Juan Carlos Romero: Candidatura sin premio garantizado
Para efectos del pragmatismo electoral de lo que ambos querían construir, sí es una lástima que Verde y Morena no hayan llegado a un acuerdo para concretar una coalición en las elecciones municipales.
Los efectos de no hacerlo serán adversos para ambos. Los 2 pierden y quizá más el Verde porque la elección de 2024 representa, ante todo, el reto de sobrevivir y no perder el registro.
Una señal inequívoca de que ya nada es como antes. Qué tiempos aquellos cuando los verdes traían comiendo de la mano al PRI cuando amarraban alianzas.
Es cierto. El partido del tucán puede presumir que hoy tiene muy buenos perfiles de aspirantes en la ciudad más grande del estado que es León.
Eugenio Martínez Vega quien ya fue síndico en 2012 y candidato en 2009 por el mismísimo Verde es el perfil más experimentado que presenta Morena. Es probable que no haya sido su deseo estar incluido porque también está en el elenco de aspirantes plurinominales y él ha decidido estar más en la parte estratégica de toma de decisiones que en la boleta.
La inclusión de Guillermo Medina Plascencia, con apellido de prosapia política pero perfil cuestionado, como potencial carta de Morena habla también de lo complejo que le ha resultado a este partido, perfilar cuadros de ciudadanos sin partido realmente calificados y competitivos en esta plaza.
El Verde presenta a Virginia Magaña y a Gerardo Fernández que en sí mismos, tienen un perfil que hubiesen posibilitado que encajara mejor la amalgama de ambos partidos ante el electorado leonés donde Morena aporta un voto duro mayor.
En esa ciudad sonaba bien la combinación pero los astros no se alinearon porque no hubo generosidad de ninguna de las partes. Porque ya no son los tiempos en los que el Verde tenía la inercia y la fuerza necesaria para mangonear y someter como lo hizo con el PRI en 2003 y Eliseo Martínez; o en 2012 con Bárbara Botello; o cómo intentó hacerlo en 2009 en el primer intento de la exalcaldesa en León.
En 2003, el Verde propuso a Eliseo Martínez (qepd) quien estuvo a punto de hacer la hazaña y arrebatarle León al PAN pero le dio 3 regidores al Verde. En 2009 propuso una coalición al PRI con regidores cruzados que el tricolor no aceptó para beneplácito del PAN pues así se dividió el voto opositor, oh paradojas en beneficio del hoy, non plus ultra del morenismo, Ricardo Sheffield que fue el alcalde a la postre.
El candidato del Verde en aquel entonces, para mayor paradoja fue el propio Martínez Vega, hoy incondicional de Sheffield Padilla.
En 2012, el Verde bajo el mando de facto de Beatriz Manrique logró que el PRI bailara a su ritmo con una coalición que le hizo compartir el poder del trienio de la alternancia y 3 años después, volver a imponer el candidato en León pese al coraje barbarista: Angel Córdova Villalobos.
En este 2024, la primera ocasión que lo intentaban con Morena, no cuajó. Y es que, en efecto, los números son implacables. El Verde vale hoy un 6% de la votación global que obtuvo en el estado en 2021, su peor cosecha en los últimos trienios.
No logró un solo regidor en León. Así se lo restregó el sheffieldista Diego Sandoval a Jorge Emilio González en la mesa donde tronó la coalición. "Para el 5% que traen", le habría dicho. Puede sonar insolente, altanero o lo que usted quiera, pero es la verdad.
De no tener nada en ese municipio a lograr encabezar la candidatura era demasiado pedir. Morena era el más necesitado. Sin duda. Con todo y lo limitado de la expectativa en votos que representaba el Verde en varios Municipios, sumarlo sí le daba para ser la esperanza de ganar varias plazas.
Esa es la gran diferencia de la no alianza. Morena quizá gane menos Municipios, pero el Verde tiene que lograr la hazaña de que los electores crean que votar por ellos no es desperdiciar el sufragio con el pez chico de la coalición. El voto diferenciado a favor de la chiquillada no es la especialidad de la casa.
La comisión permanente del Consejo Nacional del PAN confirmó ayer la lista de candidatos y candidatas plurinominales al Senado en donde Michelle González ya amarró un escaño en el Senado.
En el lugar 10 aparece Juan Hernández, un colaborador de los afanes de Vicente Fox por la silla presidencial que vive un segundo aire en los últimos años. Su presencia en la siguiente legislatura en la cámara alta, depende del nivel de votación del blanquiazul en junio próximo.
EXALCALDES LEONESES: CUANDO TENÍAN SU PESO ESPECÍFICO
Hubo un tiempo en el que los exalcaldes de León influían y hacían sentir su voz en el panismo leonés.Carlos Medina Plascencia, Luis Ernesto Ayala Torres, Luis Quirós Echegaray y Jorge Carlos Obregón Serrano acudieron al llamado del entonces gobernador Miguel Márquez a quien se le hizo bolas el engrudo cuando llegó el momento de decidir quién sería el nominado en León.
Márquez quería originalmente a Diego Sinhué Rodríguez Vallejo pero lo impidió Sheffield y su vínculo con la dirigencia panista encabezada por Gustavo Madero.
Hace 9 años, al conjuro del entonces gobernador Miguel Márquez que veía amenazado el control en el bastión panista por excelencia que es León, 4 exalcaldes unían sus voluntades con el objetivo de detener a Ricardo Sheffield quien de manera inesperada se había convertido en un desafío para el grupo hegemónico.
Al final, los exalcaldes lo lograron aunque tuvo que aparecer un tercero en discordia que fue Héctor López Santillana.
Este grupo de exalcaldes tenían su historial de encuentros y desencuentros.
Por ejemplo, allá por 1996, Ayala Torres y Obregón Serrano protagonizaron una de las primeras guerras santas blanquiazules en León. Ambos aspiraban a la candidatura panista, pero Ayala tenía la bendición oficialista de Vicente Fox que era el gobernador y Juan Manuel Oliva que dirigía al blanquiazul en el estado.
Del otro lado, Obregón Serrano que venía de ser el presidente del patronato de la Feria era apuntalado por Carlos Medina quien vio la ocasión para disputar lo que parecía un dedazo de Fox aunque en realidad, el lineazo era de Oliva.
Medina y Ayala, rivales políticos en algún momento, se aliaban para apuntalar a Héctor López Santillana como candidato emergente en 2015.
Ya en el trayecto del trienio de López Santillana, ambos se distanciaron cuando el ingeniero se convirtió en un crítico de la estrategia de seguridad municipal pero con intereses a favor de una de las empresas que dejó de ser contratada por el gobierno del ahora director del Puerto Interior.
Con la decisión de Luis Ernesto Ayala de no reelegirse, prácticamente solo quedará Héctos López como el exprimer edil con chamba en la burocracia estatal.
Ahora sí, aunque con dedazos como práctica generalizada, el brinco generacional es inevitable.
JUAN CARLOS ROMERO: CANDIDATURA SIN PREMIO GARANTIZADO
Ahora que Juan Carlos Romero Hicks anunció que buscará una diputación local de mayoría en la elección de 2024, es lógico preguntar si esa decisión que fue suya y de nadie más, tras desechar la posibilidad de ir por la alcaldía en Guanajuato capital, le da esperanzas de (en caso de ganar su distrito) aspirar a convertirse en el coordinador de la próxima bancada del PAN en el Congreso local.
Y la respuesta inicial es negativa. Ya lo sabe él que es sin duda alguna, una de las figuras del panismo en Guanajuato con un palmarés que nadie tendrá entre los que eventualmente puedan ser sus compañeros de bancada: exgobernador, ex senador, exdiputado federal y excoordinador de la bancada en San Lázaro y con cargos federales de gran importancia. Pero eso no le garantiza nada.
En el reparto de fichas rumbo a la contienda del 2024, Romero Hicks tenía asignado desde los que toman las decisiones en el panismo, la gran posibilidad de ser candidato a alcalde de la capital del estado.
En algún momento fue una realidad porque en las altas esferas del PAN se asumió que había aceptado. Un par de días fueron los que ese escenario parecía consumado. Así lo hizo sentir.
¿Qué fue lo que hizo desistir al exrector de la Universidad de Guanajuato? Sólo él lo sabe. Hay quien especula con un temor fundado a las herencias políticas y administrativas que va a dejar la gestión de Alejandro Navarro, según la proyección de algunos en el PAN.
Otros especulan con temas más banales o terrenales como el mal trago para el ego romerista de las porras a Samantha Smith en aquel mitin de la precandidata a la gubernatura, Libia Dennise García cuando el académico apareció en el templete.
Y es que más allá de esas especulaciones, la posibilidad de ser alcalde iba a representar para Romero Hicks la gran prueba del contacto con los problemas del día a día de la población. Una prueba de desgaste que solo han conocido quienes han ejercido el poder en un Municipio que les exige un temple particular que no fácilmente tienen quienes, como Romero Hicks, están acostumbrados al glamour de la política y no a la talacha del servicio público.
Pareciera demasiado pronto para especular al respecto, pero no. En política, hay decisiones que se proyectan con antelación.
Hace algunos años, Humberto Andrade Quesada no quiso ser candidato a diputado local porque le dijeron que no sería coordinador. Hay quienes en el PAN se pueden dar ese lujo. Aceptar o no una candidatura en función de que les prometan ser o no uno más en un cuerpo colegiado.
En el blanquiazul hay quienes naturalmente podrían aspirar a una candidatura a diputado local, pero desde ya a la coordinación de la bancada. Y uno de ellos es Jorge Espadas Galván, un panista con cercanía histórica a la precandidata a la gubernatura, Libia Dennise García.
Hoy, parece que, con esa aclaración o condición, el exgobernador va a la boleta en su distrito.