Rómulo García: un alcalde servil…
Hace aproximadamente cuatro décadas, una pareja humilde de la comunidad Peña Blanca en el municipio de Tierra Blanca, se sorprendió al enterarse que tendrían un nuevo hijo, pasaban de los cincuenta años de edad. Fue el último que trajeron al mundo, por nombre le pusieron Rómulo.
Trascurría la década de los ochentas y el papá simpatizaba con un incipiente movimiento que comenzaba a gestarse buscando terminar con el añejo cacicazgo que a través del PRI ejercía una familia de cabecera. Rómulo García Cabrera fue creciendo en un entorno donde lentamente empezaban a mejorar los servicios, entre ellos el acceso al bachillerato a través de un CECYTE donde pudo estudiar, plantel instalado luego de una lucha civil contra los mandones del pueblo que hasta en la educación tenían injerencia. “Ya ahora después salió que según es licenciado” -comentan algunos de sus paisanos, quizás refiriéndose a que en su historial enuncia ser licenciado en Administración Financiera, carrera que según versiones cursó en línea.
En su juventud se le llegó a ver repartiendo volantes en alguna campaña pero no fue un activista destacado en las luchas comunitarias, de hecho su acercamiento al entonces vigoroso PRD se dio a través de un ala oportunista que ya no era la que en su origen sembró la semilla de la resistencia al cacicazgo. Siendo todavía veinteañero tuvo un cargo público menor en la administración 2003-2006 encabezada por Evaristo Hernández fallecido en 2020, quien hasta sus últimos días tendría un papel protagónico en la conducción del PRD local, ese vínculo seguramente lo fue acercando a la cúpula del sol azteca, porque en esa comarca no se le considera un líder nato, ni con carisma, ha sido la burocracia partidista la que lo arropó y en 2018 lo puso por primera vez de candidato aunque fue derrotado.
Discípulo de diputado…
En su pueblo relatan que en años recientes todavía usaba un auto modesto aunque comenzaban a notarse cambios en su modo de vestir, lo cierto es que nunca fue de los militantes de antaño que anduvieron a pan y agua enfrentando al régimen, cuando menos desde hace un lustro estuvo entre los perredistas privilegiados y le dejaron muy buenos dividendos los servicios que ha prestado a Isidoro Bazaldúa Lugo, pues desde 2015 hasta 2021, coincidiendo con los dos periodos en que éste fue diputado local, aparece en la plantilla que ese grupo parlamentario tuvo en el congreso. Fue “Analista”, “Auditor Jefe de Depto c” “Analista de Gestión”, cargos siempre bien remunerados; y en información validada en marzo de 2020 fungía como “Asesor B”, con un sueldo mensual bruto de 40 mil 390 pesos, más compensaciones por aguinaldo y prima vacacional por 67 mil 31 pesos.
Pero además, ya en la víspera del proceso electoral entre octubre 2020 y enero 2021, firmó con su partido cuatro contratos por prestación de servicios personales como “asistente político administrativo del municipio de Tierra Blanca del Comité Estatal Guanajuato”, por lo que en mensualidades durante ese lapso le fueron depositados 48 mil 946 pesos en su “cuenta personal mediante dispersión electrónica de nómina”.
Solo que a este alcalde le aplica aquello de que los políticos seguido tienen que tragar sapos, pues entre militantes de a pie se relata que en ocasiones era sujeto de malos tratos por parte de Isidoro Bazaldúa. Lo cual no suena improbable, pues además de sus conocidas marrullerías como la de llevar de candidato en 2021 a su joven hijo Isidoro Yael que no hizo campaña, también hay trascendidos de los impulsos temperamentales del ex diputado, en el anecdotario perredista se recuerda una ocasión cuando habiendo perdido alguna elección interna donde jugaba intereses, lloró y golpeo una pared enfurecido.
De esa escuela proviene este edil recién incorporado al PAN.
¿Tras el olor del dinero?
Hace dos años por estas fechas, Rómulo García y su planilla grabaron un video entre biznagas teniendo como fondo el horizonte de la Congregación Otomí de Cieneguilla. Vestidos con tonos amarillos se formaron al modo de los Cuatro Fantásticos, cual Súper Héroes pedían el voto pregonando “Que el futuro sea brillante como el sol…”
Fueron varios factores lo que propiciaron ganara con amplitud, entre otros, la desastrosa administración panista que estaba por terminar y la suma de un segmento de votantes morenistas inconformes por la intromisión autoritaria de Ernesto Prieto y su operadora en la zona Arisbeth Garcia Monjaraz; también se relata que Rómulo hizo mucha talacha en tierra, aunque como siempre sucede, los recursos al margen de la ley que corrieron en esa campaña quedaron en la opacidad. El PRD reportó que su candidato recibió aportaciones en especie como “servicio de audio, escenario, iluminación y pantalla”, “un comodato para su casa de campaña”, “banderas genéricas”, “10 camisas de manga larga con logo” “tres bardas para campaña”, y como no podía faltar el bailongo también existe el registro de que Jaime Romero Reséndiz, nombre idéntico al del actual secretario de Ayuntamiento, aporto “una banda de viento para la campaña…”
El PAN nunca vio con malos ojos el triunfo de Rómulo García, y pronto fue notable la cercanía y el servilismo de este alcalde con el gobernador. Por eso no sorprende que al ser el PRD un cascaron sin futuro él mismo haya tocado las puertas del partido conservador para unirse a sus filas, pues es donde le pueden ofrecer la relección y dejarlo otro rato cerca de donde el dinero despide un inquietante y seductor olor.