Sábado, 25 Enero, 2025

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¿Intervencionismo sindical?

Opinión

Héctor Andrade Chacón - Sociedad y economía

Ya han pasado más de 30 días desde que la titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS) anunció que había un plazo de 30 días para que se repusiera la consulta sobre el contrato laboral entre los trabajadores de la Planta de General Motors (GM) en Silao, por parte del Sindicato ‘Miguel López Trujillo’, detentador del acuerdo, sin que se haya cumplido sobre el mandato y, sobre todo, informado sobre cuándo y cómo se realizará finalmente.

El tema ha levantado ámpula en Estados Unidos, Canadá y México, los tres países firmantes del acuerdo comercial TMEC, pues se están poniendo en marcha mecanismos contemplados en el tratado para fomentar la democracia sindical y el respeto a los derechos humanos de los trabajadores. El caso está en una primera etapa, una queja de la Casa Blanca para que en México se revise qué pasa con GM, pero sobre todo con el sindicato adscrito a la Confederación de Trabajadores de México al momento de poner a consulta el tratado, de ahí la intervención de la STyPS para reponer el procedimiento.

Sin embargo, si la situación sigue como hasta ahora, con dilaciones y no se cumple con esa consulta, el caso puede ser elevado a un arbitraje internacional y posteriormente a establecerse sanciones para GM y la organización sindical, por no apegarse a los puntos del T-MEC. Entre las sanciones para General Motors puede haber aranceles para su producción, suspensión de exportación y, si se reiteran esas conductas, la prohibición para comercializar productos o servicios en otro país.

Seguramente no se llegará a este punto, con independencia de que en Estados Unidos también se está realizando una investigación independiente sobre lo que pasa con la armadora. El fondo de esto es que se han denunciado prácticas abusivas de la empresa contra los trabajadores, que habían sido toleradas por el Sindicato ‘Miguel López Trujillo’ y la propia CTM, una de ellas las llamadas horas extra obligadas.

La organización sindical estadounidense AFL-CIO, una de las que establece una fuerte presión en los Estados Unidos y aliada electoral del Partido Demócrata, que gobierna la Casa Blanca con Joe Biden, ya manifestó esta semana una “profunda preocupación” por la aparente negativa del Sindicato ‘Miguel López Trujillo’ de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) a programar una nueva votación de legitimación del convenio colectivo en la planta de General Motors en Silao.

Hasta aquí las cosas en el caso Silao, en lo conocido por medios oficiales o comunicados de las organizaciones. Pero… si buscamos más allá de la frontera para conocer qué se dice del caso, en el portal del Comité Internacional de la Cuarta Internacional (sic) Socialista (https://www.wsws.org/en/ articles/2021/06/15/more-j15.html) se acusa a la AFL-CIO y otros sindicatos estadounidenses de buscar el establecimiento de organizaciones laborales independientes en México alineadas a los intereses del gobierno de Estados Unidos y las trasnacionales bajo el paradigma de las prácticas democráticas, financiando sindicatos supuestamente de ‘izquierda’ y que hoy aparecen cercanas al gobierno de Andrés Manuel López Obrador

Así las cosas, se busca extirpar de GM al sindicato de la CTM, al cual también acusan de ‘charro’, pero de viejo cuño que resulta más difícil para esta transformación de las prácticas laborales en México. Inclusive acusan la intervención de la CIA en todos estos movimientos, incluyendo las huelgas en la frontera, en las maquiladoras.

Si revisamos lo que también se dice en la CTM sobre los sindicatos estadounidenses y canadienses que reclaman la democracia sindical en México y apoyan a las organizaciones independientes como las que hay en Silao, curiosamente hay coincidencias. Acusan intervencionismo y piden que no se metan los sindicatos extranjeros, aunque tampoco ofrecen certeza de respeto a los derechos de los trabajadores locales.

A esta hora, todo se torna un mar revuelto y los que siempre están sujetos a otros designios son los trabajadores. El caso Silao ya se ha convertido en una intriga internacional.

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