la joya de la corona.

Aquel jueves 8 de febrero de 2018, Héctor López Santillana parecía estar noqueado en el último round en su afán de ser de nueva cuenta el candidato a la alcaldía.

En el objetivo de neutralizar a Ricardo Sheffield quien a imagen y semejanza de 2015 se rebelaba contra el dedazo, surgió una apuesta que descarrilaba a López Santillana.

Humberto Andrade iría como candidato a alcalde en León; José Luis Manrique como candidato a diputado federal en lugar de Jorge Espadas y Renata Arévalo, esposa de Sheffield en lugar de Libia Denisse García en una diputación local.

Obviamente, todo lo anterior, a cambio de que Sheffield declinara a su aspiración de ser precandidato a alcalde pero este último rechazó la salida que le planteaba su aliado coyuntural, el entonces senador Fernando Torres.

La posibilidad de que Humberto Andrade se convirtiera en el candidato emergente a alcalde corrió como reguero de pólvora en las redes sociales que recreaban la telenovela panista.

Esa misma noche, el entonces candidato a la gubernatura Diego Sinhue Rodríguez Vallejo reunía a Héctor López, Alejandra Gutiérrez, Juan Carlos Muñoz, Ector Jaime Ramírez y Luis Ernesto Ayala. Se tomaron la foto y la subieron a redes sociales.

Fue ese hecho el que precipitó la renuncia de Sheffield que se consumó después.

José Luis Manrique Hernández se registró entonces como aspirante a la candidatura al distrito 11 federal en León. Lo llamativo fue que unas horas antes hizo lo propio, con la presencia del entonces senador y actual diputado federal

Fernando Torres Graciano, Jorge Espadas Galván que hoy también es legislador en San Lázaro.

Jorge Espadas ya estaba perfilado de antemano para ir por el distrito 11 aunque debió asistir al registro de precandidato de Héctor López Santillana.

Al final, la candidatura a diputado federal fue para Espadas, pero Manrique se sumaba a Diego Sinhue y esperaba el pago a su inmolación. Fue ese el momento en el que le dijo no a Ricardo Sheffield mientras se desinflaba la aspiración de Fernando Torres.

Un momento que marcó al PAN porque se desarticulaba la alianza Sheffield-Fernando Torres en la que estaban sumados Libia García y Jorge Espadas. Libia no imaginó lo que se venía 6 años después. Jorge Espadas hoy sobrevive y parece, será uno de los hombres fuertes.

 
 

PAN: LOS COSTOS DE LA MANO DE HIERRO

Más allá del chapulinazo de José Luis Manrique del PAN a Morena, de la facilidad con la que hoy los políticos cambian de chaqueta de un día para otro y de todos los adjetivos que puedan dedicarse a la maroma que acaba de dar, hay varios temas de los que el partido gobernante en Guanajuato debe tomar nota pues expresan su crisis de fin de sexenio, de cambio de mando y de desgaste de una hegemonía que se extiende por casi 33 años.

El fondo de las razones que esgrime Manrique Hernández abiertamente y lo que se deja ver en aquello que menciona entre líneas nos lleva a plantear que se llegó la gran prueba de fuego para la mano de hierro con la que el gobernador

Diego Sinhue Rodríguez Vallejo ha ejercido el poder no solo en el gobierno sino en su partido.

Parecía que el PAN llegaría a la campaña sin renuncias de personajes importantes en su partido, sin marchas traumáticas a Morena como la que protagonizó Ricardo Sheffield Padilla hace 6 años y resulta que el alumno más aventajado de este, da la sorpresa y asesta un mazazo no tanto a Diego Sinhue sino a Libia Dennise García, la candidata que aspira a sucederlo.

El gobernador vía su jefe de gabinete, Carlos Alcántara, asumió las decisiones más importantes y las no tanto en materia de candidaturas. No se ha movido una hoja en el blanquiazul sin la voluntad de ambos. Y en términos generales, pueden presumir estabilidad y unidad partidista.

No hubo un "Sheffield" de 2018, tampoco un pacto de la Loma de 2012; tampoco un favorito de Los Pinos como en 2006. Las candidaturas se procesaron vía dedazo o designación pues, y parece que la paz y la armonía reina en el PAN. Parece.

Pero justo esa es la hipótesis a comprobar. Es el beneficio de la duda a la unidad partidista producto de la mano de hierro y el ejercicio implacable de dedazos y la disciplina que se ha impuesto.

José Luis Manrique, ufano, dice representar la voz de panistas que se sienten desairados. Él que ha tenido cargos con bendición dieguista a lo largo del sexenio, se siente ignorado porque 4 veces le prometieron una diputación y lo ignoraron.

La realidad es que él siempre quiso ser diputado y nunca se la dieron. Cuando habla de que pisotearon su dignidad, la acusación viene de muy arriba. Y entonces dice que hay muchos más que se solidarizaron con él y que lo van a seguir.

¿Cuál será el impacto de los dedazos, de las decisiones unilaterales asumidas desde la jefatura de gabinete en el partido de cara a la elección que se avecina? ¿Hay armonía y espíritu de colaboración en el PAN aún en los "Manrique" de distinto tamaño, nivel salarial e historial partidista a lo largo y ancho del estado?

Probablemente, Manrique exagere y la maquinaria esté aceitada y en el PAN no hay dolidos, ni agraviados, ni resentidos. Ya veremos.

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