Tierra Blanca y Xichú: alcaldes ansiosos por relegirse
Si en la disputa por la presidencia de la república, y la gubernatura, se está violando con tanta impunidad el marco legal creado para regular el proselitismo que se realiza fuera de los plazos establecidos, es válido preguntarse qué sucede en los distritos y municipios más alejados de los epicentros políticos (en esos lugares donde es más fácil que aparezca la legendaria Llorona que alguna autoridad electoral.
Por eso alcaldes como el de Tierra Blanca, Rómulo García Cabrera, sabiendo que nadie lo sancionará, utiliza todos los foros posibles para promover su nombre y su imagen, en lo que parece ya una abierta campaña. Según observadores locales, no pudo ser gratuita su decisión, comenzando este año, de terminar su militancia en el PRD para sumarse al PAN, (habría negociado tres años más al frente del ayuntamiento en 2024). Tal hipótesis se refuerza con las atenciones del gobierno del estado hacia Tierra Blanca y en el cómo este mandatario divulga fotografías profusamente, tanto en las redes institucionales y personales, de todo evento al que acude (hasta de cuando se empina un jarro), acompañándolas de párrafos auto adulatorios que violan el artículo 134 constitucional, principal regulador de los mensajes de propaganda gubernamental, que prohíbe incluir nombres, imágenes, voces o símbolos que impliquen promoción personalizada de cualquier servidor público.
Pero, además, es tan obvia su ansiedad por seguirse de largo en el poder hasta 2028, que comienzan a observarse en los caminos del municipio múltiples bardas pintadas con letreros azules: “Azúlate (sic)”, " Lo bueno regresa", “Piensa Azul”, en varias de ellas incorporando una enorme “R”, en clara alusión a su nombre. Y para que no quede duda de quién impulsa esa propaganda, la propia casa de sus padres, localizada a la orilla de la carretera, casi en los límites con el municipio de Santa Catarina, ha sido cubierta con esas frases y colores. Está torciendo la legalidad con la misma artimaña usada por las y los presidenciables.
Cuando se acerca al espejo, este alcalde en su fantasía quizás ve reflejadas virtudes y merecimientos para relegirse, pero falta ver que piensan los votantes, porque no a todos los de Tierra Blanca les ha de agradar que todavía no da ni su segundo informe y ya ande haciendo proselitismo con tal desvergüenza. Tanta ansiedad, lejos de proyectar que con él “lo bueno regresa”, exhibe a Rómulo como una persona con la ambición desbordada por quedarse otro trienio, así sea violando la ley.
Y el de Xichú también quiere relección…
A mediados de junio, el alcalde Francisco Orozco Martínez reunió en el cabildo a los directores de área, para entonces cumplía apenas un año con ocho meses en el cargo, y pocas veces los había convocado a reuniones plenarias, no es su estilo el trabajo colegiado, pero esta ocasión tenía un motivo: pronto les informó que va por la relección. También, palabras más palabras menos, indicó que esperaba que, tanto ellos como el personal a su cargo, cerraran filas hacia ese propósito. Algo así como: “te lo digo Juan, para que lo entiendas Pedro".
A los pocos días, en una huerta de su propiedad en las afueras del poblado, convocó a decenas de trabajadores municipales que le son cercanos, aunque aparentemente se trató de un convivio por el día del padre, existía otra razón: al tiempo que degustaban comida y bebidas -bajo aquella sombra de mangos y nogales- también les hizo saber que pretende alargar su mandato seis años.
Desde que tomó el cargo su portal personal de Facebook se volvió un escaparate de promoción de su imagen, incluso en esa red social utiliza el nombre con el que se le identifica coloquialmente (“Pancho Orozco”). Cotidianamente divulga mensajes y fotografías donde se le ve operando máquinas entre los cerros, dando el banderazo a obras, entregando tinacos, despensas… Todas las acciones de gobierno las asocia a su imagen y nombre, lo cual también viola el 134 constitucional.
Aunque ganó a través del PRD, y antes de eso pasó por el PAN y por el PRI, su escuela han sido los viejos caciques de la localidad, de los cuales ha resultado un discípulo avanzado, pues aplicando los estilos paternalistas, particularmente en la zona rural, se ha ido creando la imagen de un alcalde bonachón y cercano a las personas del campo, eso incluso ha opacado sus evidentes limitaciones para llevar por sí mismo las riendas de la administración.
Tan seguro y animado se siente, que, faltando un año para la elección constitucional, ya tiene la planilla con la que competirá, la cual según ha trascendido, tendrá el mismo perfil de mediocridad y levanta manos que predomina en el actual ayuntamiento.
Falta que se acomoden muchas piezas para que Orozco Martínez logre su propósito porque sus competidores panistas también traen su juego. Aunque es muy tenue la línea que los separa, pues comparten los mismos intereses y mañas, este alcalde que no milita formalmente en el PAN, también actúa como soldado y vasallo azul del gobernador, al grado de asegurar que apoyará a Libia García según lo comentado en su círculo cercano, dice que, de ser candidata a gobernadora, (así él vuelva a ir en la boleta por el PRD) se las ingeniará para que a ella le favorezca la votación en el municipio de Xichú.