Los primeros pasos del presidente Joe Biden
El presidente Joe Biden está iniciando su mandato dando pasos fuertes. Quiere empezar su camino a tambor batiente y por lo que se ve, no quiere perder el tiempo. Al entrar a la Casa Blanca, apenas se estaba poniendo cómodo en su nuevo hogar, se dirigió a la oficina oval y se puso a trabajar. Firmó diecisiete órdenes ejecutivas que nos dan muestra de cuáles serán los temas claves de su agenda. En primera instancia están el combate a la pandemia de COVID-19, la lucha contra la crisis climática, la migración y la equidad racial.
Rapidito y de buen modo, Biden se aleja de la política de su antecesor y coloca a su país en el lugar del que se había alejado y por el que avanzó por cuatro años. De entrada, Estados Unidos regresa a formar parte de la Organización Mundial de la Salud, se vuelven a incorporar al tratado de París, detiene la construcción del muro fronterizo, del que tampoco hubo grandes avances en la administración pasada.
Lo que se ve, no se juzga. Los decretos que el nuevo presidente de Estados Unidos firmó tienen como objetivo echar para atrás muchas de las medidas que, el republicano Donald Trump presumía como sellos de su administración. Para muestra un botón, mientras el anterior presidente se negaba a usar tapabocas, Biden aparece en cada acto público cubierto en forma correcta. Busca dar el ejemplo y ejecutar acciones unificadas en toda la nación porque sabe que las cosas no están para bajar la guardia en torno al virus.
Dos de las ordenes ejecutivas que se recibieron con mayor entusiasmo de este lado de la frontera son las relativas a la migración. Revertir la orden ejecutiva del presidente Trump que excluye a los inmigrantes indocumentados del recuento de redistribución y preservar y fortificar las protecciones para los dreamers. Estas órdenes revocan lo que la administración anterior buscaba como política migratoria: excluir a los no ciudadanos del censo y la distribución de representantes del Congreso. El presidente electo Biden se asegurará de que la Oficina del Censo tenga tiempo para completar un conteo de población preciso para cada estado. Una vez hecho eso, presentará al Congreso una distribución justa y precisa para que los recursos federales se distribuyan de manera eficiente y justa durante la próxima década.
Asimismo, el presidente Biden protegerá y fortalecerá la Acción Diferida para los llegados en la Infancia (DACA), un programa implementado por el gobierno de Barack Obama que protege a los inmigrantes que llegaron a Estados Unidos siendo unos niños de la deportación y les permite estudiar y conseguir un empleo. Trump trató de terminar por el programa, pero los desafíos judiciales contra su medida terminaron en la Corte Suprema, quien consideró que Trump no podía detener el programa. Estas acciones llenan de esperanza a muchos migrantes latinos y les quita la angustia que padecieron los últimos cuatro años.
Pero, me parece que lo que más podemos apreciar como una buena noticia es la intención que tiene Biden y que sustenta con el memorando en el que pide al Congreso que promulgue una legislación que proporcione un estatus permanente y un camino hacia la ciudadanía para las personas que llegaron a este país cuando eran niños y han vivido, trabajado y contribuido a Estados Unidos durante muchos años. No hay precedentes de una intención así y si lo logra, estará superando al mismísimo presidente Obama. Se espera que Biden envíe una iniciativa de reforma migratoria al congreso en los próximos días.
Es prontísimo para echar las campanas al vuelo, pero sería mezquino no dar cuenta de que en sus primeras acciones Joe Biden está cambiando el rumbo de la nación que dirige y, a la distancia, parece que está tomando un mejor camino. Sí, empezó pisando fuerte.