IEEG: EL FLANCO QUE LE TOCA RESOLVER

ENFÁTICO. El consejo general del Instituto Estatal Electoral de Guanajuato (IEEG), a través de su presidenta Brenda Canchola Elizarrarás se ha deslindado en los últimos días de cualquier corresponsabilidad en la dilación para otorgar medidas de protección a candidatos de Morena.

CIRCUNSTANCIA. Pero tampoco puede lavarse las manos y decir que todo está en cancha de la autoridad estatal con el argumento de que es simple oficialía de partes que reenvía comunicaciones a otras instancias si el marco regulatorio del protocolo de seguridad para candidatos tiene su origen en el reglamento de campañas.

ORIGEN. Es decir, el documento se incubó y se aprobó ahí y si bien ellos no disponen ni mandan sobre corporaciones de seguridad ni tienen atribuciones para asignar elementos a candidatos, si son el ente donde se anida la regulación para garantizar esa seguridad que hoy es tema delicado en un entorno como el actual.

TAMBIÉN LE TOCA. Si el exhorto aprobado ayer en el Congreso local interpela al jefe del ejecutivo estatal y al Fiscal que suelen ser protegidos a capa y espada por la fracción mayoritaria, consejeros y consejeras no pueden ignorar la parte que les toca de ese llamado legislativo.

SU PARTE. Nada puede hacerse para devolver la vida a una candidata pero mucho si se trata de mostrar apertura y sensibilidad en un momento delicado que no está para las instancias de llevar a buen puerto las elecciones, se laven las manos y escurran el bulto.

LA DEL ESTRIBO...

Por cierto, la candidata morenista informó que este viernes interpondrá una denuncia ante las autoridades correspondientes pues según su dicho, tanto ella como la candidata a la alcaldía de Villagrán, Cinthia Teniente han recibido advertencias de sus cuentas en redes sociales de que "son las siguientes".

Mientras tanto, Alcaraz estuvo la tarde de ayer en Salamanca en una visita que tiene su simbolismo para ella porque es la tierra donde siguen tronando los chicharrones de la familia Prieto. Ernesto papá tardó en digerir que no haya sido él, el candidato pero el tiempo y las candidaturas respectivas para sus hijos Ernesto y César que va por la reelección en ese municipio, han ayudado mucho a sanar heridas.

Ayer se tomaron la foto con la candidata, como si nada hubiera pasado.

MARGARITA ZAVALA Y ÁNGEL CÓRDOVA, 12 AÑOS DESPUÉS

Hace 12 años, ambos formaban parte de la élite gobernante en México en el ocaso del sexenio de Felipe Calderón. Ella como una discreta primera dama y él como secretario de Educación luego de su fallida incursión como potencial candidato a la gubernatura de PRI y Verde.

Margarita Zavala sigue vigente en la política actual como diputada federal del PAN luego de una fallida aventura para conformar un partido político tras la renuncia temporal al blanquiazul.

En algún momento, el expresidente Felipe Calderón le dio un jalón de orejas a Angel Córdova  a través de los medios en una reunión en León ya fuera del poder.

Hace 9 años, se encontraron en León. Con Zavala como puntera en la carrera de la candidatura presidencial al interior del PAN y el doctor como candidato “opositor” de PRI y Verde a la alcaldía de León.

Opositor porque pese a ser candidato del binomio gobernante, no tenía el respaldo de la entonces alcaldesa de León Bárbara Botello.

Aquél día, justamente, la exprimera dama visitaba el estado para acallar los rumores y versiones en torno a su supuesto favoritismo a Córdova Villalobos que circulaban en el panismo guanajuatense luego de que 3 años lo empujaba a la candidatura a gobernador.

Y Margarita no negó su amistad y cercanía con quien fue secretario de Salud y de Educación en el sexenio calderonista pero fue políticamente correcta: “lo mejor que le puede pasar a León es Héctor López (candidato panista a alcalde leonés)”.

Hace 2 años, Zavala probaba las hieles de ser la pareja del político más odiado por el presidente de la república en turno. Han sido varias las sesiones del pleno del Congreso federal en la que, con malos modos, los morenistas no la han dejado hablar en una muestra de intolerancia clara.

Córdova estaba ya en el consejo consultivo de Movimiento Ciudadano en Guanajuato pero sin aspiraciones de una candidatura.

Su momento fue 2012 cuando era estrella del gabinete calderonista pero se le atravesó primero la aplanadora del panismo con Miguel Márquez al frente y después, la rebelión de Juan Ignacio Torres Landa en el PRI que le impidió ser el abanderado de la coalición PRI-Verde.

Bárbara Botello ahora está en Morena y podría ser diputada local en la siguiente legislatura. Márquez podría ser senador panista. Margarita Zavala busca una candidatura de mayoría en un distrito de la ciudad de México.

VIOLENCIA ELECTORAL: DEBILIDADES, EXCESOS Y OPORTUNISMOS

Los efectos del asesinato de la candidata de Morena en Celaya, Gisela Gaytán se siguen manifestando en la política local no necesariamente de la mano de la sensatez sino exactamente a la inversa.

Del lado morenista con una exhibición en el palacio legislativo que rebasó los límites de la legítima indignación y reclamo de un partido político que perdió a una candidata por la violencia electoral para convertirla en un mitin inoportuno y que poco honra la memoria de su abanderada.

Y del lado de la autoridad estatal, un secretario de Gobierno que se atrinchera en una postura irrebatible desde el punto de vista legal pero que deja mucho que desear de la sensibilidad y sentido de previsión de un gobierno que con un poco de olfato y sentido común pudo atenuar la vulnerabilidad evidente del gobierno ante un nuevo embate del crimen.

Esa sensibilidad y pragmatismo que sorprendentemente sí mostró la mayoría del PAN en el Congreso local que se comió su orgullo al renunciar a su derecho de revirar a Morena con los casos de violencia electoral en estados gobernados por ellos y literalmente se puso de tapete frente a la propuesta de exhorto al gobernador, al Fiscal y a la consejera presidenta del IEEG.

La mayoría azul aceptó la obvia resolución de la propuesta de Morena no para batearla como otras ocasiones sino para avalarla. Y sin chistar ni rebatirla en el debate. Aguantaron candela no solo con los discursos de David Martínez y Hades Aguilar sino con la gritería de los manifestantes en el salón de sesiones, algunos de los cuales hasta profirieron insultos a integrantes de la bancada azul. El presidente de la mesa directiva, Alfonso Borja no interrumpió la sesión para reconvenir a los manifestantes. Una estampa insólita e inédita de estoicismo de la mayoría panista.

Una actitud que resulta ser, paradójicamente, una aceptación de lo que el secretario Oviedo no quiere admitir. Un poco de sentido común tendría que haber llevado al gobierno estatal a declarar excepciones a la rigidez de reglas de un protocolo para dotar de seguridad a candidatos en municipios especialmente violentos como los de la zona Laja Bajío.

En el posicionamiento de Armando Rangel a nombre de la bancada azul al final de la sesión, acepta que la regla de la querella como requisito para acceder a protección estatal, es "absurda".

Jesús Oviedo dijo ayer que la querella no era indispensable para dotar de protección. Curiosamente el gobierno ya asignó seguridad a 6 candidatos o candidatas locales, todos los cuales presentaron la denuncia entre los requisitos.

El gobierno estatal difícilmente podrá convencer con su argumento de explicar todo a partir de la legalidad, menos, después del inesperado aguante de candela opositora del PAN.

Pero del lado morenista, también hay excesos que lamentar. Es evidente que más allá de la indignación natural y el duelo, están resueltos a sacar toda la raja electoral de este trance. En estricto sentido, pudieron hacer más, por lo menos para dejar patente lo exageradamente rígido de los requisitos.

De mal gusto, combinar los reclamos de justicia con los puños en alto aclamando a Alma Alcaraz. Puede embonar con la causa las consabidas críticas a Alvar Cabeza de Vaca y Carlos Zamarripa, no la mutación en mitin de una manifestación por el esclarecimiento de un crimen.

No es solo que se les pasó la mano; los deudos de Gisela Gaytán, sus amigos y familiares dolidos por la tragedia no deben estar celebrando ese lance. Tampoco checan los insultos que profirieron algunos de los manifestantes a integrantes de la bancada azul.

Una cosa es politizar o partidizar causas en tiempos de campañas y otra, el envilecimiento de la política.