La fiscalización: la clave es la credibilidad
La fiscalización: la clave es la credibilidad
EL ORIGEN. En León, desde 2009 se han presentado a cada inicio de administración denuncias de presunta corrupción del trienio anterior, salvo, por obvias razones en 2018 cuando Héctor López Santillana, ganó su derecho a la reelección.
LOS VILLANOS. De esta manera, Ricardo Sheffield denunció presuntas irregularidades del trienio de Vicente Guerrero con el extesorero Javier González y el director de Desarrollo Rural, Fortino Hernández.
CAMBIO TRANQUILO. Bárbara Botello llegó en 2012 con la espada desenvainada para denunciar presuntas irregularidades en varias dependencias. Era la alcaldesa de la alternancia y era natural que buscara acciones de legitimación hurgando en el pasado reciente de quien le entregó el poder.
LA REVANCHA. Tres años después, López Santillana recuperó la plaza leonesa para el PAN y entonces con mayor razón, el blanquiazul que había ejercido una crítica implacable en contra de Bárbara Botello inició investigaciones e indagatorias en contra la priista.
LA ACTUALIDAD. Y así llegamos un sexenio después a la administración de Alejandra Gutiérrez Campos en la que de nueva cuenta, mediante una denuncia al día siguiente de su toma de posesión, el síndico Arturo Sánchez Castellanos presentó 3 denuncias en la Contraloría por presuntas irregularidades en la gestión de López Santillana.
EN PLATA. Sin entrar en detalles, la historia nos dice que solamente la alcaldesa de extracción priista fue puesta en el banquillo de los acusados e incluso pisó la cárcel.
UNA TRAS OTRA. En el resto de los procesos que inicio un alcalde en funciones o personajes de su cabildo terminaron en nada. Hubo sanciones que se dictaminaron, mayores o menores pero casi todas se extinguieron al ser impugnadas.
EN LA HOGUERA. Incluso, algunos funcionarios de la gestión barbarista pudieron ganar en los tribunales administrativos pero la exalcaldesa sí fue llevada al cadalso político.
VILLANA FAVORITA. Al final, las instituciones de Fiscalización con todo y sus reformas y tecnicismos son marcadas por la política y el color de quien gobierna. No es casual que solo quien era de un partido distinto al que gobierna en el estado, haya sido perseguida como lo ha sido Bárbara Botello.
La fiscalización: la clave es la credibilidad
LA DEL ESTRIBO…
Tras presumir los niveles de desempleo más bajos que Guanajuato ha tenido en los últimos años, el secretario de Desarrollo Económico, Ramón Alfaro celebró que la gran ventaja en Guanajuato es que por fin ha logrado consolidar la diversificacion de su economía.
El funcionario estatal dijo que en agosto la entidad logró llegar a 2.9%, algo que no había podido alcanzar en los últimos años, sobre todo a partir de la pandemia. Mientras en seguridad, Guanajuato atraviesa uno de tantos baches, en temas económicos se puede presumir una buena perspectiva.
Lee también: Guanajuato lidera al país en crecimiento de pobreza laboral entre 2018 y 2022
La fiscalización: la clave es la credibilidad
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COVID19: LA PRIMERA LA TERCERA Y LA QUINTA OLA EN PERSPECTIVA
A una semana de que concluya agosto, parece que la última ola Covid19 empieza a ceder. Ha sido sin duda, la menos letal aunque al nivel de las más altas en número de contagios.
Hace un año, la tercera ola estaba en su mero apogeo y hace 2 la primera comenzaba a descender.
Hace justo un año, se registraba la cifra de contagios de Covid19 más alta en Guanajuato desde el arranque de la tercera ola mientras el gobierno estatal preparaba el regreso a clases presenciales en medio de la polémica, 821 contagios y 25 defunciones en una sola jornada en agosto 2021. Una cifra de casos positivos no se daba desde el 6 de febrero de ese año cuando hubo más de 900 y que fue muy habitual en enero cuando se registró la parte más crítica de la pandemia.
Había poco menos de 5 mil casos activos, una cantidad que no se daba desde finales de febrero. Las cifras de hospitalización no se habían disparado en la misma proporción que los casos positivos.
Los pronósticos de expertos y funcionarios de gobierno se cumplían en el sentido de que la actividad de la pandemia se iba a intensificar previo al regreso a clases presenciales. Ese era el dato más preocupante en agosto 2021.
Un año antes, al cierre de agosto de 2020, León que fue durante varias semanas el epicentro de la pandemia en Guanajuato, tenía una disminución consistente en el número de casos activos.
León, llegó a estar en el primer lugar nacional a finales de julio de ese año. León tenía 606 casos en el lugar 10 y ahora ocupa el lugar 31 con 849.
Como estado, Guanajuato estaba en el segundo lugar con 2 mil 368 casos activos solo debajo de la ciudad de México que tenía 5 mil 439. En 2021 estaba en el octavo lugar con más del doble de casos.
Este mes todavía arrancó la primera semana de agosto con jornadas de más de mil contagios y ayer cerró en medio millar. En ninguno de los días de este mes, la cifra llegó a esas 25 defunciones.
Agostó será el mes con la cifra más alta de los últimos meses pero no alcanzará la cantidad de los que hubo hace un año al cierre de este mes. Otra vez, la gran diferencia, la ha hecho la vacunación que ha permitido reducir drásticamente no la cifra de contagios pero sí la de defunciones y hospitalizaciones.
La pandemia no se irá pero parece que ha llegado a una instancia de mayor control.
Vendrá una nueva ola en el invierno que arranca en diciembre y que quizá se resienta en enero y febrero como los años anteriores. Aún con las variantes que han resultado más contagiosas, el país y el estado han salido avantes y hoy la pandemia ya no es una de las preocupaciones centrales de las administraciones.
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LOS ZAPATEROS: LA ETERNA LUCHA Y LOS ENEMIGOS EN CASA
La lucha que han dado los empresarios zapateros para defender su industria de la competencia desleal es una de las más encomiables que se han visto en las últimas décadas de nuestro país.
Desde la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio en 1994, han pasado casi 28 años en los que los zapateros han plantado cara frente a presidentes de todos los signos partidistas y secretarios de Economía de todas las personalidades posibles.
Recordamos a aquel secretario de Economía del sexenio de Felipe Calderón quien alguna vez les dijo que no se valía “mamar y dar de topes”, a Eduardo Sojo, un paisano que conocía al dedillo las penurias de la cadena cuero calzado y a algunos más que francamente los desdeñaron y les dieron esquinazo y a alguno que otro que les dio atole con el dedo.
Y mire que la 4T, contrario a los vaticinios de algunos, no ha resultado la catástrofe que algunos suponían pues se refrendaron algunas medidas de protección ante las prácticas ilegales y en sentido estricto ha habido incluso menos pataleos que los que se registraron en ciertos momentos en los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
Sapica suele ser un buen termómetro para medir el ánimo de los empresarios del sector y un indicativo de que la industria se encuentra serena en términos generales fue que los discursos oficiales del gobernador y de la secretaria de Economía Tatiana Clouthier, no tuvieron como eje central las quejas zapateras.
De cualquier modo, la funcionaria federal volvió a poner el dedo en una llaga que no es propiciada por el gobierno federal sino por los compradores de producto que lo adquieren de comercializadores que lo traen del extranjero, vía contrabando.
En otros momentos le hablé aquí del enemigo en casa de los zapateros que solían señalar a los “malvados” chinos o a quienes favorecían la triangulación.
La secretaria de Economía dijo ayer que los propios empresarios podían colaborar para evitar el contrabando si no le compraran a comercializadores que lo hacen por esa vía.
Se trata de una de las viejas quejas que hacen los propios empresarios locales cuando saben que en su propio país o en el estado hay quienes no juegan derecho.
No es fácil la batalla que se libra contra el contrabando y la endémica corrupción en las aduanas pero lo peor es cuando se tiene como adversario a quien debería ser aliado.
Sexenios han ido y venido. Esa queja subsiste. En gobiernos priistas, en los panistas y ahora en el morenista. Lo peor del caso es que a veces los empresarios líderes del sector, tienen más temor de quejarse contra los poderosos que juegan contras desde el propio gremio que contra los funcionarios federales que pueden ser incluso desdeñosos, pero que no patean el pesebre.
La fiscalización: la clave es la credibilidad
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