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Vulnerados

Opinión

Cecilia Durán Mena - Las ventanas

Vulnerados

La fragilidad de un secreto depende de la fortaleza de quien lo guarda. Por esta razón, una persona inteligente decide con cuidado a quien le va a dar la confianza para dejar una confidencia. El depositario que la recibe decide hacer el compromiso de ocultar aquello íntimo que no se desea revelar. Por lealtad, hay que callar, ocultar, tapar. La lealtad es una cualidad, es un sentimiento de respeto y fidelidad a los propios principios morales, a los compromisos establecidos con o hacia alguien Cuando esta información secreta se revela, más allá de lo sabroso que pueda ser el chisme, hay daños. Los datos más íntimos de una nación, esos que guardan las fuerzas más poderosas de un país fueron vulnerados en México.

Ciertos secretos son una salvaguarda esencial de la integridad, debido a que permite que los involucrados se desempeñen con total independencia. Evita que las personas se sientan intimidadas y hagan algo destino a lo que deben o a lo que era su intención. La protección de la secrecía hace que la violencia y el soborno sean menos efectivos.

En la mayoría de los países, se utilizan cortinas de privacidad para cierta información que por su grado de peligrosidad o de intimidad deba ser protegida. Esta cortina debe ser lo suficientemente larga y colocarse de tal manera que nadie la pueda vulnerar. Antes se amurallaban las ciudades, hoy debieran amurallarse los datos. Se trata de una estrategia que, por la grandeza de su propósito, debe ser protegida con toda la fuerza del Estado. El Ejército Mexicano por su naturaleza es el depositario de mucha de esa información confidencial que debía resguardar. No fue así. Ahora la intimidad de la nación ha quedado expuesta. Han desnudado a México y eso duele. No es culpa de quien rasgo las vestiduras sino de quienes no supieron cuidar lo que tenían bajo su custodia.

Es muy lastimoso ver a la Patria expuesta en la Plaza Pública. Siento como si le hubieran arrancado la ropa frente a la gente y sin posibilidad de cubrirse. Durante la Edad Media, los criminales eran mostrados en los centros de las localidades, despojados de sus ropajes para recibir azotes, mutilaciones y, por supuesto, la muerte. México no falló, a México le fallaron: no supieron proteger nuestra intimidad, la información más valiosa que compromete la seguridad de nuestro país.

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La Auditoria Superior de la Nación lo advirtió. No le hicieron caso. La arrogancia de la 4T desestimó la amonestación, cerró los ojos y los oídos, se enconchó en su propia arrogancia y por eso vemos a su jefe supremo tener que admitir que está enfermo y no poquito: muy enfermo. Es humillante para él, para sus seguidores, para sus adoradores y para todos los mexicanos. Nos mintieron, ahora queda claro y no hay forma de echarle la culpa al pasado o a los fantasmas conservadores o neoliberales. Nos enteramos de esas fallas a la verdad y nos enteraremos de muchas más.

Gajes del progreso. México quedó exhibido como adolescente a la que le cuelgan fotografías comprometedoras en la red. Es triste porque se trata de información que nos afecta a todos. Es triste porque lo que el ciudadano quiere es vivir en paz y ocuparse tranquilamente de sus asuntos. Antes, la lealtad daba sentido a la vida. Por lealtad, un rey salía a la guerra y sabía que su pueblo lo seguiría. Por lealtad, los papas creaban y reforzaban la autoridad y fuerza de los reyes. Esta observancia convergía en fortalecer la pasión patriótica.

Hace cincuenta años, un escándalo así hubiese tenido otras proporciones. En la era de la información, tanta información quedará expuesta. Ayer, Loret la consiguió; hoy la tiene Aristegui Noticias; mañana circulará y estará a disposición de tantas personas. Nos enteraremos de todo lo que tienen esos archivos y más allá de la sabrosura del chisme o de las burlas que se puedan suscitar, está la realidad. Las manos a las que le depositamos nuestra confianza como mexicanos en conjunto no son tan fuertes como creíamos.

La fragilidad de alguien depende de la fortaleza de quien lo cuida —uno mismo o alguien más—. El Ejército Mexicano debe ser fuerte y fue vulnerado. En el orden lógico del silogismo, si nuestras fuerzas armadas fueron vulneradas eso significa que nos vulneraron a todos y a cada uno de los mexicanos. Este descuido nos afecta a todos, nos lastima a todos.

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