Viernes, 10 Enero, 2025

15 ℃ Guanajuato

No dejen solo al presidente

Opinión

Cecilia Durán Mena - Las ventanas

El mensaje que el Secretario de Gobernación y los delegados estatales de Morena van repitiendo en cada congreso es: “no dejen solo al presidente”. Estas palabras dan duro en aquellos que las quieran escuchar y por supuesto, dan mucho que pensar. ¿Por qué los emisarios del presidente piden acompañamiento? Pareciera que hay dudas con respecto a las propuestas que salen de Palacio Nacional, da la impresión de que, en su fuero interno, muchos morenistas no están del todo de acuerdo con el rumbo que se le va dando a la Nación y por eso la necesidad de ir a convencerlos.

 No hay mucho que discutir, lo que se ve no se juzga. El enamoramiento va en picada. El mensaje va claro, tan claro como aquellas lejanas palabras que pronunció el día de la toma de posesión cuando lanzó los más fuertes rapapolvos como jamás antes se habían escuchado en una ceremonia de semejante importancia. Los morenistas —los de hueso colorado, los compañeros de lucha de Andrés Manuel, los recién integrados— escuchaban felices todo lo que se decía contra las políticas neoliberales y los crímenes y excesos cometidos durante el mandato de su antecesor. Parece que la desilusión o la sorpresa por tanta contradicción va aflorando y en es en vano.

 Hoy, mucho de lo que se prometió que se haría, ni se hizo ni se hará y lo que es peor, tomó un sentido contrario. Hay muchos arrepentidos, especialmente, aquellos a los que se les iluminó el alma con el rayo de esperanza que los conquistó y con palabras que ya se olvidaron, con promesas que, por su imposibilidad, no se cumplieron, por el abandono de ideales y así, algunos desencantados van dando la espalda, otros aprietan los dientes, unos dejan que sus dudas afloren y están los que creen y creerán a rajatabla y sin necesidad de evidencias, en aquello que dice el señor presidente.

También lee: ¿Efecto de masas? AMLO dice que intoxicación en escuelas pudo ser…

 Por supuesto, las encuestas y los números nos dejan ver que la proporción de aquellos que tienen fe ciega en López Obrador son muchos y lo defenderán contra fuego, viento y marea. Lo curioso es que, si esto es así, el presidente necesite emisarios que vayan recordando por todo territorio nacional que el proyecto presidencial los necesita y que no es momento de rajarse. No dejen solo al presidente es una frase que nos convoca a elevar las cejas y preguntarnos qué está pasando.

Los mexicanos tuvimos nuestro día en las urnas para decidir cuál sería el futuro del país durante los próximos años. Claro que hasta el más ingenuo podría darse cuenta de ese era un futuro claramente definido por intereses geopolíticos, industriales y comerciales entre gigantes, con total desapego respecto de los intereses primordiales de la mayoría de las personas que habitan poblaciones enfrentan hambre, guerras y pérdida acelerada de sus recursos. Pero, fueron ellos los que más creyeron y siguen creyendo y por los que López Obrador se siente tan apoyado y le dan tanta seguridad.

Pero ¿habrá duda en el corazón presidencial? Mensaje ha sido enviado y está siendo recibido. Así debería percibirse este nuevo episodio de la política mexicana. Parece que la gente que ya se dio cuenta que aquellos nuevos aires y promesas cuyo cumplimiento representaría un soplo de aire fresco, se nos está ranciando. En el caso de los morenistas, el impacto será directo no solo en cuanto al tratamiento de las peticiones presidenciales, sino también en cuanto a un nuevo marco ético para las relaciones entre los poderes democráticos.

Puede ser que muchos creyentes en el morenismo están teniendo sus dudas y las estén comentando entre ellos. Puede ser que eso le esté dando miedo al presidente y por eso, esté mandando a sus cartas fuertes a recordarles a sus propios y a uno que otro extraño que el presidente cuenta con su compañía. Es así como vemos al Secretario de Gobernación que más que dedicarse a las tareas propias de su ministerio, anda dando la vuelta dando el mensaje presidencial y de paso, aprovecha para placearse y ser visto por su gente.

No me dejen solo”, pide López Obrador con la certeza de que sin la participación de los suyos no existe la menor perspectiva de éxito. “No nos puede fallar” es la respuesta unánime del pueblo bueno en el que confía el presidente. Así, con este pronunciamiento poderoso y cargado de energía, comienza una nueva etapa cuyos ecos podrían repercutir en nuestro futuro próximo y en la cotidianidad de nuestras vidas. Por eso, estoy segura, de que muchos morenistas tienen dudas. Por eso, van de estado en estado pidiendo compañía para el presidente.

Te puede interesar:

https://t.me/periodico_correo

Temas

Te recomendamos leer