Viernes, 10 Enero, 2025

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Los tropiezos de Xóchitl

Opinión

Cecilia Durán Mena

La estrategia que pretende llevar a Xóchitl Gálvez a la presidencia de la República se edifica sobre arenas movedizas turbulentas. Era de esperarse, la fusión entre el agua y el aceite deja burbujas y parece que tanta jabonadura ha llevado a la precandidata de la coalición opositora a resbalarse y perder ímpetu. La ayudadita que le dio Samuel García no ha tenido mucho impacto a su favor. Los focos rojos del tablero de control en el cuarto de guerra de su equipo de deben estar titilando con urgencia.

En estos momentos y dependiendo de la casa encuestadora, las preferencias de voto se inclinan por un cuarenta y seis por ciento a favor de Claudia Sheinbaum mientras que para Xóchitl hay un veinticinco por ciento. Es cierto, en México el camino para llegar a la presidencia de la República trae implícita un larguísimo periodo de campaña y apenas vamos empezando. De que se pueden revertir los escenarios, se pueden. Pero es necesario encender motores y ponerse manos a la obra, de otra manera, se ve difícil.

En esta condición, es posible que la táctica de presentar al equipo que acompañará a Xóchitl les haya generado la esperanza de crear en el electorado confianza y simpatía. No obstante, las encuestas están registrando que no se logró el efecto deseado. Fue el propio Santiago Creel, coordinador general de Gálvez, quien dio a conocer los integrantes del equipo que acompañará a Gálvez en las elecciones de 2024.

Pero hubo una particularidad, fue la propia Xóchitl la que informó que haría dos nombramientos personales de sus hijos: Diana Vega Gálvez y Juan Pablo Vega Gálvez. Tal vez, le pareció que el gesto podría ayudarle a generar simpatía entre los mexicanos más jóvenes que se cautivaron con el mensaje de Samuel García y que al ya no estar él, quedaron en una especie de orfandad política. No se percibió así el gesto.

Todo lo contrario. Se ve como un palo de nepotismo, como un golpe de timón a favor de los frutitos de su entraña y no fue recibido bien. Como dijera el famosísimo filósofo Cantinflas: “ahí está el detalle, chato”. No dudo que los hermanos Vega Gálvez sean personas competentes, como tampoco podría desconfiar de lo contrario. Puede ser que Diana sea esa artista que ‘le hace de ingeniera’ como declara en sus redes sociales y que Juan Pablo Gálvez sea el primer “Xochitlover” del país como lo confiesa en su Instagram. Es muy loable que los familiares más cercanos apoyen a los aspirantes a un puesto tan importante como la presidencia de la República. Lo malo es que los mexicanos estamos hartos de tanto nepotismo.

No me extraña que Xóchitl no haya medido el impacto, las madres tendemos a obnubilarnos frente a la figura de nuestros hijos. Lo que sí me llama la atención es ver que, al estar rodeada de tantos políticos expertos, ninguno le haya hecho ver el tamaño de la incorrección social que estaba cometiendo. En México, las historias de amiguismo, patronazgo, nepotismo, y otras relaciones como el compadrazgo que lleva a la contratación de personas con relaciones consanguíneas o personales a puestos de alta relevancia no es nuevo. Las hemos visto y seguimos viendo. Son estas relaciones que parecen no estar basadas en el mérito sino en vínculos con quienes ya ocupan un cargo público o aspiran a ello. No nos gusta, causan comezón.

Este tropiezo puede ser un simple traspiés o puede ser una fuerte zancadilla autoinfligida. Los efectos nocivos del nepotismo que implican el acaparamiento de puestos y presupuestos, los posibles conflictos de intereses que se pueden enfrentar y las incomodidades de tratar con los hijos de la precandidata no parece que puedan ayudar mucho a Xóchitl. ¿Quién podría decirle a la mamá que sus hijos no están haciendo bien su trabajo sin temer que ella lo tome a mal? Si todo sale bien y Diana y Juan Pablo hacen todo en forma impecable, siempre estarán manchados por la duda.

Entre el grupo presentado por Santiago Creel hay gente que tiene años de estar en el terreno de batalla político. ¿Será que Diana y Juan Pablo Vega Gálvez le reporten a Kenia López, la Jefa de oficina de Xóchitl o a Enrique de la Madrid quien está a cargo de las mesas temáticas? ¿O a quién? ¿A su mamá directamente? No sé, puede que esta decisión maternal de Xóchitl se vea como un par de tropiezos. Ya se verá.

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