Los Juegos del Abrazo
Aun par de días de terminar los Juegos Olímpicos en Tokio, la enseñanza de vida ha sido tremenda.
Por un lado, unos juegos realizados a tirones y jalones por la pandemia de COVID 19, lo que generó una organización absolutamente suigéneris, sin público, con protocolos sanitarios nunca antes vistos y donde la máxima alerta siempre estuvo de manifiesto, por otro lado, con base en lo anterior, unos juegos que han representado la esperanza para un mundo abatido ante la emergencia.
Y es justo en este tema de la esperanza donde los propios protagonistas han entendido los juegos así, como nunca antes, en este evento los deportistas han privilegiado la amistad, el afecto, la empatía para con sus semejantes.
En el salto alto, el italiano Tamberi y el catarí Barshim decidieron compartir el oro y se dieron un abrazo que pasará a la historia, lo mismo en la pértiga donde todos los finalistas sin importar quien ganó se fundieron en abrazos de felicidad al entender a la perfección como el mundo está transformando la justa deportiva en un mensaje de esperanza, un mensaje de humanidad.
De ahí la importancia de la realización de Tokio 2020, pues a poco más de 18 meses de incertidumbre, de enfermedad y sufrimiento, estos juegos pasarán a la historia como “los juegos de la esperanza, los juegos de los abrazos eternos”.
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