Turismo y medio ambiente

Mientras en México parece que vamos contracorriente con respecto a los temas de políticas responsables con el medio ambiente, el Estado de Guanajuato, a través de la Secretaría de Turismo y la Secretaría de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial se hizo presente en actividades de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 27) que se tuvo lugar en Sharm El Sheikh, República Árabe de Egipto, evento liderado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Este evento se concibió como una oportunidad para que los responsables políticos de alto nivel y a los líderes empresariales tuvieran la coyuntura que permitiera reflexionar en forma seria sobre la aplicación de la “Declaración de Glasgow sobre la Acción por el Clima en el Turismo”, lanzada en la COP26. Es decir, fue la oportunidad para escuchar y ser escuchados en torno a las perspectivas estratégicas de apoyo a los enfoques regenerativos en los destinos y en la financiación innovadora.

Mientras muchos hablan y gastan saliva haciendo promesas, es de admirar que Estado de Guanajuato se ponga a la vanguardia sobre acciones sustentables de manera transversal: Turismo-Medio Ambiente- en el panorama. La actividad turística constituye una de las principales fuentes de riqueza de nuestro país. Cada año se cuentan por millones las personas que vienen a visitarnos desde muy diferentes y distantes partes del mundo con el afán de conocer nuestro rico patrimonio histórico, artístico, natural y gastronómico.

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En Guanajuato, son muchos los municipios que tienen muy asimilado el tema turístico y se encuentran organizados para dar la mejor satisfacción posible a esas crecientes demandas turísticas. Cada vez nos visitan más personas que tienen curiosidad de recorrer nuestros pueblos y ciudades. Pero cuidado, aunque estos flujos turísticos parecen no tener fin, son más frágiles de lo que pueden parecer a primera vista. Y aquí viene el maridaje entre medio ambiente y turismo. Es necesario, desde hace ya algún tiempo, que se haga énfasis desde diversos foros en la necesidad de hacer que ese turismo —tantas veces masivo y algunas veces invasivo—, sea compatible con el respeto al medio ambiente y a los habitantes locales de cada lugar.

Las razones que justifican la búsqueda de ese equilibrio no se basan únicamente en la necesidad de proteger el valor medioambiental de determinados espacios naturales —aunque el tema por sí solo ya fuese motivo más que suficiente— sino también las más pragmáticas como la convivencia social, el crecimiento responsable, los niveles de ruido y basura producidas ya que, precisamente, quienes se ven hoy atraídos por nuestras tierras y paisajes, podrían dejar de estarlo en un futuro próximo si percibiesen que se ha perdido interés a causa de su degradación o excesiva masificación. A nadie le gusta vivir en medio del ruido y la estridencia constante y a ningún visitante le gusta estar rodeado de multitudes irrespetuosas que no se saben comportar.

El equilibrio entre el respeto al medio ambiente con el aprovechamiento turístico involucran a los niveles de gobierno, a empresarios, turistas y habitantes locales. El meollo del asunto es ofrecer una visión poliédrica de la realidad para que el crecimiento sea armónico y holístico, tomando en cuenta a todos los actores, sustentados en el respeto. Turismo y medio ambiente son dos valores de primer orden en la sociedad actual. Asimismo, son dos fuerzas que impulsan el motor de crecimiento económico pero que sin control pueden generar destrucción e ir en contra de una vida armónica.

Lo sabemos, la actividad turística ha cambiado por completo la faz económica del estado. Es una presencia extendida y potente del sector de servicios. Con el turismo como vanguardia extendida a muchas zonas y lugares del estado, cuyos servicios e instalaciones en este sector son de rigurosa primera línea mundial, se mueve un ingente volumen económico y ofrece trabajo a un número muy elevado de personas. Paralelamente, también crece la sensibilidad social sobre el tema –acrecentada sin duda por la percepción del deterioro en la convivencia en ciertas localidades–.

Estas dos poderosas fuerzas, con apoyo en valores muy arraigados en la sociedad están llamadas a tener una relación compleja, enfrentándose en unos momentos, colaborando estrechamente en otros. Guanajuato se pone a la vanguardia, se hizo presente en Egipto y se dio la oportunidad de escuchar y reflexionar sobre estos temas que representan una gran oportunidad que debemos aprovechar responsablemente sin que se convierta en una amenaza.

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JRP