Nubarrones, adjetivos y amenazas sobre la Convención Bancaria
Por primera vez fuera de Acapulco, que se revuelve en su inseguridad y violencia, la Convención Nacional Bancaria inicia hoy en Mérida en un contexto de incertidumbre y nerviosismo en el sistema financiero internacional por la quiebra de bancos en Estados Unidos y Europa. Y por si fuera poco con los nubarrones de tormenta que se ciernen sobre los mercados, en la cumbre de los banqueros mexicanos resonarán los adjetivos de la Tesorera de la Federación, Elvira Concheiro, que los llamó "banca parasitaria, que suda el dinero y lo jinetea", junto con la amenaza de que a más tardar a fin de mes les serán canceladas y retiradas las millonarias cuentas del gobierno federal.
Eso sí, para que le estimulen el ego —como suelen hacerlo cada año— los banqueros recibirán la visita del presidente López Obrador para inaugurarles su reunión anual en la llamada ciudad blanca, en donde los principales dueños, accionistas y CEO’s de los bancos nacionales y extranjeros tendrán dos tipos de discursos y encuentros: el político y para la foto con el inquilino de Palacio Nacional, que aprovechará para pedirles apoyar el desarrollo del sureste mexicano con crédito y financiamiento; y la encerrona privada con el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, quien ordenó en el decreto publicado en el DOF el 15 de febrero pasado, que todas las dependencias federales cancelen y retiren sus cuentas de la banca comercial por no estar de acuerdo con las condiciones y el trato que les dan los bancos.
Más que la decisión de Hacienda, que representa en sí misma un golpe millonario para los bancos mexicanos, que de concretarse el retiro de cuentas perderían a uno de sus clientes más fuertes, lo que enrarecerá el ambiente de la reunión entre los banqueros y el titular de Hacienda, serán las formas y el discurso político y radical de la tesorera Concheiro, quien en la víspera remarcó la decisión hacendaria con adjetivos y calificativos más propios de un discurso ideológico y partidista, que de una posición de una de las principales cabezas financieras del gobierno federal. La titular de la Tesofe fue prolija en sus descalificaciones a la banca nacional, a la que se refirió como "parasitaria", "que suda el dinero (público) y lo jinetea", mientras advertía que las dependencias del sector público tienen hasta el 31 de marzo próximo para cancelar y retirar sus cuentas de los bancos.
Será cuestión de ver si el secretario de Hacienda, que argumentó la necesidad de aminorar el riesgo de "corrupción" como argumento para retirar los recursos federales de la banca comercial, sostiene ante los banqueros los dichos y descalificaciones de su Tesorera, o si en realidad todo se trata de una estrategia de la Federación, que al ser un cliente tan grande, busca exigir y obtener condiciones más favorables de parte de los bancos para el manejo de sus saldos bancarios.
En todo caso, en espera de lo que suceda entre hoy y mañana en Mérida, es claro que la llamada "fiesta de los banqueros" ya no será tan festiva y que los temas oficiales que habían anunciado para el encuentro: "inclusión bancaria, nearshoring y sostenibilidad" pasarán a un segundo plano ante las últimas circunstancias que antecedieron al arranque de sus reuniones y que la atención y la prioridad de los banqueros estará ahora en el fantasma de la incertidumbre y la posible crisis financiera que recorre al mundo y en la amenaza de perder las millonarias cuentas bancarias federales, si no le garantizan una mejoría de condiciones a papá gobierno.
Para decirlo claro y simple: nadie espera que el presidente López Obrador hoy en el presidium de la inauguración de la 86 Convención Nacional Bancaria se refiera a los banqueros –como suele hacerlo con frecuencia en sus mañaneras— como "delincuentes de cuello blanco", pero finalmente, sin decírselos personalmente y en medio de abrazos, aplausos y sonrisas, ya se los mandó decir con anticipación con su muy querida y cercana Tesorera General de la Federación, Elvira Concherio. Todo lo demás serán discursos, promesas mutuas y buenas intenciones.
NOTAS INDISCRETAS…
La decisión del Presidente de vetar el nombramiento de los dos nuevos comisionados del INAI, que aprobó en medio de jaloneos el Senado de la República, confirma que López Obrador nunca estuvo de acuerdo en que la bancada de Morena, comandada por Ricardo Monreal, procesará esas dos designaciones que tenían casi un año pendientes de resolverse y en la congeladora senatorial. Es decir, que más que un veto a las personas de Ana Yadira Alarcón Márquez y Rafael Luna Alvizo, lo que vetó López Obrador fue la iniciativa de Monreal que, después de casi 11 meses de haber acatado la orden de Palacio Nacional, para no nombrar a los comisionados del INAI, decidió sacarla, al parecer con un acuerdo con el secretario de Gobernación. Pero fue tan claro que al presidente no le gustó la iniciativa de Monreal, que al día siguiente de que se eligió a Yadira Alarcón y a Rafael Luna, desde su mañanera el mandatario dijo con todas sus letras que le iba a recomendar a su sucesor o sucesora, quien fuera, que desapareciera los órganos autónomos y reiteró que él no promovería los nombramientos pendientes en varias instituciones, entre las que se encontraba el INAI. Así que, con el uso del veto que le otorga la Ley de Transparencia, López Obrador quiso dejar muy claro que donde manda el presidente, no gobiernan los senadores…
Y hablando de organismos autónomos, la decisión que ayer tomó por mayoría el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, de validar el criterio establecido por la Cámara de Diputados, según el cual la consejera electoral, Carla Humphrey no es elegible para el cargo de presidenta del INE porque, al ocupar ya una presidencia de comisión en ese instituto, de convertirse en presidenta del Consejo General se estaría produciendo una reelección, según el proyecto de sentencia que elaboró y presentó el magistrado Reyes Rodríguez Mondragón y que validaron la mayoría de sus pares magistrados en el pleno del TEPJF.
El fallo dice que no se ataca el derecho de la consejera Humprey al ser electa presidenta, pero no cumple con los requisitos constitucionales para el cargo, con base en el artículo 41. Sin poner en tela de juicio los argumentos y las bases legales que expuso el magistrado Reyes, solo hay un dato que, sin tener nada que ver con el tema, resaltan del lado de la consejera: la estrecha relación entre el magistrado y el ex senador panista Roberto Gil Zuarth, quien para mayores señas es el ex esposo de Carla Humphrey; pero por supuesto que eso no tiene nada que ver porque en las decisiones del máximo tribunal electoral sería absurdo pensar que hubiera motivaciones personales. ¿O no?...
El que tendrá un fin de semana intenso y muy visible con la Comisión Nacional Bancaria en Mérida será sin duda el gobernador Mauricio Vila. A nadie escapa que el panista, que aparece siempre en las listas como uno de los gobernadores mejor evaluados y que además también ya ha hecho público su interés en contender por la candidatura presidencial del PAN, aprovechará toda la proyección que tendrá el evento de los banqueros, junto con la visita presidencial, para reafirmar porqué Mérida en particular y Yucatán en general hoy son de los lugares más atractivos para el turismo y la inversión nacional e internacional, a partir de la seguridad y de la estrategia y las políticas aplicadas por su gobierno. Para decirlo claramente, en la 86 Bancaria que hoy arranca en la capital de su estado, Mauricio Vila tiene un foro inmejorable para confirmar porque hoy es uno de los panistas mejor vistos, evaluados y posicionados cuando se habla de resultados, trabajo y bases para aspirar a la Presidencia en el 2024…
Los dados mandan Escalera Doble. Mejoró el tiro.