El valle de la mentefactura, apuesta del sexenio
En medio de la espectacularidad, el pasado lunes el gobernador Diego Sinhue presentó en el Poliforum León el programa “Tenemos un valle para tus ideas”, como estrategia principal de trabajo del organismo Idea-Gto. Mediante este espacio busca recrear la mentefactura de Goñi, mezclada con el ingenio de Frederick Terman quien creó Silicon Valley en San Francisco.
Ahora bien, llama poderosamente la atención que el gobierno del estado se asuma como principal impulsor del cultivo de la mentefactura, como una política pública con una inversión inicial de 100 millones de pesos para edificar el complejo intelectual tecnológico donde confluyan empresas, eventos de emprendimiento, proyectos innovadores, oportunidades de negocios y mentores acreditados, cuando debiera ser sólo impulsor.
Sin lugar a dudas que la idea suena a una hermosa sinfonía a la creatividad, inventiva e innovación tecnológica, para competirle al mundo en desarrollo de software, robótica, inteligencia artificial, tecnologías cognitivas y nanotecnología, algo así como fundar nuestro propio “Silicon Valley”. Ésta parece la oportunidad de materializar la utopía del desarrollo tecnológico que detone el progreso y evolución intelectual del guanajuatense, proyectando la formación de 20 mil estudiantes en emprendimiento e innovación, 400 negocios de patentes libres, 250 eventos de emprendimiento.
El espíritu aspiracionista del gobierno estatal pretende que en este espacio para la ciencia y la tecnología se detonen 300 startups, se capacite a 800 familias en modelos de negocios de economía social y se convierta en la puerta de la administración pública a la mentefactura y la transformación industrial. Con este sueño gubernamental Diego Sinhue le plantea al Instituto de Innovación, Ciencia y Emprendimiento para la Competitividad, el reto más trascendente de su administración, pues en esta estrategia se pretende integrar a las 500 empresas internacionales, a los 37 parques industriales, a los siete parques de innovación, a las incubadoras y aceleradoras de empresas en el paradigma detonante de la Industria 4.0.
Sin lugar a dudas que la labor será titánica, si se quiere en verdad convertir a Guanajuato en la Meca del desarrollo de la industria del futuro y oasis del emprendedurismo latinoamericano, pues aún prevalece en el estado y país una mentalidad maquiladora y de mano de obra con fuerte impulso al consumismo antes que a la producción y el pensamiento disruptivo y divergente. Hacer converger los intereses empresariales de la industria asentada en el estado para permitir y promover una transmutación laboral, donde nuestros conciudadanos migren de la manufactura al imperio del intelecto aplicado a la empresa no se antoja tarea sencilla ni de corto plazo.
El planteamiento de la idea e intención gubernativa es motivante en sí misma, pero su traslado del etéreo mundo de las ideas y el discurso a una realidad concreta requiere de mentalidad institucional altamente estratégica, que sepa motivar e ilusionar al colectivo de los agentes de negocios, grandes inversionistas, académicos, estudiantes, profesionistas, investigadores y entes educativos, económicos y de fomento empresarial del gobierno.
Bajo este enfoque, si no se logran anclar los talentos que puedan surgir a una identidad de arraigo y compromiso con nuestro estado, se corre el riesgo que la capacidad e intelecto sean absorbidos por los mercados internacionales, como han terminado los más de 7 mil 600 mexicanos que trabajan en la industria tecnológica de Silicon Valley en Estados Unidos.
Para que el modelo del gobernador tenga éxito, lo debe convertir en un proyecto de estado, transformando primero al sector educativo y económico para enfocar el cambio de mentalidad y las líneas de formación profesional, desde la educación básica.
La transformación cultural de una sociedad, surge de la ilusión de su gobernante y el compromiso solidario de sus colaboradores.