PAN al Senado con la marca de Márquez
1.- PAN al Senado con la marca de Márquez
De ser el liderazgo incómodo en el PAN, ahora resulta que se convertirá en el más consentido por las designaciones. Ese es Miguel Márquez Márquez a quien no sólo se le concederá la primera fórmula de las candidaturas para el Senado de la República con su respectivo suplente, también se le abrió la carta de la segunda fórmula reservada para mujeres.
De manera que prácticamente se le ha concedido al exgobernador tener mano en las dos senadurías que en el caso de Guanajuato son prácticamente ganables para el PAN, una para él y la otra para la exdiputada federal y exdirectora del Instituto de la Mujer Guanajuatense, Adriana Rodríguez Vizcarra, con la exdiputada local Karina Padilla Ávila.
Pero ¿por qué el grupo oficial en torno al gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo terminó por ser complaciente con el purisimense? La verdad es que es una historia de altibajos.
Usted recordará que el inicio del sexenio fue problemático para Rodríguez Vallejo, cargando el estigma de ser el supuesto delfín de Márquez. Una visión que se reforzó con la ratificación de prácticamente el 90 por ciento del gabinete estatal, que después fue renovando con el paso de los años.
Para el 2021, desmarcarse de su antecesor ya era imperante para el gobernador. Sin embargo, ese objetivo tuvo que postergarse pues fue necesario echar mano de la capacidad operativa de Miguel Márquez en los municipios, para sacar adelante las elecciones intermedias de ese año. El problema fue que con esa asignación, este reforzó su figura como un especie de líder panista de facto.
Fue en ese contexto que se urdió la idea de crear el grupo de exgobernadores. Un mecanismo con el que se pretendió regular la figura de Miguel Márquez y colocarlo al mismo nivel que sus antecesores. Justamente de ahí nació la idea de ofrecerle una senaduría a cambio de su disciplina. El propio gobernador cabildeó esa posición con el líder nacional Marko Cortés Mendoza.
No fue fácil, pero Diego Sinhue logró el visto bueno de la dirigencia nacional. Aun así, el activismo político de Márquez no cesó. El acercamiento que tuvo con la alcaldesa de León, Alejandra Gutiérrez Campos, fue la gota que derramó el vaso y apresuró las negociaciones con las que lograron que se hiciera a un lado a cambio de la candidatura al senado.
Ahora sabemos que el exgobernador logró más que sólo una curul y todavía se da el lujo de mantener en incógnita al ciudadano que escogerá como su suplente. Así el costo de su subordinación.
2.- UG: afrontar la herencia maldita
La reunión entre la rectora de la Universidad de Guanajuato (UG), Claudia Susana Gómez López, y los estudiantes que se mantienen en protesta tronó. Pero se da luego de un acercamiento con el que se logra mucho más que toda la demagogia, promesas y evasivas aplicadas por su antecesor Luis Felipe Guerrero Agripino.
De entrada, está ese factor ineludible. La actitud mostrada por Gómez López, distó mucho del tratamiento que el exrector tuvo hacia cada movilización estudiantil. Acostumbrado a los escenarios genuflexos, de autobombo y auditorios controlados, nunca encontró la brújula de la adecuada gestión.
No hace falta ser un genio para entender que los ocho años de gestión de Guerrero Agripino los logró más por el control político del Consejo General Universitario y de la Junta Directiva, que por una legitimación extensa entre el estudiantado y el cuerpo docente.
Quizá ahí está una primera lección aprendida por parte de Claudia Susana. No se puede llevar el timón de la rectoría general de una universidad sin universitarios.
Por supuesto, la reunión de ayer no atendió un movimiento multitudinario como resultó ser el de diciembre de 2019, pero sí representa un gesto que contrasta con los últimos desplantes de una rectoría que no sólo les fue ajena, sino ofensiva con la intervención de la entonces secretaria general Cecilia Ramos Estrada y quien hoy ocupa ese cargo, Salvador Hernández Castro.
Fue este último funcionario quien, de hecho, concentró las demandas estudiantiles. No dan crédito a la promoción que recibió. En consecuencia, la rectora garantizó una investigación externa e interna que, de tener resultados contundentes, representaría su paso a la legitimidad partiendo de la premisa con la que ayer fue contundente: “no le debo nada a nadie”.
3.- Zanella y Lorena: la IP y la batalla por Irapuato
Ni tardo ni perezoso, el exalcalde de Irapuato, Ricardo Ortiz Gutiérrez, echó a andar su maquinaria para aprovechar el sismo que causó la no reserva de la candidatura a la presidencia municipal para una mujer y sabotear, de una vez por todas, las pretensiones de reelección de Lorena Alfaro García.
Pero no fue nada fuera de lo normal. Un desplegado con 119 nombres de empresarios locales apoyando al diputado local Víctor Zanella Huerta, fue un movimiento de oportunidad, pero jugando el juego que la propia Alfaro inició buscando el beneplácito de liderazgos empresariales.
Usted lo recordará. Todo inició con el supuesto visto bueno a la continuidad que le concedió su excontrincante político y ahora presidente del Consejo Coordinador Empresarial en Irapuato, Juan Francisco Martínez Arredondo, que luego fue desconocido por el resto de los dirigentes empresariales.
Luego vino la confirmación del rechazo con las declaraciones públicas en el mismo sentido por parte del presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en Irapuato, Daniel Matus Pérez, quien reiteró su distancia del gobierno de Lorena Alfaro.
Quizá fue en ese momento en el que Ortiz Gutiérrez comenzó a mover sus piezas. Todavía sin definición de género, apuntaló sus dos propuestas: la diputada federal Itzel Balderas y Zanella, quien parece ser su apuesta más segura aun cuando no hay obligación de postular a un hombre, pues en realidad la plaza está abierta.
Algo es seguro. Si postular candidatos y ganar elecciones sólo dependiera de hacer campaña entre los empresarios por Irapuato, está claro que Ricardo Ortiz tiene más conexiones que Lorena Alfaro. Pero no es así. El toma y daca apenas está comenzando y deberá abarcar otros sectores sociales.
CONTRA RETRATO
Enrique García Jaramillo
Con el acceso que tiene a la información de inteligencia, pero sin las responsabilidades constitucionales sobre la seguridad pública que las corporaciones civiles sí tienen, su figura se ha vuelto un especie de heraldo de malas noticias, o podríamos decir, de la cruda realidad.
El jefe de la 16va Zona Militar, Enrique García Jaramillo, ayer hizo revelaciones importantes que muestran un panorama desolador, en el que el avance del crimen organizado se hace patente.
Advirtió que, en paqueterías y centrales de autobuses, se han encontrado drogas ocultas en dulces, una táctica no nueva pero cuya puesta en práctica evidencia que sigue más vigente que nunca. Por otro lado, confirmó la presencia y actividad de tres cárteles en Guanajuato que en León se suman a cárteles internos como aliados o adversarios.
Claro, no es nuevo lo que dice el comandante, lo que llama la atención en la certeza con la que se declaran estos datos que por años fueron administrados o de plano ocultados por funcionarios estatales como el Secretario de Seguridad Pública, Alvar Cabeza de Vaca, o el Fiscal General del Estado, Carlos Zamarripa Aguirre.
Esto hace recordar la importante revelación que hizo un antecesor de García Jaramillo, el general Arturo Velázquez Bravo -hoy director de seguridad física de Pemex-, quien en julio de 2017 dio a conocer el nombre de José Antonio Yépez “El Marro”, como el principal y mayor líder de robo de combustible en el centro del país. Lo demás es historia conocida.
Hoy a cargo de la milicia con base en Guanajuato, Enrique García Jaramillo ha obtenido un protagonismo importante que, hasta ahora, dista mucho de incidir en la reducción de la violencia y la alta criminalidad.