Registro nacional de violencia de género; estar o no estar
Miguel Zacarías
ANTECEDENTE. Desde diciembre este tema se había hecho público, pero ayer se dio la ocasión para que el dirigente estatal del PAN, Eduardo López Mares insistiera en la inscripción por 3 meses del procurador federal del Consumidor Ricardo Sheffieldd en el registro nacional de personas sancionadas por violencia política en razón de género.
EN BOGA. Va a ser un tema que dará mucho de qué hablar. No solo el caso del expanista sino en lo general porque justo hace una semana, Nadia Ravel Cuevas, consejera del Instituto Nacional de Elecciones (INE) lamentaba que el hecho de que alguien sea encontrado como responsable de violencia política en razón de género y se le incluya en el registro, lo impide de ser postulado como candidato a un cargo de elección popular.
OBSESIÓN. El PAN en Guanajuato, según López Mares seguirá pugnando para que Sheffield quede fuera de la contienda de 2024 y para ello citó que si bien, hay tesis como la que plantea la consejera del INE, hay fallos de Tribunales que en lo local han dejado fuera de combate a algunos sancionados.
HISTORIA. Cabe recordar que la consejera Ravel Cuevas citó que, por ejemplo, el presidente municipal de Veracruz que tiene 11 sentencias en su contra por esa falta, pero no está impedido en sus derechos políticos.
PLANTEAMIENTO. Ravel Cuevas dijo que, quizá, la gravedad de cada conducta no determina que sea incapaz de ser candidato, aunque de manera conjunta sí pero esa facultad de sancionar no la tienen ni el INE ni los organismos públicos locales porque la Sala Superior ha dicho que esa facultad solo tienen jueces, juezas y magistrados electorales que analizan estos casos.
PORCENTAJE. Lamentó que incluso, solamente en el 17.2% de esos casos, los jueces y magistrados han analizado si la sanción y el expediente pueden ameritar la sanción extrema de cancelar el derecho de postulación.
CON TODO. Es evidente que el PAN guanajuatense no cejará en el empeño de que se endurezca el castigo contra Sheffield pese a que el funcionario federal ya ofreció una disculpa pública a la alcaldesa de León, Alejandra Gutiérrez Campos. Pero el PAN irá a todas.
LA DEL ESTRIBO…
A propósito de López Mares, el líder estatal blanquiazul quiso poner hielo y minimizó la reunión de la secretaria de Gobierno Libia Denisse con panistas en León; rechazó que se haya tratado de un destape pues “es una más” de las muchas reuniones que hay en el estado donde hay 46 comités municipales.
¿A cuántas de esas reuniones acompañan a los oradores u oradoras, los integrantes de la plana mayor del gobierno estatal encabezados por Charly Alcántara?
En política lo que parece es y López Mares será en los próximos meses quien opere en los hechos, el dedazo que se opere en una oficina ajena a la suya.
EL PAN Y LA CERTEZA CADA VEZ MENOR DE QUE LA MARCA GANA
¿Le alcanzará al PAN para creer y, sobre todo, planear el perfil de sus candidatos y sus campañas rumbo al 2024 en el argumento de que no importa el perfil de sus candidatos y que la marca gana y pesa sin necesidad de reparar en el postulado o postulada? Parece que ya no tanto ni en todos los municipios del estado
Hace exactamente 14 años, Primo Quiroz Durán, Aurelio Martínez Velázquez y Martín Ortiz García, aparecían, ilusionados, postulados como los candidatos a diputado federales por un PRI que, en ese momento, soñaba con recuperar León y Guanajuato.
Primo y Martín, representantes del priismo que estoica y heroicamente resistía hasta entonces, 26 años de panismo en Guanajuato buscaban por enésima ocasión derrotar a los panistas que vivían con la máxima de la soberbia: con cualquiera ganamos.
Era 2009, en uno de tantos momentos en los que, ir de candidato priista en León era algo equivalente a un descalabro seguro. Para el PRI todavía opera eso y en general para la oposición.
El perfil de los candidatos poco ha pesado… La marca es lo que importa a los electores. El PRI apostaba entonces por la frescura de un empresario combativo y entrón cono “Chachis” que se había convertido en una revelación como líder empresarial. También, por la experiencia de Primo
Quiroz y por el retorno de Martín Ortiz García.
Emblemático el caso de este último que enfrentaba a Jaime Oliva Ramírez, hermano del entonces gobernador. Incomparable, perfil por perfil, Martín contra Jaime. El priista superaba en prendas profesionales y de preparación al panista. Y llegó a creer que eso le bastaría para dar el campanazo.
Basó su campaña en remarcar las diferencias con su contrincante. Tanto que el panista se victimizó y acusó a Ortiz de hacer una campaña discriminatoria en su contra.
Aurelio Martínez, beneficiario entonces con el perfil de ser un empresario contestatario, distinto al común de los liderazgos, entregados a los brazos del PAN y obsequiosos con los gobernantes en turno, también abrigaba la esperanza de dar el campanazo frente a Lucila Gallegos, una panista poco conocida, que era la secretaria particular del presidente municipal Vicente Guerrero (qepd).
Ninguno pudo frente a la fuerza de la marca, aunque 3 años después saborearon el triunfo logrado por Bárbara Botello para destronar al PAN.
Con aquella pausa breve de resurrección priista en 2012 con el efecto “Peña Nieto”, el PAN ha podido navegar en aguas relativamente tranquilas para refrendar su hegemonía en el estado y en los municipios del corredor industrial, salvo Salamanca.
Pero 2024 ya pinta diferente pues, salvo León en donde la marca azul sigue pesando por encima de casi cualquier desgaste, en Celaya e Irapuato, los sondeos ya no perfilan triunfalismo para el partido gobernante. Todo por servir se acaba.
VIOLENCIA A LA BAJA: MATICES Y ENFOQUES
Los políticos y gobernantes siempre quieren usar las estadísticas y los indicadores a favor de su discurso y en efecto, pueden no mentir, pero suelen no presentar la película completa.
El gobierno federal por ejemplo nunca admite que este va camino a convertirse en el sexenio más violento de la historia en el país. Prefiere resaltar el crecimiento exponencial de la violencia en el sexenio de Felipe Calderón en comparación con el de este, que él gobierna.
Un dato duro, cierto pero que no necesariamente explica que la violencia en nuestro país está cediendo y que estamos mejor que hace 2 sexenios. Lo mismo ocurre en el caso de Guanajuato cuando el gobernador Diego Sinhue, machaca con el dato de que los homicidios en 2022 disminuyeron con respecto a 2021 y a 2020.
La referencia es impecable. No hay estadística ni fuente que no lo confirme. El problema es que en su conjunto, el sexenio que él encabeza, se encamina también a ser más violento que el de su antecesor Miguel Márquez.
De hecho, la presentación de las cifras de la violencia que hace el Secretariado ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública anteayer ofrece otros datos interesantes.
De los 6 estados que concentran la mitad de los homicidios en el país, Guanajuato sigue siendo el más violento en cifras absolutas y en efecto, experimenta una disminución de asesinatos con respecto a 2021 pero esa disminución es más baja que la de 4 entidades.
Es decir, de los 6 estados más violentos del país, 4 experimentaron una caída más pronunciada en el número de asesinatos que Guanajuato.
En nuestra entidad se registraron 3 mil 516 homicidios dolosos en 2021 y 3 mil 260 en 2022 lo que representó una disminución del 7.3%. En el estado de México la baja de unos años otro fue de apenas 1.7%.
Pero otros estados tuvieron una disminución más alta. Baja California bajó en 9.5% la incidencia mientras que Michoacán lo bajó en 11.3 puntos porcentuales.
Pero son Jalisco y Chihuahua los 2 estados que pueden presumir la baja más importante en la incidencia de asesinatos entre 2021 y 2022. La primera entidad en donde se asienta la organización criminal más grande y poderosa del país los homicidios bajaron 13%
mientras que en la entidad fronteriza la baja fue de 18.7 puntos porcentuales.
En lo general lo que se puede apreciar es que la violencia disminuyó en términos generales en el país, aunque hubo entidades en donde el problema se agudizó como Zacatecas.
En Guanajuato bajó de forma importante y se acumulan 2 años a la baja tras el disparo descomunal en 2020 cuando se superó la cifra de 4 mil asesinatos en el país.
Pero hubo otros que tuvieron disminuciones más espectaculares por un lado y por el otro, en el país y muy probablemente en esos 6 estados, esa tendencia a la baja no significará que el sexenio en conjunto de cada mandatario estatal pase a la historia como uno de los más violentos.
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