Viernes, 10 Enero, 2025

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LAS VACUNAS; LA CENTRALIZACIÓN A DONDE TOPE

Opinión

Editor Web

CLARO. En la nueva dinámica que tiene la tercera ola de la pandemia por covid-19 que ya aparece, pero todavía no enseña los dientes en Guanajuato, el secretario de Salud, Daniel Díaz confirma el perfil de esa realidad: crecimiento constante de casos, afectación a la población más joven entre 20 y 39 años, nuevas variantes en circulación, pero todavía un bajo nivel de hospitalizaciones y defunciones.

CIFRAS. Hasta ayer se habían aplicado 327 mil primeras dosis a este grupo de edad que -es en parte- el que concentra la más alta incidencia de contagios. No hay que olvidar que falta todavía por vacunar a quienes tienen entre 18 y 29 años de edad.

FALTA. Los números fríos dicen que ya Guanajuato superó los tres millones de ciudadanos vacunados, aunque sólo un tercio tienen el esquema completo. Para lograr la ansiada inmunidad de rebaño es indispensable vacunar a cuatro millones de personas con esquema completo así que con todo y que las vacunas llegan en mayor volumen y con mayor frecuencia, a este ritmo, ese objetivo estaría a meses de distancia.

REACCIÓN. Por mera coincidencia, ayer el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés y el diputado federal Éctor Jaime Ramírez Barba, llamaron a rueda de prensa para solicitar al gobierno federal “libere” a los estados para que puedan adquirir vacunas y se avance de manera más rápida en la estrategia de vacunación.

LA APUESTA. Los argumentos son lógicos y además resulta paradójico que el gobierno federal no acepte la propuesta si ello significaría diseminar la carga del gasto en vacunas con los presupuestos de los estados.

MENOS AHORA. Pero no se ve cómo el gobierno federal ceda en esa pretensión de las entidades. En la apuesta de centralizar las decisiones de presupuesto importantes, como las obras de infraestructura, el manejo de fideicomisos y los programas sociales que aseguren el control del gobierno federal, la propuesta de los estados muy seguramente va a naufragar.

CON PARED. No hay una sola decisión en la que la 4T haya modificado sus principios básicos para ejercer el poder que le dejan poco margen de maniobra a los gobernadores cuando se trata de ejecutar acciones que le pongan a la par del señor dador del presupuesto.

En otras palabras, Marko Cortés ejerce su derecho de pataleo a sabiendas de que hay pocas opciones de que proceda. La pandemia se convierte en una lucha desigual entre los gobiernos federal y estatales.

LA DEL ESTRIBO…

Mientras varios funcionarios y alcaldes se escudan en la veda impuesta previa a la consulta para enjuiciar a expresidentes de la República como un simple pretexto para no dar información, en Morena el dirigente estatal Ernesto Prieto Gallardo y el diputado Enrique Alba se armaron de una bocina y un micrófono para promover este ejercicio avalado por el INE.

El primero de ellos lo ha hecho en Salamanca y San Miguel de Allende y el segundo en León. Dicen que no hay violación a la veda porque no hay logos ni promoción a Morena. En otras palabras, que ellos pueden despojarse de la representación que tienen para promover un ejercicio que, en sí mismo, es un acto de propaganda del gobierno en turno.

La simulación a todo tren que logra su objetivo: que se hable de ellos.

ALCALDES ELECTOS Y SU CALVARIO EN PUERTA: LAS LIQUIDACIONES EN TIEMPO DE VACAS FLACAS

El gobierno de Héctor López Santillana ya dispuso de 100 millones de pesos como fondo contingente para las liquidaciones y despidos que se avecinan con motivo del cambio de administración.

Pese a que no habrá cambio de color partidista en el gobierno leonés, lo que se avecina es una avalancha de sustituciones, no sólo en los titulares del gabinete sino en mediano y bajos niveles, un viejo vicio que el PAN-Gobierno cultiva.

Por ejemplo, a un año de iniciado el gobierno de Ricardo Sheffield -hace 11 años- ya había despedido a mil 300 empleados a lo largo del trienio y gastado 50 millones de pesos en liquidaciones.

No fue casualidad. El ahora diputado federal electo echó a andar un cambio radical en su administración en la que pocos vestigios quedaron de lo que heredó de su antecesor Vicente Guerrero Reynoso.

SIGUIENTE PASO. Fueron muchos panistas los que salieron y muchos los que entraron, pero de distintas corrientes. Con la llegada del PRI al poder, por lógica también hubo grandes movimientos en la nómina.

En tiempos de Bárbara Botello, al menos 600 priistas (con o sin credencial) tenían chamba en Palacio Municipal, pero son muchos más los que entraron bajo el cobijo de la nueva clase gobernante.

Y hace seis años, Héctor López Santillana planteaba públicamente sus inquietudes sobre el presupuesto que le iban a dejar para ejercer entre octubre y diciembre y las previsiones para el año siguiente.

Mucho se habla en campañas del Servicio Civil de Carrera, lo que implica contar con burócratas que no cambien según el color del partido en turno o de la corriente partidista que haya ganado el poder.

La realidad es que en el PAN, el PRI, en Morena y en cualquier partido impera el ‘chambismo’ y los amarres en grupos. La ley de la nómina y la lealtad por encima de las capacidades. En municipios más poblados como León, Irapuato y Celaya no son sencillas las transiciones entre miembros del propio PAN. Aunque, salvo aquella compleja y ruda de Vicente Guerrero a Ricardo Sheffield, en ninguna la sangre ha llegado al río.

LA ENÉSIMA EMBESTIDA DECLARATIVA DE AMLO; EL SILENCIO DE DIEGO SINHUE

En las varias embestidas declarativas del presidente Andrés Manuel López Obrador en contra del fiscal del estado Carlos Zamarripa Aguirre, la respuesta que ha encontrado del gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo ha sido invariable: mesura como en otros momentos o silencio absoluto como en la de los últimos días.

Y ese estilo no va a cambiar porque ha sido la estrategia de todo el sexenio. Subirse al ring con el presidente para ponerse al tú por tú sería para Rodríguez Vallejo entrar a terrenos que desconoce y en los que, con toda seguridad, saldría perdiendo.

No sólo porque López Obrador está curtido en eso de despotricar desde la mañanera contra su adversario en turno a sabiendas de la falta de congruencia (ver la paja en el ojo ajeno), sino porque tiene los instrumentos para cortar los circuitos que sostienen la colaboración institucional que hoy se da con la autoridad de Guanajuato.

Ya sabemos que ahí está la paradoja de este momento. No hay abandono de la Federación hacia el estado en materia de seguridad. Al contrario. Diego Sinhue ha dicho en los últimos pronunciamientos que se vive el mejor momento de sintonía con las fuerzas federales, incluida la Fiscalía General de la República.

El silencio de Diego Sinhue -quien está a la espera de una reunión -tiene entonces, además de la precaución de quien sabe que no puede ponerse con Sansón a las patadas, la sensatez de quien sabe que no lo están dejando a su suerte.

Y no deja de llamar la atención que el objetivo sea Zamarripa, aunque es lógico. La violencia criminal en Guanajuato tendría otros corresponsables locales: las policías municipales, los alcaldes y por supuesto, el secretario de Seguridad del estado. Pero ninguno de ellos es el eslabón más vulnerable.

Sólo Zamarripa y sus 12 años en la Fiscalía. Y no dejará de serlo porque la disminución de homicidios dolosos del primer semestre de 2021 contra el mismo período de 2020 ni siquiera pinta en la posición que ocupa Guanajuato que sigue siendo uno de los más violentos del país.

Estamos frente a una dinámica que no va a cambiar porque López Obrador sabe que lo suyo es tratar de desviar la atención, porque si se aplicara la misma lógica de los resultados en el gobierno, más de tres en su gabinete estarían en capilla.

En Guanajuato, la violencia no se va a erradicar ni siquiera con una racha de un año de homicidios a la baja. Han sido tan fuertes y omnipresentes los brazos que tiene el crimen en la entidad, que así como llevó años estar en la situación actual e ignominiosa que padece el estado, los mismos llevarán pacificarlo.

Ni siquiera una plática en Palacio Nacional entre el gobernador va a calmar las cosas. Será una pausa solamente. Tirar el dardo contra el funcionario más vulnerable siempre será opción para López Obrador.

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  • Miguel Zacarías
  • Pólvora e infiernitos
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