La Central Avionera de Guanajuato
La temporada vacacional de fin de año, que recién ha terminado, ha servido para comprobar que la mejora en la atención a los usuarios del Aeropuerto Internacional de Guanajuato (AIG) nada más no se ve. Podría decirse que afloraron las deficiencias, desde la atención aduanal a la llegada de los vuelos internacionales, hasta cosas tan elementales como sufrir la parálisis de las bandas de entrega de equipajes o fallas en las barras de salida del estacionamiento. En cadena, nada parecía funcionar bien.
Es aquí donde cabe preguntar a Eduardo Contreras Mora, director del AIG, cómo es que sirve a los viajeros la supuesta mejora de las instalaciones y servicios con la ejecución de 300 millones de pesos que, supuestamente, el Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP) realiza en el quinquenio 2020-2024, en la que ya más parece una ‘Central Avionera’, como bien dijo un amigo sobre el sitio. Tal vez sean remodelaciones, que como dice Contreras Mora, no son tangibles para el pasajero, pero esenciales para el funcionamiento seguro del aeropuerto, sin embargo, debiera privar la lógica del mejor servicio.
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Las viejas promesas del GAP de hacer del Aeropuerto Internacional de Guanajuato un modelo nacional de servicio y tecnología, dada su ubicación estratégica, parecen echadas en saco roto o haber encontrado su limbo desde que apareció la pandemia de covid-19. O tal vez sea reflejo de la comodidad con la que ha operado el grupo sin tener enfrente competencia o supervisión plena de sus operaciones desde el gobierno Federal.
Apenas en 2018 el Grupo Aeroportuario del Pacífico inauguró lo que llamó nuevas instalaciones del Aeropuerto Internacional de Guanajuato, con una inversión de 460 millones de pesos. En aquel entonces el presidente Enrique Peña Nieto y Laura Diez Barroso, presidenta del Consejo de Administración del Grupo, encabezaron la ceremonia inaugural en el AIG. De aquel entonces a ahora, la calidad del servicio parece empeorar.
Es necesario señalar que Guanajuato ha representado para el GAP buenos ingresos. Las operaciones acumuladas en 2020 representaron 204 millones 707 mil pesos; para el tercer trimestre de 2021, último dato presentado a sus inversionistas, el acumulado de ingresos aeroportuarios llegaba ya a los 362 millones 832 mil pesos, un aumento de 77.2%, restando las entradas de los últimos tres meses del año. Precisando, claro que en 2020 las actividades fueron mucho menores debido a la intensidad de la pandemia de covid-19, que aún en 2021 ha presentado afectaciones en las operaciones.
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El aeropuerto es estratégico porque es la salida de una las regiones industriales más importantes del país con el mundo, pero su crecimiento y calidad no avanzan con el dinamismo de la zona. Recién el GAP informó que dentro de sus planes de crecimiento a futuro inmediato invertirá más de 700 millones de pesos para el quinquenio 2025-2029.
Guanajuato necesita un aeropuerto de primera y no lo tiene. Las inversiones aparecen en los comunicados del grupo, pero no se aprecian las mejoras con claridad para los usuarios. No hay mayores comodidades, ni la atención directa mejora. De la corrupción en los trámites aduanales, ni qué decir, no han faltado los que se quejan de cómo se ponen trabas para hacerle la “navidad” a los funcionarios. Algo que el GAP debiera también cuidar, porque afecta la imagen integral del AIG, de por sí deteriorada.
El gobernador Diego Sinhue Rodríguez que se ha preocupado por colocar a Guanajuato en mejor condición de desarrollo económico, ha explorado la necesidad de un segundo aeropuerto. Bien podría apretar las tuercas al GAP para que mejore la calidad de sus servicios, los guanajuatenses lo demandamos.