EL VIAJE DE LOS DIPUTADOS: 100 MIL MÁS CARO
NO ES SU LANA. Pues no le salieron las cuentas al presidente de la Junta de Gobierno del Congreso local Jesús Oviedo Herrera porque el viajecito de diputados locales a Chicago salió más caro de lo que había anunciado. Al final no fueron 300 mil sino 400 mil lo que se gastaron los 7 legisladores a los que les pagó el Legislativo.
LA LISTA. Los de la Junta de Gobierno que asistieron (Jaime Hernández, Juan Elías Chávez, Vanessa Sánchez, Magdalena Rosales y el propio Oviedo) más los diputados Miguel Salim y Martha Delgado. Se pagó el viaje además de 2 empleados de personal operativo. Casi 45 mil pesos por persona.
EL ENCANTO DEL PRESUPUESTO. De destacar que finalmente la morenista Magdalena Rosales haya decidido asistir a un viaje de esta naturaleza. No le tocó a ninguno de los anteriores coordinadores. Hay momentos en que también se puede mandar al diablo la austeridad. Que tanto es tantito.
MORENISTAS CON VICENTE FOX
CIRCO RODANTE. Los diputados Enrique Alba y Emanuel Reyes así como el dirigente estatal de Morena Ernesto Prieto se lanzaron ayer a San Cristóbal a tratar de cucar al expresidente Vicente Fox Quesada que cuando se trata de provocar a sus adversarios políticos, se pinta solo.
REPLIEGUE. Y el exmandatario, obviamente, no salió a abonar a la causa de los legisladores quienes solo pudieron dejar un escrito en el Centro Fox. Un poco de teatro adicional para tratar de abonarle a un ejercicio que en el ciudadano que no tiene vela en este entierro, que no es incondicional de la 4T o no quiere abonar al gobierno actual, simplemente no le interesa.
TABLAS. Vicente Fox no salió a recibir a los morenistas pero tuiteó más tarde en su cuenta en la que insultó a sus visitantes al tiempo que Ernesto Prieto le devolvió la descortesía con un epíteto del mismo nivel.
TENDIENDO LA CAMA. Más allá de la anécdota, Morena ya llevó al INE los reclamos que desde hace unos días hiciera aquí en Guanajuato el propio Prieto que evidenció supuestas fallas en la ubicación de las casillas que proyecta el órgano electoral para la consulta.
CUIDADO. El INE lo niega todo y tendrá que revisar porque cualquier fallo en la logística será un argumento de los de la 4T para justificar el desaire en la consulta dominical.
LA DEL ESTRIBO…
Pocas luces todavía da la presidenta electa de León Alejandra Gutiérrez sobre el gobierno que prepara para el próximo 10 de octubre. Todavía hay pocas certezas sobre los integrantes de su gabinete. Pero ya se especula quienes ya no estarían. Una de ellas, Graciela Amaro, directora del Instituto Municipal de Planeación (Implan) desde 2006 cuando llegó al poder Vicente Guerrero Reynoso. 15 años en el cargo, lo que muy pocos pueden presumir en cualquier municipio del estado. Cinco alcaldes incluida la priista Bárbara Botello.
No hay nombres en la baraja pero uno de los que colaboran con Gutiérrez Campos en la transición es Rafael Pérez Fernández, primer director en la historia del Implan en León que fue el titular en la administración 92-94 con Eliseo Martínez.
EL ZAPOTILLO: MÁS DRAMA Y SUSPENSO
La 4T es una caja de sorpresas tan peculiar y el proyecto del acueducto El Zapotillo tan lleno de anécdotas y absurdos que hasta un secretario abiertamente en contra del mismo se ha integrado al gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Ya renunció al cargo pero hace exactamente 2 años irrumpía en la escena mediática Víctor Manuel Toledo Manzur, entonces secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales quien visitaba Jalisco para reunirse con agrupaciones civiles de las poblaciones de Temacapulín, Palmarejo y Acasico que se oponían al proyecto.
Eso no era mayormente noticioso pues es la labor de un funcionario conocer los proyectos e interactuar con afectados. El problema fue que el titular de Semarnat había expresado su abierta simpatía con los argumentos de los pobladores.
“Me bastaron 15 minutos para percatarme donde me encuentro y de darme cuenta que inundarlo sería el acto más irracional”, dijo ante pobladores de Temacapulín, Jalisco en papel más de activista que de funcionario
Para entonces ya era público que ya se habían puesto de acuerdo, los gobernadores Diego Sinhue y Enrique Alfaro para sacar adelante el proyecto. Los técnicos de Jalisco, Guanajuato y CONAGUA ya habían arrastrado el lápiz para darle viabilidad a un acueducto que dotará de agua a la zona metropolitana de Guadalajara, municipios de los Altos y León.
Pero aparecía en escena Toledo Manzur, el hombre que sustituyó a Josefa González la secretaria que tuvo que renunciar a su cargo por retrasar un vuelo.
Integrante del Sistema Nacional de Investigadores de la UNAM y que se describía como un ecólogo, poeta y ensayista, este funcionario fue a Temacapulín a decir a los pobladores lo que querían escuchar.
Eso ocurrió hace 2 años. Ya se fue Toledo Manzur porque su activismo desde la burocracia de la 4T ya era insostenible, ya se fue Blanca Jiménez de Conagua y el proyecto sigue atorado y en el limbo pero con menos tiempos para concretarse.
Justo ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que visitaría estos poblados para hablar con la gente. Casi a la mitad del sexenio todavía se queja de los proyectos que le heredaron, de los errores del pasado y de la voluntad de resolver algo que sigue siendo un problema. Y si la obra no se hace, lo de hoy seguirá siendo atole con el dedo.
LA COMPRAVENTA DEL ESTADIO: MÁS DETALLES DE UN CUENTO DE HADAS
En la compraventa del estadio León a un precio menor de su valor catastral y con una autoridad que niega haber hecho algún descuento, facilidad o algo que se le parezca, todo sigue cuadrando para pensar en un cuento de hadas aterrizado en una novela de futbol, política e intereses inmobiliarios.
Dice el alcalde de León, Héctor López Santillana que desde el punto de vista de información pública, no hubo reducción de impuestos ni facilidades ni nada por el estilo en el tema del impuesto predial que adeudaba Roberto Zermeño ya como dueño del estadio y los terrenos aledaños.
Pero el tema del Estadio León ha sido desde 1999 en León un tema de estado y es evidente que el gobierno del estado y el gobierno municipal tienen todas las armas a su alcance para negar algún arreglo a trasmano, operación simulada o facilidad para generar un arreglo.
La suspicacia o la inquietud sobre la forma en que se dio esta salida providencial a un asunto que parecía no tener punto de arreglo se funda en las acciones previas de la autoridad y en la participación de los protagonistas en estos asuntos.
Antes del anuncio de la compra por parte de Grupo Pachuca, este consorcio se había mostrado renuente a acercarse a Zermeño. El gobierno estatal había hecho la oferta para que se comprara con recursos públicos el inmueble y se habló extraoficialmente de un monto que superaba los 500 millones de pesos.
Tras bambalinas se conoció de encuentros, reuniones y contactos en los que participaron funcionarios de gobierno del estado con el propio Zermeño y Héctor González. La urgencia de estos últimos era vender y el gobierno estatal apostó por comprar pero todo fracasó por la negativa de 2 integrantes del cabildo azul panista, una de ellas Leticia Villegas Nava.
Grupo Pachuca, según estas versiones, permanecía al margen, a sabiendas de que teniendo la franquicia, podía jugar como lo hizo en algún momento con el amago de irse a jugar a otra plaza si no veía claro.
Todo ese escenario repentinamente cambió. De pronto, el gobierno saca totalmente las manos de la operación; Grupo Pachuca tiene ganas de negociar con Zermeño y este último de vender el estadio en una cantidad que nunca antes se había manejado.
Un arreglo providencial que deja a todos contentos como habíamos ya comentado. Zermeño vende como lo deseaba (aunque no en la cantidad que deseaba), Grupo Pachuca compra y queda con la imagen del corporativo que da certidumbre al futuro del equipo y el gobierno sin el complejo de culpa de meter un peso público al futbol y sin el pendiente de que una franquicia se puede ir de la ciudad.
En el horizonte, la posibilidad de negociar con un corporativo como Grupo Pachuca, con experiencia en el ramo y con colmillo en los negocios. Mejor imposible.
Y bueno, el notario que dio fe a la compraventa fue ni más ni menos que Luis Mariano Hernández Aguado, exsecretario del Ayuntamiento, exmiembro del Fideicomiso del Club León y ahora próspero empresario inmobiliario. Échense ese trompo a la uña.