Sábado, 25 Enero, 2025

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Los efectos en febrero se ven lejanos, la adversidad está aquí y ahora

Opinión

Editor Web

Siempre lo he dicho y ratifico ahora, voy a respetar la decisión del Ayuntamiento, quien es la autoridad en la ciudad de León, me parece exacto y prudente que hayan aplazado para el mes de febrero de 2021 la realización de Feria, están dando de plazo un mes para ver comportamientos.

Todos dependemos del semáforo y lo que marque la curva epidemiológica, ya veremos cuál es el comportamiento de aquí a febrero, para la adecuada toma de decisiones”. Diego Sinhue Rodríguez Vallejo

En este país, la oposición le echa la culpa de todo al presidente Andrés Manuel López Obrador y seguramente ahora le echara la culpa también de la vergonzante alianza para no pocos panistas de PRI, PAN y PRD a nivel nacional en 28 de 32 estados que ayer aprobó el blanquiazul en su consejo nacional a reserva de que la ratifique este lunes, la comisión permanente.

Parafraseando a aquel exgobernador en su tristemente dicho célebre: a los panistas les da “asquito” votar a favor de una alianza con el PRI en ciertos estados pero saben que hoy, tienen que mandar a volar sus puritanismos y que, tratar de contrarrestar a Morena y al lopezobradorismo, implica firmar esos pactos inconfesables en los que también va incluido Guanajuato.

Y no es que les guste aliarse con el PRI. Ya se quejó abiertamente el exlíder nacional panista y actual senador, Damián Zepeda quien aseguró que sería un error histórico pero no hay de otra.

Ya 16 exgobernadores firmaron una oportuna misiva para pedirle a su partido que diga sí a la cohesión con otros partidos políticos.

“No es la primera vez que sabemos que solo la unión de acciones permitirá el triunfo, toda  vez que por sí sola ninguna fuerza política podrá alcanzar su objetivo. Cierto que Acción Nacional cuenta con la fuerza electoral suficiente en múltiples plazas y de ahí hay que partir”, dice el pronunciamiento en su parte medular.

Los exmandatarios entre los que se ubican los guanajuatenses Carlos Medina y Juan Carlos Romero también lo hacen con un dejo de sentimiento de culpa pero es que tratar de vencer a Morena y a López Obrador, lo vale. El fin justifica los medios podría decirse.

En Guanajuato, los jerarcas azules niegan la menor posibilidad de que PAN y PRI vayan juntos pero el acuerdo de ayer no cancela esa posibilidad. El blanquiazul local se ha replegado frente a las avanzadas pláticas entre PRI y PRD para construir una coalición electoral flexible. Y porque en esta entidad no se perdonarían ir con el tricolor.

Y si bien, los panistas locales negaban ayer que se vaya a incluir en el acuerdo PRI-PAN a distritos guanajuatenses, la verdad es que el espíritu del acuerdo no asegura pero tampoco cancela la inclusión de Guanajuato.

El acuerdo dice que habría coalición en 158 distritos “salvo en los casos de los Distritos Electorales Federales correspondientes en los estados de Jalisco, Morelos, Querétaro y Tamaulipas”.

A los panistas no les abonaría mucho ir en alguna alianza en Guanajuato. Se sienten autosuficientes para ir solos pero el pacto de ayer dice otra cosa.

Aquí, los guiños y el amasiato se han dado tras bambalinas, en acuerdos legislativos, en pactos de no agresión que se pueden dar de cara a la elección pero no en la boleta. Mientras en otros lados, el pragmatismo gana, aquí eso de ir junto al PRI todavía les da urticaria.

Pero podría ser. Qué tanto es tantito.

Él no firmó el pronunciamiento de exgobernadores panistas aunque lo sea pero ya sabemos que es el rey del pragmatismo político: Vicente Fox Quesada.

“Bravo. Bravísimo, PAN y panistas. PAN es el único, verdadero y mejor partido político en México. Ha sabido ser oposición. Ha sabido ser gobierno y ahora demuestra saber qué es lo mejor para México en este momento negro de nuestra historia. Saber ser humilde. Saber ser generoso. Eso es PAN”.

El expresidente tuiteó eufórico la aceptación del PAN de ir en alianza con PRI y PRD en más de la mitad de distritos electorales.

No importa que ese acuerdo panista dé la razón a la concepción lopezobradorista del PRIAN. Fuera máscaras.

LA PUERTA GIRATORIA: PRETEXTOS Y REFORMAS INÚTILES

Hace exactamente dos años, con posturas divididas incluso entre algunas bancadas, el Senado de la república aprobaba reformas que ampliaban las causales para la privación preventiva forzosa.

Por mayoría de votos, la cámara alta ampliaba esas causales para la prisión preventiva forzosa, que incluía el huachicoleo y la portación de armas de uso exclusivo del ejército, un tema en el que había machacado mucho el exgobernador Miguel Márquez y que se votaba dos meses después de que terminara su mandato.

Para Márquez esa era una de las razones principales por la cual, la cantidad de homicidios dolosos se había elevado de manera exponencial en Guanajuato. Los homicidas y las víctimas de homicidio tenían antecedentes penales y así como entraban, salían de prisión.

Ese fue su argumento. Antes de concluir su mandato, dijo que, tarde o temprano esa reforma que tanto cabildeó en la Conago, se iba a aprobar. Y oh paradojas, la reforma salió adelante gracias al mayoriteo de Morena que con todo y los cuestionamientos de organismos de derechos humanos y partidos de oposición, la sacó adelante.

Paradójicamente, el PAN se dividió a la hora de votarla. Damián Zepeda, exdirigente nacional y ahora senador, fue uno de los opositores. Dijo que había quienes podían pasar dos años en prisión y al final, podrían salir una vez que demostraran su inocencia.

Lo cierto es que ya es sabido que no hay ley o reforma que por sí misma modifique radicalmente una realidad, al punto de solucionar un problema.

A 2 años de distancia, la reforma está en vigor pero el problema de la violencia no se ha resuelto. Los homicidios dolosos no han bajado y las detenciones siguen siendo un porcentaje muy bajo con respeto a los homicidios dolosos cometidos.

Miguel Márquez decidió en el último tramo de su sexenio echar montón y millones de pesos a la inseguridad ante el aumento exponencial de los homicidios. Pero también, salirse por la tangente y culpar a la falta de una reforma a la debacle.

Ahora confirmamos que no era ese el problema y que seguimos a años luz de resolverlo. La puerta giratoria fue el argumento perfecto del anterior mando estatal para escapar por la tangente.

COVID-19: QUE LA CAPACIDAD HOSPITALARIA NOS AMPARE

E scuchar al presidente Andrés Manuel López Obrador hablar sin pregunta de por medio de medidas de precaución ante el aumento de contagios y defunciones por la Covid-19 y ver al subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, con el cubrebocas puesto en su conferencia de prensa, genera sensaciones peculiares. Lo inusual de esas actitudes hacen pensar que la pandemia realmente entra en una fase muy crítica.

Guanajuato se sostiene por obra y gracia del manejo peculiar de colores del semáforo en “naranja casi rojo” o “de doble alto riesgo” pero con contagios y defunciones al alza de manera constante.

Más allá de ese manejo que cada vez carece de mayor credibilidad, la Federación ubica a Guanajuato entre los 10 estados con más riesgo de pasar al rojo. Pero siempre hay que tener presente las declaraciones pronunciadas por el gobernador el 27 de noviembre pasado cuando aseguró que ya no iba a parar la economía ante la pandemia.

El problema es que de tres semanas a la fecha, el número de contagios crece día con día, los casos positivos, la velocidad con la que se expande al ritmo que la autoridad se prepara para escenarios más extremos con el acondicionamiento de más espacios hospitalarios para pacientes Covid.

Y es evidente que no se trata de un problema exclusivo de las autoridades sino de la propia población. Y ni siquiera hablamos solo de la autoridad estatal sino de la federal. Todas en general quedan atrapadas en esta dinámica impredecible, cansada, larga que impone esta pandemia con una movilidad mayor y la imposibilidad de contenerla a menos que sea con medidas draconianas que casi ningún gobierno quiere asumir.

Mientras el gobierno federal hace el esfuerzo para contar lo más rápido posible con la vacuna, los expertos advierten que difícilmente se puede aspirar a tenerla masivamente antes del primer semestre del año siguiente.

Esto obliga a las autoridades en todos sus niveles a reforzar las medidas de prevención para evitar el cierre de las actividades productivas. El problema es que en esta resistencia para no forzar ese cierre de actividades, el aguante del gobierno para no implementar medidas drásticas tiene un límite.

Y ese límite se ubica claramente en la capacidad hospitalaria que para Guanajuato hoy ronda el 50%.

El riesgo es que Guanajuato como otros estados del país enfrente en semanas o meses por venir una doble emergencia: la sanitaria por el aumento de casos que presionen la capacidad hospitalaria pero también la económica porque la liga siempre se rompe por lo más delgado.

Parece que el gobernador Diego Sinhue ya decidió ir, sin proponérselo, en esa ruta. Hasta donde se lo permita ese “colchón” de camas de hospital con y sin ventilador. Por algo pidió la ampliación de las camas. Una eventual doble emergencia y un doble riesgo que de hecho ya se corre.

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  • Miguel Zacarías
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