¿Estamos solos?
Cuando uno eleva la mirada al cielo y pierde la dimensión de la inmensidad, es lógico que nos dé por dudar si somos los únicos habitantes del universo. Esta duda ha generado mucha curiosidad, temor y suspicacia. Desde luego, pensar en vida fuera de la tierra ha sido fuente de mucha fantasía que ha nutrido a escritores —especialmente de ciencia ficción—, a creativos y también hay que decirlo a infinidad de charlatanes. El tema extraterrestre ha inspirado a músicos, pintores y también a filósofos y científicos de todas las épocas, también a bufones. Claro, una cosa es teorizar, lanzar hipótesis y fantasear y otra muy distinta concretar con evidencia de que pueda existir algo que se asemeje a la vida inteligente en otros puntos del espacio sideral. Por supuesto, creer que en toda esta enormidad estamos solos, es un sinsentido; como también lo es hablar de ovnis, restos biológicos no humanos y fenómenos aéreos no identificados sin datos duros.
Con toda honestidad y aunque sabemos que hay muchos científicos detrás del tema, quienes hablan de avistamientos y de encuentros cercanos de cualquier tipo nos hacen sentir desconfianza. Recuerdo que, de chica, Don Pedro Ferriz Santacruz sentenciaba con esa voz grave y potente que tenía que: “un mundo extraño nos vigila” y quienes lo escuchábamos sentíamos que la piel se nos ponía de gallina mientras él pelaba los ojos, alzaba las cejas y movía el bigote. Claro que muchos se reían y lo veían como ocurrencias. Lo mismo ha pasado con Jaime Maussan que lleva años advirtiendo sobre su certeza de que existen naves extraterrestres. Sabemos, sus memes sobre aliens invaden las redes sociales.
Más allá de las bromas, por años, hemos sospechado que el gobierno de los Estados Unidos sabe más de lo que informa sobre lo que sucede en el espacio. Desde el primer alunizaje y la supuesta locura de Niel Armstrong, el silencio de Buzz Aldrin y la fragilidad de Ray Collins la rumorología en torno a lo que sucede en el universo, más allá de nuestra atmósfera, se ha desatado. Dicen que los Estados Unidos tiene desde hace décadas un programa secreto con el que captura, recupera y estudia los llamados 'fenómenos aéreos no identificados' (UPA, en sus siglas en inglés). Eso que parecían chismes, cuentos y rumores fantásticos está cambiando de coloratura.
Parece que no es la ilusión de una mente deschavetada eso de que no estamos tan solos ya que según aseguró David Grusch en una comparecencia pública en el Congreso, un ex alto cargo de la inteligencia del ejército del Aire, los estadounidenses tienen bajo custodia evidencia de vida extraterrestre. Entonces, es verdad que nuestros vecinos del norte tienen interés en los ovnis, 'objetos voladores no identificados', en sus naves, en sus tripulantes y en todo lo que gire en torno a ellos, así como posibles fenómenos atmosféricos o físicos que podrían no ser un objeto volante.
El mayor David Grusch puso al planeta de cabeza. En los periódicos de todo el mundo, sus declaraciones han generado curiosidad ya que no se trata de un científico loco que agarró el micrófono y se puso a hablar por hablar. En todo el mundo menos en su propio país, ya se sabe que nadie es profeta en su tierra. Se trata de quien estuvo en la dirección del grupo de trabajo del Pentágono sobre UAP y se encargó de todos los programas secretos relacionados con estos fenómenos.
Grusch declaró:
“En el desempeño de mis funciones, fui informado de la existencia de un programa extendido durante décadas de captura e ingeniería inversa, al que fui denegado el acceso”.
El uniformado decidió convertirse en 2022 en informante interno ante las autoridades para revelar esos programas secretos. Saber sobre que el gobierno de los Estados Unidos tiene este tipo de programas no creo que sorprenda ni escandalice a nadie. Pero, esa no fue la única declaración explosiva de Grusch durante su comparecencia en el Congreso, organizada por el comité de supervisión de la Cámara de Representantes, liderado por los republicanos. Lo que puso al mundo en alerta fue lo que respondió cuando le preguntaron si el Gobierno de Estados Unidos está en posesión de objetos extraterrestres accidentados en la Tierra. “Sin duda”, fue la respuesta categórica que dio.
No sé el impacto que esta información tendrá en nuestras vidas. No será la primera vez que sentimos que estamos en medio de la trama de una novela de ficción. Tampoco es que no lo imagináramos o que a partir de hoy podamos afirmar que hay vida más allá de la Tierra y que esa vida se ha puesto en contacto con nosotros. La pregunta sigue flotando: ¿estamos solos?, ¿será?
